Embajada de México en Caracas – “Dile a tu papá que deje la vaina con los militares, porque si no nos van a terminar enterrando”. La amenaza que unos hombres con armas largas lanzaron a las gemelas del diputado Franco Casella forma parte del equipaje que este dirigente opositor ha llevado a su refugio en la Embajada de México en Caracas, donde cumple un mes como huésped.

En la primera entrevista que concede uno de los parlamentarios refugiados, Casella denuncia a EL MUNDO la persecución contra su familia, incluidas su mujer y su hija más pequeña, ambas de nacionalidad española. Las gemelas se vieron obligadas a huir y ya están asiladas en Chile.

Sus investigaciones sobre las torturas que sufren los militares encarcelados y sus denuncias en torno a la financiación de Hezbolá en Venezuela le llevaron a la lista negra del chavismo. Reconoce la dureza del exilio interior en la embajada mexicana, pero no reniega de la lucha encabezada por Juan Guaidó y el Parlamento democrático.

“Es difícil ver el Ávila (montaña que circunda Caracas) a lo lejos y saber que mi familia se encuentra allá afuera, pero también es difícil sentirse útil y estar haciendo al 100% las cosas para lograr la libertad de Venezuela y al día siguiente verte encerrado sintiendo la impotencia de que no puedes avanzar y ayudar en lo que se pueda”, confiesa Casella.

¿Por qué le persigue el chavismo?

Hay dos temas a los que atribuyo el ensañamiento en mi contra. Primero porque presido, dentro de la Comisión de Seguridad y Defensa, la subcomisión de Derechos Humanos, y he denunciado a los más de 220 militares que son presos políticos y sufren torturas, además de contactar a sus familiares y documentar lo que está pasando. Y, segundo, la misión que me llevó a Israel antes de mi detención.

¿Cuál fue esa misión?

Una de las denuncias que compartí con Israel fue el desarrollo y la existencia de células terroristas en Venezuela. Nuestro objetivo era generar un enlace diplomático y de cooperación para formalizar la lucha contra el terrorismo. También denuncié directamente a Hezbolá y sus vínculos en la Isla de Margarita y Punto Fijo, donde existe puerto libre y aprovechan la ausencia de aranceles para hacer grandes transacciones. Se trata de mecanismos de financiación de estos grupos terroristas, que utilizan los dólares preferenciales que ha otorgado el Gobierno de Nicolás Maduro durante mucho tiempo. Para nadie es un secreto que aquí en Venezuela no solamente hay cárteles de la droga y grupos irregulares como el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guerrilla colombiana), sino también células terroristas que se financian y utilizan Venezuela como paraíso fiscal bajo la mirada complaciente del régimen. He llevado a Israel las pruebas y los detalles de estas actividades irregulares.

¿Actúa libremente Hezbolá en Venezuela?

Actúa libremente desde el punto de vista financiero. Existe un vuelo Caracas-Teherán, pese a que no hay turistas y de que sólo funcionan siete aerolíneas internacionales. Una de las fuentes de financiación de Hezbolá procede de Venezuela, hasta el punto de que Mike Pompeo (secretario de Estado de EEUU) ha anunciado una recompensa a quienes dieran pruebas de la presencia de estos grupos en el país.

El general Hugo Carvajal, antiguo director de la Inteligencia y Contrainteligencia chavista (hoy detenido en Madrid en proceso de extradición a EEUU), desveló que en 2009, durante un viaje a Irán y Siria junto al vicepresidente económico, Tareck El Aissami, éste contactó con Hezbolá para ofrecerles la colaboración del chavismo y de la guerrilla de las FARC.

-Exacto. Incluso Carvajal tiene el detalle de quiénes consolidaron esa operación. La cabeza de todo esto es El Aissami.

¿Ha continuado la persecución contra usted desde que le arrebataron la inmunidad parlamentaria y le acusaron de varios delitos, entre ellos traición a la patria?

Violentaron mi residencia la semana pasada. Fue una acción de amedrentamiento, un robo donde se llevaron las fotos familiares, los reconocimientos colgados en la pared y los juguetes de mi hija, y dejaron los artículos como televisores y equipos electrónicos, equipos de valor. Lo que buscan es generar miedo, atacar psicológicamente los recuerdos y la integridad de los hijos. ¿Qué mensaje puede significar que roben los juguetes de mi hija de seis años, que además se llama Libertad? Obviamente tiene un sentido político.

Su mujer y su hija pequeña tienen nacionalidad española…

Sí. Mi esposa es ciudadana española, se llama Laura Pérez y es nieta de canarios. Mi hija también es ciudadana española. Protegerlas es un tema complejo, (el riesgo) sigue estando a pesar de que yo estoy aquí y ellas están fuera. Hay familiares y amigos encargados de tenerlas en otro lugar, no pueden estar en casa.
¿Había sufrido hostigamiento antes de las últimas acusaciones?
Hombres armados apuntaron con armas en la cara a mis hijas gemelas, Victoria y Estefanía (21 años), mientras que estaban visitando a su madre, que es mi primera esposa. Les dijeron claramente “dile a tu papa que deje la vaina con los militares, porque si no os va a terminar enterrando”. Ya están en Chile.

Un mes después, ¿cómo es su vida en la embajada mexicana?

Yo lo comparo con un pelea de boxeo donde cada día es una pelea nueva y donde cada hora es un round. Toca hacer un esfuerzo mental para reorientar tu vida. Es como un vehículo que anda a 200 km/h pero al día siguiente estás en un estacionamiento sin poder moverte. Eso te provoca un cambio en el ritmo, un cambio en los pensamientos, en la rutina. Creo que lo afronte de manera rápida, empecé a hacer ejercicios, a leer varios libros, a meditar, tiempo para la oración. Pega (golpea) mucho la distancia de la familia. Te confieso que fueron días muy difíciles, por ejemplo, cuando mi hija se quebrantó de salud, con fiebre y gripe. Fue muy duro para mí no poder estar con ella.

Al principio extrañó que eligiese la Embajada de México, que no está entre los países que reconocen a Guaidó.

Primero hay una relación histórica con el personal de la embajada. México ha demostrado en su política exterior firmeza en la defensa de los derechos humanos y el hecho de que me aceptaran como huésped y protegerme era un avance en nuestra política exterior. Quien se presumía como un aliado incondicional de Maduro era capaz de ponerle límite y de entender que los derechos humanos no tienen fronteras, además de la defensa de la inmunidad parlamentaria. México demostró que su neutralidad y posición proactiva son ciertas al dejarme estar acá. México no es ni Cuba, ni Bolivia ni Nicaragua, aliados internacionales e irrestrictos de Maduro.

Al margen de sus familiares, ¿qué visitas ha recibido en la embajada?

-He recibido la visita tanto de presidente Juan Guaidó como de colegas parlamentarios que se han acercado y han manifestado su solidaridad. Agradezco la solidaridad de mis compañeros.

Aquí, refugiado entre estos muros, ¿es capaz de sostener el eslogan opositor “Vamos bien”, tan repetido por Guaidó?

Yo creo que hemos avanzado, a pesar de que no tenemos el resultado que tanto queremos, que es la libertad plena y que es la restitución de la democracia. Decir que vamos bien, tiene dos elementos: uno de fe, de fe que podemos nosotros solventar las cosas y otro de reconocimiento del esfuerzo que se está haciendo. Pensar que la comunidad internacional se atrevería a denunciar a Nicolás Maduro era algo inaudito, que no reconociera un elección fraudulenta, era inaudito, que denunciara a este régimen violador de los derechos humanos… Cuando digo que vamos bien es porque hemos progresado. Hay una ciudadanía que ha demostrado que está de pie y que está dispuesta a resistir y a luchar por su libertad.

¿Se arrepiente hoy de haber encabezado estas iniciativas ante las consecuencias que ya sufre?

Para nada, no me arrepiento de ninguna de mis acciones. Por el contrario, siento que estoy dispuesto a tomar todos estos riesgos por la República. Todos debemos volcarnos, apoyar y remar en la misma dirección que nos propone el liderazgo de Guaidó.

Fuente: elmundo.es