Enlace Judío México e Israel – Atour Eyvazian es un refugiado iraní de madre asiria y madre armenio. Actualmente radica en Texas y esta semana arribó a Israel por primera vez.

ILANIT CHERNIK

“En Israel me siento como si estuviera en casa”, dijo en una entrevista al Jerusalem Post.

“Hoy, mientras caminaba por el mercado Majané Yehuda en Jerusalén olí la fruta, hablé con los vendedores, con la gente alrededor, así fue una vez en Irán”, expresó.

“Antes de la Revolución iraní en 1979, la gente se llevaba bien … así era Irán. Se podía caminar libremente. A nadie le importaba si eres cristiano, judío o musulmán. Se vivía bien. Pero luego, después de la revolución, las cosas se pusieron difíciles para los cristianos y los judíos.

“El gobierno cambió y dividieron la cultura”, agregó, dejando claro que ama al pueblo iraní y que el problema es su gobierno.

“Desde la revolución, todo aquel que no es musulmán, se le considera impuro y espiritualmente sucio, infiel. Si uno va al mercado y toca la fruta, la verdura e incluso objetos, le dicen que debe comprarlos porque están contaminados”.

Atour huyó de Irán en 1984 a la edad de 18 años.

“Salí por las montañas hacia Turquía. Había dos guías que me llevarían a Estambul, pero me dejaron en la frontera y me robaron todo. Se llevaron todo, estaba devastado “.

Al preguntarle por qué se fue de Irán, Eyvazian dijo que era el único hijo de su familia.

“Soy hijo único. Mis padres no querían que yo ingresara en el ejército en medio de la guerra entre Irán e Irak. Cualquier persona entre 10 y 50 años podía ser reclutada al ejército”, explicó.

“Y como alguien de una religión diferente, te veían medio humano. Las minorías serían enviadas a la guerra y les dispararon en la espalda”.

Atour explicó que debido a que tenía 18 años, la edad perfecta para un soldado, no podía salir de Irán legalmente.

“Me tomó casi una semana caminar por las montañas hacia Turquía”, dijo. “Tenía dos billetes de 100 dólares. Mi madre los cosió a mis pantalones para que si me metía en problemas, pudiera comprar mi salida”.

“Cuando los dos guías me dejaron, me encontré con un anciano y hablé con él, me contestó en farsi y pregunté si venía de Irán, le dije que yo soy iraní y que también estaba buscando un autobús”.

“Señaló y dijo, ‘sigue adelante'”, pero Atour no sabía que el anciano lo dirigía a las fuerzas turcas para ser encarcelado.

“Básicamente, me vendió … me capturaron en Baskale”, dijo, una ciudad cercana a la frontera entre Turquía e Irán. “Los camiones con soldados vinieron y dejaron salir a los perros. Estaba rodeado”.

Durante las dos semanas en las que caminó por las montañas y luego fue procesado por las autoridades turcas, bajó 20 kilos.

Después de pasar 40 días en prisión, durante los cuales fue maltratado y aislado con poca comida, fue liberado con el dinero que su madre había cosido en sus pantalones.

Durante la entrevista, mostró una gran cicatriz en el pecho por una herida de cuchillo que recibió durante la prisión.

Sus padres, que tenían más de 50 años, “por lo que el gobierno no se preocupó por ellos”, abandonaron Irán después de descubrir que Atour había sido capturado y arrestado por las autoridades.

“Si un familiar o un niño cometía un delito, el régimen iraní castigaría a la familia”, dijo.

Después de un arduo proceso y una estadía de seis meses en Turquía, finalmente emigró a Estados Unidos el 4 de noviembre de 1984.

Comenzó a trabajar como conserje y, por primera vez en su vida, se sintió libre.

“Siempre fui alto y sonriente”, afirmó.

Mientras trabajaba, también obtuvo su licenciatura y una maestría en Administración de Empresas. Ahora es propietario de varias empresas y restaurantes en Estados Unidos, donde reside con su familia.

Pero, ¿por qué ama a Israel?

Su pasión por el Estado judío comenzó después de que vio un comercial en la televisión sobre la Fraternidad Internacional de Cristianos y Judíos.

“El rabino [Yehiel] Eckstein hablaba de llevar a ancianos judíos rusos a Israel”, dijo, y agregó que eso le recordó las dificultades que su padre y abuelo vivieron en Rusia antes de emigrar a Irán.

Eckstein fundó la Fraternidad, en 1983, con el objetivo de promover el diálogo entre judíos y cristianos y generar un apoyo más amplio para Israel. Eckstein falleció repentinamente a principios de este año y ahora la organización es dirigida por su hija, Yael Eckstein.

“Siempre me ha interesado la cultura judía. Los judíos han sido perseguidos tantas veces y quiero hacer todo lo posible por corregir ese error”, enfatizó Atour.

Atour decidió donar lo que pudiera a la Fraternidad, y muchas personas fueron trasladadas a Israel con sus donativos.

Más tarde se reunió con Eckstein y su relación con la comunidad y su rabino floreció.

“La Fraternidad reúne a judíos y cristianos, ambos tienen mucho en común … los cristianos, sin los judíos no entienden sus raíces. Cuanto más leo sobre lo que le sucedió a los judíos, su persecución y su historia, más siento que Israel es su hogar. Siempre pregunto qué puedo hacer para ayudarlos”.

Atour decidió visitar Israel con su familia, porque sus hijos han ido a la universidad y han tenido muchas preguntas sobre el país.

“Quería que este viaje fuera educativo para ellos, para romper los estereotipos que todos tenemos”, dijo, y agregó que el estereotipo que había escuchado sobre los asentamientos se rompió totalmente durante su visita.

“Pensaba que los asentamientos eran como una invasión: significaba que la gente fue expulsada de sus tierras y los judíos llegaron. Pero no es así”.

“Israel es un país pequeño con unos pocos millones de personas y millones a su alrededor que no quieren que exista”, dijo. “Ver cómo la Biblia cobra vida y cómo este país es realmente la única democracia en el Medio Oriente es impresionante”.

“Hay tanta libertad aquí, todos son muy amigables y la sociedad es tan diversa. Ves judíos ortodoxos y mujeres en bikini, hombres fumando, todos al mismo tiempo, y todos son iguales. Este es el verdadero significado de la libertad”.

A pregunta expresa sobre el movimiento de boicot y los que llaman a Israel un Estado de apartheid, dijo que “la gente que dice eso no sabe la verdad. Aquí tengo más libertad aquí que el lugar donde nací. Eso te dice acerca de la democracia”.

“El derecho que los musulmanes tienen en este país es algo que no tendrían en sus países”.

“No entiendo cómo pueden hablar del boicot. Tampoco entiendo a los judíos que no apoyan al Estado de Israel”.

“La lucha por Israel tiene que ver con el bien y el mal”, dijo. “Mi mensaje a mis amigos cristianos es que deben intensificarla. Los cristianos deben apoyar a los judíos”.

Cuando se le preguntó sobre el régimen iraní, una vez más enfatizó que le mucho el pueblo iraní, pero coincide con el primer ministro Benjamín Netanyahu sobre el gobierno y enfatizó que debe ser detenido.

“Después de 1979, comenzaron a exportar no sólo petróleo y gas, sino también la revolución”, dijo. “El gobierno iraní es un cáncer, y si no hacemos algo, crecerá, debemos reunir a las naciones del mundo para detenerlos”.

Atour alentó al pueblo iraní a hacer todo lo posible para que la comunidad internacional tome consciencia sobre la situación en Irán, reconociendo que sabe lo difícil que es hacer eso.

“Estaré con Israel. Compartiré los mensajes y la verdad sobre Israel”, concluyó.

Fuente: The Jerusalem Post / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico