Enlace Judío México e Israel – El debate sobre cuestiones de seguridad en la víspera de las elecciones en Israel se ha centrado en lo que sucede cerca de la frontera de Gaza. Los repetidos lanzamientos de cohetes desde la Franja han provocado críticas tanto de la derecha como de la izquierda sobre lo que llaman la política del gobierno de Netanyahu de apaciguar a Hamás.

AMOS HAREL

La crítica se ha intensificado ante la serie de intentos de infiltración a Israel, además de los ataques con cohetes. Y la promesa del primer ministro durante una visita a Ucrania de que su respuesta a estos incidentes no se verá influenciada por consideraciones electorales no es realmente convincente.

Pero el mayor desafío de seguridad que enfrenta Netanyahu en el futuro cercano puede encontrarse en el otro escenario palestino, Cisjordania. Y en este caso, sus políticas han contribuido significativamente al embrollo.

La Autoridad Palestina está descendiendo gradualmente a una grave crisis económica, debido a la terquedad de Netanyahu y del presidente palestino Mahmoud Abbas sobre el tema de los pagos de la AP a terroristas encarcelados en Israel.

Como resultado, unos 160 mil funcionarios palestinos, entre ellos 65 mil miembros de los servicios de seguridad, han recibido sólo la mitad de sus salarios en los últimos seis meses, debido a la decisión de deducir el monto que Ramala paga a los terroristas de los ingresos fiscales que Israel transfiere a la Autoridad Palestina y la negativa de Abbas a aceptar parte de los fondos, incluso indirectamente.

A pesar de las crecientes amenazas de la AP, la coordinación de seguridad con Israel no ha sufrido graves daños. Su temor de perder el control sobre el territorio que Hamás podría explotar le ha impedido abandonar esta coordinación. Pero los signos de agitación en Cisjordania se han acumulado e intensificado.

En las últimas semanas, ha aumentado el número de atentados e intentos de ataques en la zona, incluidos algunos en los que Hamás ha estado involucrado. En los dos incidentes más graves, que tuvieron lugar en el bloque de asentamientos de Gush Etzion, el soldado Dvir Sorek murió apuñalado y dos hermanos, hombre y mujer, resultaron heridos en una embestida de coche mientras esperaban el autobús.

Al menos parte de la retórica palestina a favor de los ataques terroristas proviene de las tensiones en el Monte del Templo, y específicamente la decisión de la policía de permitir que los judíos visiten el lugar sagrado en el día de ayuno de Tisha B’Av, que este año coincidió con la festividad musulmana de Eid al-Adha. La decisión de Israel de prohibir la visita de dos congresistas estadounidenses también ha contribuido a la intensidad del foco en las tensiones con Israel, al igual que las especulaciones de otro regalo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump a Netanyahu en la víspera de las elecciones, que podría implicar un reconocimiento estadounidense implícito o explícito de una anexión israelí del área C de Cisjordania.

La presión de Trump sobre Israel para cancelar la visita de las congresistas, a la que Netanyahu accedió de inmediato, pintó a Jerusalén como un gobierno marioneta virtual de Estados Unidos. Se espera que la recompensa llegue pronto, posiblemente en forma de un reconocimiento de anexión, o un avance hacia la idea de una alianza defensiva entre los países.

De materializarse, estos eventos se presentarían como expresiones de un acuerdo exclusivo entre Washington y Jerusalén. Pero el sistema de defensa israelí se opone firmemente a ambas ideas.

En las últimas semanas, altos oficiales de las FDI han advertido de un posible brote de violencia en Cisjordania, tal vez incluso antes de las elecciones. Los recientes atentados alientan imitaciones como sucedió en 2014 y 2015. Y la disputa religiosa sobre Jerusalén y el Monte del Templo está bullendo en el fondo.

Lo que suceda en Cisjordania influirá y se verá influido por los acontecimientos en Gaza. Tras los recientes intentos de infiltración en la frontera de Gaza, que fueron atribuidos a “jóvenes rebeldes” o a miembros de Hamás y la Yihad Islámica que se han unido a las filas de los grupos salafistas, Hamás también ha intensificado su retórica.

El comité que organiza las protestas semanales a lo largo de la valla de seguridad, que está totalmente controlado por Hamás, llamó a intensificar los disturbios este viernes. Y las crecientes tensiones ya eran evidentes en las protestas del viernes pasado.

El llamado de Hamás a la violencia “popular” puede ser un reflejo de su situación. Su gobierno en Gaza enfrenta cada vez más críticas internas por abandonar la lucha armada contra Israel, tomar medidas para frenar a algunos manifestantes que se acercan demasiado a la valla y se le acusa de darse por satisfecho con poco, dada la lenta implementación de medidas indirectamente acordadas con Israel para mejorar la situación de Gaza. Esta crítica también puede explicar el laxo control de Hamás sobre lo que está sucediendo a lo largo de la frontera.

El incidente más reciente, el pasado viernes por la noche, comenzó con el lanzamiento de tres cohetes contra Israel. Inmediatamente después, como suele suceder tras un ataque con cohetes, y quizás también por temor a la respuesta de Israel, Hamás abandonó sus posiciones a lo largo de la frontera. Y luego, un grupo de cinco hombres armados pasaron por los puestos abandonados, intentaron infiltrarse en Israel y fueron abatidos por soldados de las FDI.

En Israel, ha surgido un animado debate político sobre si Hamás está permitiendo estos intentos de infiltración por descuido o alentándolos activamente. Los oficiales de inteligencia sostienen que este no es un esfuerzo coordinado fomentado por los líderes de Hamás mediante un acuerdo tácito con los grupos “rebeldes”.

Lo que está claro es que Hamás conoce la sensibilidad de Israel en el período previo a las elecciones, y está tratando de explotar esta situación y aumentar la presión con la esperanza de obtener más concesiones. Sin embargo, al parecer, los líderes de Hamás también están conscientes de las posibles repercusiones de otra ronda de combates si Netanyahu se encuentra entre la espada y la pared.

Se espera que el enviado de Catar, Mohammed Al Emadi, llegue hoy a Gaza y entregue los millones de dólares en ayuda económica. Con Emadi y oficiales de inteligencia egipcios en Gaza, aparentemente hay un límite en cuanto a qué tan lejos puede llegar Hamás para provocar a Israel.

Mientras tanto, un informe filtrado durante la visita de Netanyahu a Ucrania sobre un plan secreto para alentar la emigración palestina de Gaza ha generado cierta inquietud en la derecha. Pero si estos informes han llevado a alguien a hacer planes para repoblar los asentamientos evacuados de Netzarim y Gush Katif, harían bien en contener esas esperanzas.

En los últimos meses, Netanyahu ha obtenido informes de inteligencia que indican que casi 35 mil palestinos, entre ellos médicos, farmacéuticos y jóvenes con títulos universitarios han abandonado Gaza en los últimos dos años, debido a la desesperación por la situación económica y el bloqueo.

Pero esta cifra, aunque alta, no altera el equilibrio demográfico de manera significativa. La tasa de natalidad en Gaza sigue siendo alta, mientras que la demanda de profesionales palestinos en otros países es limitada. Y la resistencia a aceptar el dinero israelí para irse, que se consideraría equivalente a una traición contra la idea nacional palestina, seguramente sería enorme.

Evidentemente, esta fue sólo otra declaración de víspera de elecciones para persuadir a más derechistas ideológicos a votar por Netanyahu. Hasta donde se sabe, las posibilidades de llevar a cabo tal política son escasas. Pero en cualquier caso, el objetivo principal de Netanyahu de crear titulares para las noticias de la noche, ya se ha logrado.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico

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