Enlace Judío México e Israel.- Filón vivió en el siglo 1 e.c. en Alejandría, una ciudad cosmopolita con instituciones centrales de la cultura griega donde según datos de él mismo vivían 7 millones de personas, de las cuales un millón eran judías, una ciudad de navegación, que tenía un Gran Faro, una de las siete maravillas del mundo antiguo.

MARGARETH MICHAN

Alejandría, además de ser una ciudad comercial, también era una ciudad cultural, donde habitaban grandes sabios, contaban con un museo, una universidad, escuelas griegas y la famosa biblioteca de Alejandría, la más grande del mundo antiguo, que tenía textos de múltiples culturas.

En este contexto cultural nace Filón, que sabemos poco de su biografía, pero los académicos coinciden en que fue un judío creyente proveniente de una familia prestigiada, que también tuvo formación griega.

En Alejandría existía una elite intelectual judía, donde Filón era el más destacado, su obra se rescató casi por completa, hay textos que se conservaron en griego y otros en armenio, pero ya están traducidos a varios idiomas.

Gran parte de su obra son comentarios bíblicos, tratados breves, de distintos personajes como Noaj, muchos sobre Abraham, Joseph y Moshé. También tiene textos filosóficos generales, textos del emperador Calígula y la descripción de un pogrom en Alejandría.

Uno de sus aportes fue el desarrollar el método alegórico, que viene a solucionar un conflicto que se da en el lector, cuando se presenta un texto en comparación de otro; por ejemplo, la Torá frente a los filósofos griegos. Esta metodología no es creación de Filón pero es el primero que sistematiza la alegoría de la Torá, en unir la fe y la razón con la sabiduría bíblica, dando relevancia al texto bíblico y un significativo para la vida de las personas usando elementos eclécticos. Filósofos judíos y místicos de la cabalá, en épocas posteriores, difunden su obra exaltando el descubrimiento de alusiones a los secretos divinos en la Torá y la existencia de categorías intermedias entre Dios Supremo y el mundo creado.

Vivir en el siglo XXI nos da el privilegio de ser herederos de grandes figuras y pensamientos que hasta hoy podemos conocer y analizar, sin duda alguna Shlomo Hamelej tenía razón cuando afirmó en Kohelet 1:9  “Lo que fue, eso será, y lo que se hizo, eso se hará; no hay nada nuevo bajo el sol”.

 

 

*Margareth Michan Djaddah es licenciada en Ciencias de la Educación con Maestría en Estudios Judaicos. Cuenta con más de 20 años de experiencia de trabajo en educación, como directora, docente, diseño curricular, formación de profesores, entre otros… Apasionada de aprender, enseñar, compartir y aportar.

 

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