Enlace Judío México e Israel.- El Gobierno iraní está avanzando en su programa nuclear a un ritmo más rápido.

MAJID RAFIZADEH

Hace poco, la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI) declaró que Teherán había dado el tercer paso para aumentar sus actividades nucleares al activar unas centrifugadoras avanzadas: 20 IR-4 y 20 IR-6.

Los dos pasos que ya había dado Teherán son: aumentar la reserva de uranio enriquecido más allá del límite de los 300 kg, fijado por el Plan de Acción Conjunto y Completo (PACC), y enriquecer uranio a niveles más allá del límite del 3,67%.

Por sus prisas para desarrollar capacidad nuclear, la República Islámica de Irán también está ampliando sus trabajos de investigación y desarrollo más allá de lo establecido por el PACC. Behruz Kamalvandi, portavoz de la agencia nuclear iraní, dijo en una rueda de prensa televisada: “Hemos empezado a retirar los límites a nuestra investigación y desarrollo impuestos por el acuerdo (…) Eso incluirá el desarrollo de centrifugadoras más rápidas y avanzadas”.

Los mulás gobernantes alegan que los últimos pasos y vulneraciones de Irán del acuerdo nuclear son culpa del Gobierno de EE.UU, porque la Administración Trump se retiró del PACC, pero eso es una mentira. Hay nuevas evidencias que demuestran que el establishment teocrático de Irán vulneró el acuerdo nuclear desde que la Administración Obama y Teherán lo acordaron en 2015.

Para ser claros: ¿se acuerdan de cuando el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidió al director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, que inspeccionara inmediatamente un “almacén atómico” en Irán el año pasado?

Netanyahu afirmó en su discurso ante la Asamblea General de la ONU que Irán tenía un “almacén nuclear secreto para guardar enormes cantidades de equipos y materiales del programa de armas nucleares iraní”. Teherán sostuvo que el almacén, ubicado en Turquz Abad, una localidad de la periferia de Teherán, era un lugar donde se limpiaban alfombras.

Al mismo tiempo, dos organizaciones no partidistas con sede en Washington —el Institute for Science and International Security (ISIS) y la Foundation for the Defense of Democracies (FDD)— también publicaron informes detallados sobre las instalaciones nucleares clandestinas y no declaradas de Irán.

El OIEA ignoró al principio los informes. Esto no debería sorprender: el OIEA tiene un largo historial de informaciones erróneas respecto al cumplimiento de la República Islámica del acuerdo y ha rehusado hacer seguimiento de informes creíbles sobre las actividades nucleares ilícitas de Irán. El Consejo Nacional de Resistencia de Irán, el grupo en la oposición, reveló los lugares nucleares clandestinos en Natanz y Arak.

En cualquier caso, después de que se ejerciera bastante presión sobre la OIEA, de que su director falleciera y de que Irán pudiese sacar los materiales sospechosos de las instalaciones nucleares secretas, se implementó hace poco la inspección del lugar.

¿Cuál fue el resultado? Aunque los líderes iraníes habían limpiado las instalaciones, los inspectores de la OIEA detectaron restos de uranio radiactivo en el lugar. La advertencia de Israel y otros informes eran correctos.

Ahora, Teherán se niega a responder a las preguntas de la OIEA sobre las instalaciones secretas. Y, lo que es más importante, uno de los requisitos más fundamentales del acuerdo nuclear (mientras duró) era que Irán tenía que informar de sus actividades nucleares al OIEA, una condición que incumplió descaradamente.

Es decir, la detección de partículas radiactivas en Teherán, la renuencia de Irán a responder simples preguntas sobre las instalaciones secretas y las evidencias no partidistas sobre las actividades nucleares de Irán en el lugar señalan que lo más probable es que Teherán haya incumplido el acuerdo nuclear desde que se alcanzó.

Cabría preguntarse dónde están los firmes defensores del acuerdo nuclear después de las nuevas pruebas que revelan que Irán lleva mucho tiempo vulnerando el acuerdo nuclear y persiguiendo sus ambiciones nucleares. Guardan silencio.

La comunidad internacional se haría un gran servicio a sí misma si reconociese que el acuerdo nuclear no fue más que un acuerdo favorable a los mulás que le procuró a los clérigos que gobiernan Irán miles de millones de dólares para proseguir sus actividades antiamericanas, antisemitas, contra los ciudadanos iraníes y a favor del terrorismo, mientras les sirvió de cobertura para perseguir sus ambiciones nucleares.

 

 

Fuente: es.gatestoneinstitute.org