Enlace Judío México e Israel.- Los incidentes y acciones violentas (antisemitismo) contra los judíos se han multiplicado en el mundo en lo que va del año; igualmente se han incrementado los ataques contra civiles y soldados israelíes por parte de jóvenes terroristas palestinos.

LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO

La alarma de protestas se prendió cuando el pasado 9 de octubre, en la celebración de Yom Kipur, la más sagrada para los judíos, un joven de 27 años, rapado, intentó entrar a la sinagoga de Halle, en Alemania, donde 80 personas participaban en los servicios religiosos; empero, no logró vulnerar la traba de las puertas de acceso, dejó entonces un artefacto explosivo junto al cementerio judío aleñado y luego disparó en la calle y contra un local de comidas turco cercano. Mató a dos personas, antes de darse a la fuga; todo su periplo fue transmitido por una plataforma Twich que llevaba en su casco.

El atacante de la sinagoga fue detenido más tarde, llevaba un arsenal de explosivos en su coche; declaró que pensaba realizar una masacre en la sinagoga, admitió tener una motivación de extrema derecha y antisemita, profirió insultos contra los judíos a los que culpa de todos los problemas. Negó el Holocausto. El perfil de este extremista existe entre otros racistas radicales de Europa y EUA, principalmente.

En este contexto, resultan inverosímiles y repudiables los incidentes antisemitas que se registran en el mundo, que por ejemplo en la capital de Australia, al inicio de octubre, se presentaron dos casos de acoso escolar con carácter antisemita a 2 niños judíos de 12 y 5 años respectivamente; ciertamente, “un niño de 12 años fue obligado a arrodillarse y besarle los zapatos a un compañero musulmán de la escuela, ante la amenaza de que sería golpeado por otros niños si no lo hacía” le pegaron en la cara y resultó con heridas en la parte superior del cuerpo. Ninguna medida fue tomada contra los niños golpeadores, la escuela “se lavó las manos”; la madre del niño musulmán dijo “sentirse horrorizada” por la acción de su hijo, sin embargo, es obvio que el niño musulmán vive en un entorno en el que aprendió a odiar a los judíos.

Por otra parte, en la misma ciudad australiana un niño judío de 5 años fue hostigado con insultos antisemitas: cucaracha judía y sucio judío, ya había sido acosado previamente por sus compañeros en los baños de la escuela por su pene circuncidado.

De acuerdo a la Comisión de Antidifamación del organismo judío de Australia, se alertó sobre el rápido aumento de acoso antisemita en escuelas judías, mismas que han aumentado sus medidas de seguridad y algunas familias están trasladando a sus hijos de escuelas públicas a escuelas privadas judías. En Australia, país que ha abierto las puertas a inmigrantes, hay temor en la comunidad judía, 91,000 personas, ante la posibilidad de una mayor radicalización musulmana; los musulmanes que viven en el país suman alrededor de medio millón.

Una tendencia antisemita que se multiplica en el mundo es la vandalización de cementerios. En este sentido, en la víspera del año nuevo judío, Rosh Hashaná, el 29 de septiembre pasado, el cementerio comunitario judío de Tablada, en Buenos Aires, Argentina, sufrió una agresión que provocó la destrucción de más de 15 metros de los muros perimetrales, la afectación de tumbas y el robo de placas de bronce. Argentina, país donde viven 180,000 judíos, ha sido testigo de varios casos de violencia antisemita en lo que va del año. En febrero, nueve lápidas fueron saqueadas en el cementerio judío de la provincia de San Luis.

Asimismo, esvásticas y epítetos antisemitas fueron dibujados en al menos 30 lápidas en el sur de Massachusetts, EUA. Entre los grafitis escritos en marcador negro estaban los que decían: “Heil Hitler; Hitler tenía razón, expulsar a los judíos”, la policía local solo dijo que “está investigando el incidente”; el cual seguramente pronto será olvidado. Las profanaciones de cementerios se repiten en varios Estados de ese país y en diferentes naciones de Europa, principalmente.

En este entorno antisemita en EUA cobran fuerza los incidentes antisemitas, los judíos estadounidenses están conmocionados por la multiplicación de los mismos. En EUA, donde viven alrededor de 7 millones de judíos, 2.0% de la población total de ese país, hasta hace relativamente poco tiempo, un número importante de judíos estadounidenses creían que el peor antisemitismo estaba en Europa, un vestigio del Viejo Continente.

Los judíos estadounidenses eran bienvenidos en las universidades, los clubs campestres y en los Consejos Consultivos de empresas e instituciones. Un hecho reciente que hizo conciencia del entorno antisemita en el país fue la masacre en la Sinagoga de Pittsburgh en Pensilvania en octubre del 2018, cuando un individuo de 46 años, armado, irrumpió en el Templo Árbol de la Vida y asesinó a 11 personas e hirió a otras 6, considerado como el ataque antisemita “más mortífero de las últimas décadas en EUA”. El atacante fue detenido y trasladado a un hospital tras protagonizar un enfrentamiento con las fuerzas del orden. Robert Bowers, el pistolero, al tratar de entrar a la sinagoga gritó “todos los judíos deben morir”.

Los vecinos de Bowers lo describieron como un “fantasma” y de pocas relaciones sociales. Bowers realizó publicaciones antisemitas en redes sociales hacia organizaciones judías en las semanas previas al tiroteo. También hacía referencia a la teoría de la conspiración del genocidio blanco. Poco antes del ataque publicó en redes sociales “que invasores matan a nuestra gente, (referidos a los judíos) no puedo quedarme sentado a ver cómo mi gente es asesinada”; también señaló que el presidente Donald Trump era “un globalista, no un nacionalista” y supuestamente controlado por los judíos. Agregó que “se debe asegurar la existencia de nuestra raza y un futuro para los niños blancos”.

Así, al mismo tiempo que los judíos sentían una aceptación sin precedentes en EUA, el clima se volvía cada vez más hostil; y se intensificó en los años posteriores a la elección de Trump; esto sucedía en un momento en el que los ataques a judíos también aumentaban en Europa. Escuelas, Centros judíos y cementerios, entre otros, han aumentado las medidas de seguridad. Por otra parte, se han elevado las amenazas de bomba y la literatura antisemita en los campus universitarios y los afiches en barrios judíos. A la vez, los mensajes subliminales resuenan entre los supremacistas blancos y los antisemitas en medios gubernamentales y miembros del Consejo. Los comentarios grotescos sobre los judíos se han hecho parte de su discurso público.

Por lo demás, en muchos campos universitarios de EUA el antisemitismo se ha convertido en un tema delicado donde Israel es el detonante de la controversia. La crítica a Israel, particularmente de los estudiantes palestinos, y en general musulmanes, de diferentes países, es que acusan a Israel de aplicar medidas de apartheid en los “territorios palestinos”.

El área Metropolitana de Nueva York, donde residen 1.8 millones de judíos, constituye un epicentro del antisemitismo, sobre todo en los barrios judíos religiosos, donde frecuentemente son golpeados e insultados. De un total de 311 crímenes de odio registrados en los primeros meses del 2019, 52.0% fueron contra los judíos.

En este entorno de antisemitismo, Devora E Lipstad, profesora en la Universidad Emory de Atlanta, EUA, especializada en la historia del Holocausto, mencionó que no quería asustar a nadie, porque en ciertos sentidos “las cosas habían estado mejor” para los judíos en EUA, sin embargo, comparó al antisemitismo con una infección de herpes que resurge en momentos de estrés. Nunca se va del todo, sin importar cuan integrados estén los judíos en EUA.

Eva Schloss, de 90 años, que sobrevivió 9 meses en el campo de exterminio nazi de Auschwitz, advirtió que el mundo aún no ha aprendido las lecciones del Holocausto. El mundo dijo “nunca más” después del Holocausto, cuando los alemanes exterminaron a seis millones de judíos, lamentablemente la gente no ha aprendido la lección, la misma discriminación, el mismo odio persiste. Esa es la tragedia, todavía cometemos los mismos errores. A los refugiados que huyen de la violencia a menudo se les ha negado ayuda en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Schloss no solo ha culpado a los nazis del Holocausto también al pueblo alemán “que era demasiado como para enfrentarse a Hitler y al mundo entero que le dio la espalda y se negó a ayudar a los refugiados judíos”. “Esas personas que son espectadoras y no querían ayudar y no les importaba, por supuesto, son igualmente responsables”.

El presidente de Francia, Emmanuel Macrón, ha deplorado el resurgimiento del antisemitismo sin precedentes después de muchos años en Francia y en el conjunto de Europa y en la casi totalidad de las democracias occidentales. “El antisemitismo no es problema de los judíos”; es de todos que lo toleran y no hacen nada para combatirlo.

 

 

 

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