Enlace Judío México e Israel.- Estamos acostumbrados a descartarlo cuando escuchamos de alguien que ha sido tratado por ansiedad debido a sirenas de cohetes, pero esas personas cargan las heridas del Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), y eso sin mencionar siquiera a los niños que crecen en constante peligro.

OREN HELMAN

¿Cuántas veces hemos escuchado que, “como resultado del disparo de cohetes, muchas personas fueron tratadas por ansiedad” durante los ataques desde Gaza? ¿Cuántas veces hemos dado un suspiro de alivio y agradecido a Di-s que no hubo heridos?

La verdad es que, aquellos tratados por ansiedad también son heridos, algunos llevarán como una cicatriz el Trastorno de Estrés Postraumático.

Ninguno de nosotros puede entender verdaderamente lo que sucede en el alma misma de una persona, cuáles son las consecuencias para un chico viviendo en una realidad que incluye sirenas de cohetes constantes, bombardeos con cohetes, fuego vivo, explosiones y correr para encontrar un refugio.

Tampoco podemos entender lo que sucede en la mente de una persona que tiene que manejar con las ventanillas abiertas para no perderse las sirenas de cohetes o se ve forzada a dormir al lado de un refugio antibombas.

No podemos saber cómo es ser un estudiante que está aterrorizado de ir a la escuela, o el padre de tal niño, quien seguramente está igual de temeroso de ver a su niño partir.

Estas son personas que no tienen rutina en sus vidas, personas que viven constantemente en un estado de flujo impredecible.

Toda esta inestabilidad puede llevar al TEPT, acompañado y amplificado por una sensación de miedo, temor e indefensión y un trastorno general para la forma de vida de esa persona.

Frente a nuestros mismos ojos estamos viendo a una generación entera creciendo con una posibilidad muy elevada de TEPT, que es nada menos que una discapacidad mental, pero a diferencia de una silla de ruedas o muletas, no es tan instantáneamente visible.

Lidiar con tal discapacidad es difícil tanto para el que la sufre como para su entorno inmediato. Nosotros vemos normalmente a la gente permanecer lejos de, retroceder ante e incluso estigmatizar a la gente con problemas mentales.

Hay una falta de disposición a integrarlas, incapacidad para entenderlas, y falta de capacidad para saber verdaderamente lo que están atravesando.
A veces sentimos que es más que lo que podemos manejar y como sociedad tendemos a aislarlos e ignorarlos.

Imaginen si quieren, a una persona que está constantemente cansada cuando va a trabajar, a veces incluso llegan tarde–es una situación molesta que podría resultar en su despido.

Pero si profundizamos más, tratamos de entender lo que está sucediendo y hablamos con el trabajador, o incluso su familia, podemos descubrir que están sufriendo de trauma debido a una de las guerras de Israel.

Tal vez estén sufriendo TEPT y eso está causando que tengan pesadillas. ¿Quizás es el motivo por el que están constantemente cansados y llegan tarde? Quizás ellos sean una de las víctimas de la realidad difícil de Israel.

Si miramos más profundo y tratamos de observar el cuadro entero, podemos ser capaces de sostener, abrazar, aceptar y ayudar a nuestros compatriotas, y es nada menos que nuestro deber hacerlo.

 

 

Fuente: Yedioth Ahronoth
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México