Enlace Judío México e Israel – El antiguo Imperio egipcio dejó una huella artística y arquitectónica notable. Entre los muchos tesoros que se custodian en distintas partes del mundo, los sarcófagos ocupan un espacio importante en el imaginario colectivo. 

 

Eran tiempos ancestrales cuando una cultura muy peculiar se desarrolló en el norte de África, conformada de una distinguida capacidad, esta cultura logró crear un imperio que duró más de 3,000 años, el imponente y majestuoso Imperio egipcio. 

Parte esencial del Imperio egipcio fueron sus faraones, entre ellos Ramsés el Grande, que logró escribir su nombre en la historia. Entre muchas otras cosas, Ramsés es recordado por su gran harem de mujeres; se dice que este faraón llegó a procrear más de 90 hijos, sin embargo, su mayor herencia la dejó en piedra, pues su obsesión por la construcción provocó que tengamos edificaciones majestuosas del Egipto antiguo, edificaciones que, claro, perduran hasta hoy.

Las pirámides egipcias son tan impresionantes por fuera como lo son por dentro; si bien se despliegan hacia lo alto con una belleza única, también crecen al interior, pues poseen por dentro túneles subterráneos que conducen hacia sarcófagos con gran precisión. 

Dentro de sus inmensos muros, las pirámides guardaron tesoros ocultos, muchos de los cuales fueron saqueados por diferentes invasores. 

En el antiguo Egipto, los difuntos solían ser enterrados con valiosas joyas y objetos, pues se pensaba que estos les serían de utilidad en la siguiente vida. Con el paso del tiempo, estos valiosos aditamentos cobraron un gran valor tanto histórico como material. Sin embargo, el tiempo de saqueo llegó.

Durante los primeros siglos después de Cristo, el Imperio romano destruyó muchos de los vestigios egipcios; aunado a ello, una gran parte de la profanación de momias se dio en la Edad Media, pues se creía que un producto existente en sus mortajas era un ingrediente afrodisiaco y medicinal; fue bajo este argumento que cientos de momias fueron profanadas y mal utilizadas durante la Edad Media y su ignorancia tan perjudicial. 

En contrapeso, algunos nativos del lugar movieron decenas de sarcófagos para esconderlos en tierras más inhóspitas, alejándolos del olfato de ladrones y usureros; muchos de estos sarcófagos fueron encontrados en 1870 y transportados a distintos museos. Desde aquellos años hasta la actualidad, docenas de sarcófagos son cuidados y preservados en distintas partes del mundo con toda la tecnología existente de hoy en día. 

 

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío