"Latinoamérica es presa de un narcosocialismo": Gloria Álvarez

Enlace Judío México e Israel – La polémica figura mediática guatemalteca, Gloria Álvarez, conversó con este medio tras participar en un debate sobre el aborto en La Ciudad de las Ideas, en Puebla. Álvarez, quien dice defender ideas libertarias, ha hecho una guerra mediática contra el populismo en América Latina.

La politóloga y figura mediática guatemalteca, cuya fama se encumbró tras la publicación de un video que gracias a las redes sociales se volvió viral en 2014, presentó de manera simbólica su candidatura a la Presidencia de Guatemala.

“Realmente mi candidatura es simbólica porque en Guatemala hay que tener 40 años para ser presidente y, como en toda democracia bananera, las candidaturas independientes no son legales, así que mi candidatura fue simbólica porque estoy cansada de la mediocridad de los candidatos.”

Su plataforma política “consistía en 15 propuestas, cinco no negociables y 10 para que la gente escogiera. Entre las cinco no negociables está la descentralización fiscal de Guatemala, que cada departamento sea dueño de sus impuestos y los administre; está una reducción de los 14 ministerios y 15 secretarías del Ejecutivo a solo cuatro ministerios y desaparecer todas las secretarías; $.50 centavos de cada quetzal a seguridad y justicia, cuando actualmente solo se gastan dos centavos… Y en las cuestiones donde dejé que la gente pudiera escoger están temas como la legalización de la mariguana, del casamiento gay, de la adopción homoparental, del aborto, de la prostitución, de la venta de órganos, de la eutanasia, incluso la legalización de la cocaína.”

Respecto a este último tema, Álvarez opina “que todo lo que es ilegal cae en manos de mafias corruptas y Latinoamérica es presa de un narcosocialismo, de una narcoviolencia y una narcopolítica que no nos vamos a quitar de encima hasta que las drogas no sean mercados legales que paguen impuestos y sean transparentes.”

Álvarez ha publicado varios libros como parte de su cruzada contra el socialismo, la izquierda y también el pensamiento conservador. Lo que no le impidió dar una conferencia durante la campaña presidencial de México de 2018, ante el plenario del Partido Acción Nacional, férreo opositor del aborto, de la legalización de las drogas y de muchas otras de las causas que ella defiende.

“La Constitución de Guatemala dice que somos un estado laico donde supuestamente hay una separación de Iglesia y Estado, entonces no debería de haber legislación que se enfoque en dogmas sino en lógicas y políticas públicas. Yo, en lo personal, soy atea; creo que cada quien tiene el derecho a tener la creencia que quiera pero no tiene ni el derecho constitucional ni político ni económico de forzar a otros a vivir bajo legislaciones que obedecen a su religión.”

Cita como ejemplos la prostitución, la educación sexual, el aborto, el matrimonio gay, la adopción homoparental, “son todas ilegales en mi país por lógicas… o, mejor dicho, no lógicas: dogmas religiosos.”

Respecto a la relación entre Guatemala e Israel, la polémica conductora dice que “Guatemala, en muchos aspectos, baila al son que los gringos toquen, entonces a veces no es por políticas propias que actúan los presidentes sino que esperan a ver qué es lo que Estados Unidos hace para ellos hacer lo mismo. Lo mismo con nuestra participación en la creación del Estado de Israel. Los pueblos de Israel y Guatemala han sido aliados desde que en 1948 Guatemala votó, y creo que fueron los últimos en votar, a favor de la creación del Estado de Israel, pero como te digo, pues sí, hay una tradición y una hermandad entre estas dos naciones pero si Estados Unidos hubiera votado lo opuesto, no creo que Guatemala hubiera tenido el valor de votar por ahí.”

Su visión sobre la democracia y el Estado también parece radical. Piensa que el modelo democrático es obsoleto y que las naciones estado van a fracasar. “Es un proceso que, a diferencia de la tecnología, de la ciencia, la modernidad (que) va avanzando a pasos agigantados, los gobiernos son dinosaurios obsoletos que ya no responden a las lógicas de un mundo globalizado.”

También opina que “los patriotismos y los nacionalismos férreos se usan como excusa para odiar al diferente y no nos permiten avanzar.”

En cambio, piensa que el camino para los pueblos es “que se desarrolle de una manera espontánea la manera en que los ciudadanos quieran gobernarse. Creo que las imposiciones forzosas no sirven de nada.”

Acerca del debate que sostuvo con otras siete mujeres respecto al aborto, como parte de su presentación en La Ciudad de las Ideas, dice que “hay muchas cosas en las que coincido (con las detractoras del aborto), como el hecho de que la maternidad es algo maravilloso y por lo mismo de que es algo maravilloso no debería de ser impuesto a una mujer cuando ella no lo ha decidido.”

Abunda: “Creo que más que la vida en sí misma, la calidad de vida es lo que importa, y no solo la calidad de vida del niño sino también la de la madre, y por su puesto, donde yo creo que ellas sí están de acuerdo conmigo, es en que yo no estoy de acuerdo en que los impuestos de la gente que está en contra del aborto sean utilizados para pagar abortos. Yo estoy de acuerdo en legalizar el aborto pero no en que se usen los impuestos de otra gente para pagar los abortos de gente que sí los quiere.”

Dice que criminalizar o avergonzar a las mujeres y llamarlas “asesinas” no sirve de nada. “De hecho, hay más abortos ilegales que legales en el mundo y ponen en peligro la vida de la madre.” También piensa que las mujeres deben ser más activas en la discusión “porque, en mi experiencia, en América Latina, se expresan más los hombres que las mujeres, y no son ellos los que están en la probabilidad de quedar embarazados, ¿verdad?”

Para concluir la entrevista con Enlace Judío, Álvarez opina que “los derechos o las libertades están ahí para que tú las tomes, nadie te las tiene que dar en bandeja de plata y por lo mismo es que tenemos que hablar de los temas que, por dogmas religiosos, por tradiciones han puesto a la mujer en una situación de silencio y complacencia más que de participación activa.”