Enlace Judío México / Rab. Shlomo Katz – Hace unas semanas se leyó la perashá de Vayera, lo primero que vemos en esta porción de Torá es a Abraham sentado en su tienda recuperándose de la circuncisión y recibiendo la visita de D-os mismo. De repente Abraham ve a tres “hombres” (en realidad son ángeles) que se acercan y deja a D-os para saludarlos y atenderlos. De aquí aprendemos que atender a los huéspedes tiene mayor importancia incluso que ver la cara de la Shejiná, la Presencia Divina.

Rab. Yaakov Yosef z’’l (1843 – 1902 rabino principal de Nueva York) escribe: También aprendemos de aquí que existe una mitzvá (mandato) de hacer actos de bondad incluso por aquellas personas que probablemente no lo necesitan, al contrario del mandato de tzedaká, que se cumple únicamente si la persona lo necesita. Los huéspedes de Abraham son ángeles, y los ángeles no tienen necesidades; aún así, Abraham abandona la Presencia Divina para atenderlos. ¿Podría argumentarse que Abraham actuó de esta forma bajo la suposición de que eran hombres? No puede ser así, puesto que D-os no hubiera permitido que Abraham se equivocará e hiciera sin conocimiento aquello que no estuviera dispuesto a hacer de forma consciente.

Es decir, Abraham no hubiera dejado de hablar con D-os por una acción que no es una mitzvá, no hubiera dejado de dar a los ángeles sabiendo que eran ángeles. Lo cual nos enseña que el mandato de atender a huéspedes aplica incluso a los huéspedes que no necesitan de nuestra hospitalidad. ¿Por qué es esto así? y ¿Por qué se nos dice que el mandato en el que más destacaba Abraham justo es el de dar hospitalidad? ¿Por qué se relaciona a Abraham específicamente con este mandato?

Los sabios nos enseñan que Abraham fue la primer persona en llamar a D-os “Adon” / “Señor.” Abraham reconoció que D-os es nuestro Señor y que nosotros somos sus sirvientes. Esa es la razón por la que los sabios nos enseñan que no existe la recompensa en este mundo. Para ellos, todos somos sirvientes y servimos sin pagar. Eso significa que D-os cuida de nosotros tengamos muchos méritos sobre nuestras espaldas o pocos. La hospitalidad de Abraham emulaba a aquella de D-os, Quién cuida de todos Sus “huéspedes,” tengan necesidad de Su caridad o no.

El midrash nos dice que los ángeles se aparecieron frente a Abraham como hombres, como idolatras incluso, sin embargo, se le aparecieron a Lot en su forma verdadera. Lot no hubiera recibido a dolatras cualquiera en su casa, sin embargo, la hospitalidad de Abraham era como la de D-os, no discriminaba entre los hombres. (L’vait Yaakov, Drush 27).

Fuente: torah.org