Enlace Judío México e Israel.- El líder sindical Corbyn atrajo a jóvenes partidarios, pero el público en general no le agradeció su negativa a adoptar una posición sobre el Brexit, las acusaciones de odio a los judíos y la simpatía por terroristas
ALICE RITCHIE y ROBIN MILLARD
Jeremy Corbyn esperaba convertirse en la vanguardia de un movimiento socialista global, pero renunciará humillado después de presidir la peor derrota electoral de su partido desde 1935.
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Para sus seguidores, el hombre de 70 años ofreció la oportunidad de cumplir una agenda radical de izquierda, sacudiendo la economía y revirtiendo una década de recortes conservadores en el gasto público.
Su visión atrajo a multitud de jóvenes partidarios, el respaldo de celebridades y de otras figuras del movimiento socialista global, con la congresista estadounidense de alto perfil Alexandria Ocasio-Cortez enviando un tuit de apoyo el día de la votación.
Pero el público en general no pudo acercarse a él, una situación que empeoró por su negativa a adoptar una posición sobre el Brexit y las acusaciones de antisemitismo y simpatizar con los terroristas.
Con dos escaños por declarar, los conservadores del primer ministro Boris Johnson infligieron la peor pérdida del Partido Laborista desde 1935.
Uno de los primeros resultados enfatizó los problemas del Laborismo, con el antiguo asiento seguro de Blyth Valley en un área minera por única vez en el noreste de Inglaterra votando Tory por primera vez en su historia.
Cuando anunció que renunciaría como líder, Corbyn defendió su “manifiesto de esperanza” y mantuvo que sus propuestas eran “extremadamente populares” durante la campaña. Pero su mensaje fue eclipsado por el Brexit.
Los críticos de centro del partidoo se dirigieron al líder, mientras que el hashtag #Corbynout rápidamente se hizo tendencia en las redes sociales.
“Esencialmente, la elección fue un referéndum sobre Corbyn“, dijo Andrew Adonis, quien se desempeñó como ministro bajo el ex primer ministro laborista Tony Blair.
Neutralidad Brexit
Barbudo y abstemio, al que le encanta hacer mermeladas y detectar tapas de alcantarillas, Corbyn fue un activista de por vida sobre las causas socialistas que pasó muchos años felizmente al margen del Partido Laborista.
Pero se presentó para el liderazgo laborista en 2015 para garantizar que se representara una voz de izquierda, y sorprendió a todos al ganar, impulsado al poder gracias al apoyo de base.
Él atrae absoluta adoración de jóvenes partidarios en los centros urbanos más grandes de Inglaterra, y en las elecciones de 2017 lo utilizó con gran efecto.
Realizó grandes manifestaciones en todo el país, y ese año decenas de miles cantaron su nombre cuando se dirigió al Festival de Glastonbury.
Pero perdió parte de su brillo para muchos jóvenes proeuropeos con su postura ambivalente sobre el Brexit, y el público en general no estaba convencido.
Entró en estas elecciones como el líder de oposición más impopular en disputar un voto británico.
Corbyn causó algunos problemas a Johnson al acusar al primer ministro de conspirar para vender el Servicio Nacional de Salud en un acuerdo comercial “tóxico” posterior al Brexit con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Sus advertencias sobre el impacto de años de austeridad también ayudaron a cambiar el debate, con los conservadores prometiendo más dinero para los servicios públicos.
Pero con Brexit, fue acusado de falta de liderazgo en el tema más importante del día.
Ya había habido una rebelión sobre su liderazgo después de la votación del referéndum de junio de 2016 para abandonar la UE, por su desempeño deslucido en la campaña oficial del Laborismo para quedarse.
Como euroescéptico de toda la vida, más tarde aceptó la política del Laborismo de convocar un segundo referéndum, pero dijo que se mantendría neutral.
Temores de seguridad
Corbyn proviene de un entorno socialista impecable: sus padres se conocieron como activistas en Gran Bretaña durante la Guerra Civil española.
Pero admite que como estudiante “no tuvo éxito académico“. Trabajó para los sindicatos antes de ser elegido para la Cámara de los Comunes en 1983.
Los conservadores acusaron a Corbyn de ofrecer solo más incertidumbre sobre el Brexit y lo retrataron como un teórico desesperado de la conspiración.
También advirtieron que era un riesgo para la seguridad, una opinión que se hizo eco de un miembro de su banco delantero.
Corbyn, quien tiene una larga historia de oposición a las intervenciones militares británicas y estadounidenses, también ha sido acusado de simpatizar con organizaciones terroristas prohibidas, desde el IRA hasta Hamás.
También destacaron las acusaciones de antisemitismo que florecieron en el movimiento laborista bajo su dirección.
El rabino más importante de Gran Bretaña sugirió que el antisemitismo era un “nuevo veneno” dentro del partido, que había sido “sancionado desde la cúspide“.
Corbyn no logró amortiguar la disputa durante una entrevista televisiva con la BBC, evitando repetidas oportunidades de disculparse con la comunidad judía de Gran Bretaña.
También puede ser irritable y evasivo cuando se lo desafía, como en 2018 sobre si había puesto una corona de flores para los terroristas palestinos cuatro años antes.
La tercera esposa del aficionado al fútbol del Arsenal es Laura Álvarez, quien es 20 años menor que él y dirige una empresa que importa café de su México natal.
Fuente: The Times of Israel
