Mi fiesta preferida.

Januka!!

Es la fiesta que engloba Milagro, Tradición, Juego y Sensaciones.

La Menorah juega un papel destacado en la tradición. Ella parece ocupar el símbolo central del Judaísmo; porque las llamas encendidas de la menorá encapsulan el propósito mismo de nuestras vidas: iluminar nuestro entorno.

Cada uno de nosotros debe ser una “menorá andante”, iluminando a todos y todo lo que nos encontramos. Vivimos en un mundo oscuro y frío. Muchos de nosotros estamos confundidos; otros se sienten solos. Es difícil encontrar nuestro camino en un mundo material que oculta el camino de la verdad.

Para ello tenemos “la tradición” que fusiona y transforma los propósitos de nuestra vida junto con los avatares de nuestra historia y existencia.

Se une el símbolo de la Menorah con el milagro de la vasija de aceite de oliva; para convertirse en Janukia, la misma idea, pero con un brazo extra y una luz superior que permea siempre por encima nuestro.

El milagro y la tradición tienen sendas distintas para expresarse.
El milagro busca “el juego” nuestro Sevivon (la perinola) como todo juego acepta la imaginación como una herramienta de interpretación de la verdad.

La tradición busca el sabor de los alimentos como las sufganiot y otros que se impregnan de los gustos de siempre con infinidad de diferentes formas. Dando espacio al secreto de: hacer lo mismo durante mucho tiempo y de la misma forma.

Januka, también tiene un mensaje estricto para nosotros.

Si no traes luz a este mundo, estás contribuyendo a su oscuridad. Como nos dice el Talmud, “cada generación que no reconstruye el Templo se considera como si lo hubiera destruido”. Palabras fuertes.

Porque no hay medio, entre lo oscuro y lo iluminado. Cada interacción nos ofrece la opción de transformar con plenitud nuestro entorno.

El milagro y la tradición somos nosotros, el juego y las sensaciones son nuestros caminos. No es suficiente encender una llama, debes asegurarte de que la llama tenga el poder de arder por sí misma.

Con esa combinación su influencia dura para siempre, porque no se trata de su presencia, sino de su poder para perpetuar.

Enciende las velas de Januka desde el domingo 22 al 29 de diciembre.

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Feliz Shabat y feliz Januka.
David Libersohn
Rabbi