#EnlaceJudío México e Israel.- Así como las langostas, la penúltima plaga de Egipto, terminaron los restos de comida que quedaban, de manera similar, una plaga de langostas, la peor en al menos 25 años, descendió a Somalia la semana pasada, destruyendo al menos 175,000 acres de tierras de cultivo.

ADAM ELIYAHU BERKOWITZ

“Pero haré juicio sobre la nación a la que servirán, y al final serán libres con gran riqueza”. Génesis 15:14 (The Israel Bible ™)

En 2017, una sequía que duró dos años comenzó en Somalia, dejando a más de 6 millones de personas, o la mitad de la población del país, enfrentando escasez de alimentos con varios suministros de agua imposible de beber por el riesgo de infecciones. Las autoridades informaron que 50 personas al día morían de hambre, informó Breaking Israel News.

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Así como las plagas en Egipto fueron una serie de desastres naturales que dejaron la tierra desprovista de alimentos, la sequía de dos años de Somalia fue seguida por una inundación antitética. En noviembre, las peores inundaciones en la historia moderna causadas por más de tres veces el promedio de lluvia durante los meses de invierno, desplazaron a más de un cuarto de millón de personas, destruyendo la infraestructura. Las autoridades se negaron a decir cuántas personas murieron en el desastre. Los cultivos que crecieron a raíz de la sequía fueron inundados y destruidos, elevando el espectro de la hambruna una vez más. Hasta 6,3 millones de personas se quedaron sin suministros suficientes de alimentos básicos.

Además de la sequía y el hambre, comenzaron a extenderse enfermedades como el cólera y el sarampión.

Las langostas, la penúltima plaga, terminaron los restos de comida que quedaban en Egipto. De manera similar, una plaga de langostas, la peor en al menos 25 años, descendió a Somalia la semana pasada, destruyendo al menos 175,000 acres de tierras de cultivo.

“Como el clima parece favorable para la reproducción de la langosta, existe una alta probabilidad de que la langosta continúe reproduciéndose hasta marzo-abril de 2020“, dijo el coordinador regional de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), David Phiri.

Como si eso no fuera suficiente, la nación africana fue golpeada por un brote de cólera en 2017 que está causando estragos sin cesar. El número total acumulado de casos sospechosos de cólera desde el comienzo de este brote en diciembre de 2017 fue de 9042, incluidas 46 muertes relacionadas. Más del 70% de los casos son niños menores de cinco años. Este brote contrasta con el telón de fondo de una caída del 60% en los casos mundiales de cólera.

Como esta serie de desastres naturales se hace eco de las plagas que golpearon a Egipto como castigo por su trato a los judíos, vale la pena echarle un vistazo al trato de Somalia al pueblo elegido. No hay una comunidad judía conocida en Somalia y casi el 100% de los siete millones de habitantes de la nación son musulmanes sunitas. Ayaan Hirsi Ali, una activista holandesa-estadounidense nacida en Somalia, es una defensora de la reforma del Islam, especialmente en relación con los problemas de las mujeres. Quizás menos conocida es su crítica al odio musulmán hacia los judíos presentes en su tierra natal.

En su autobiografía, Infidel, Ali escribe sobre el antisemitismo generalizado en Somalia y el mundo musulmán en general.

“Como niña que crecía en una familia musulmana, constantemente oía a mi madre, otros parientes y vecinos desear la muerte de judíos, a quienes consideraban nuestro enemigo más oscuro. Nuestros tutores religiosos y los predicadores en nuestras mezquitas reservan tiempo extra para rezar por la destrucción de los judíos”.

 “Solo si todos los judíos fueran destruidos vendría la paz para los musulmanes“, escribió.

En sus discursos, Ali describe cómo, cuando era adolescente, fue adoctrinada para creer que los judíos eran un enemigo subhumano y que Israel ocupa tierras musulmanas y debe ser destruido.

“El antisemitismo impulsado por el islamismo es el antisemitismo reinante de la época“, dijo en un discurso en Montreal en mayo. Explicó que el antisemitismo islámico es distinto de la variedad europea “clásica” o del movimiento de supremacía blanca de hoy.

“Se le presta poca atención (a eso) y eso es una pena porque es el odio judío más celoso y más potente“, dijo. “Ambos condenan a los judíos indiscriminadamente y buscan destruir el Estado de Israel“.

Advirtió que el antisemitismo islámico estaba alineado con el concepto de “despertar” narrativo de izquierda de justicia social que prevalece hoy en los campus, que calificó como “la nueva locura … de que todos están oprimidos, excepto los hombres blancos“.

En un artículo publicado en julio en The Wall Street Journal titulado “¿Puede Ilhan Omar superar su prejuicio?” Ali critica a los demócratas y, más específicamente, a la congresista Ilhan Omar por ser antisemita.

“Lo que dicen es que están en contra de todos los odios … no hay nada excepcional sobre el antisemitismo“, dijo. “Esto ha permitido a Omar y otra congresista activista palestina de Michigan decir que es la primera vez que Estados Unidos aprueba una resolución contra la islamofobia“.

Es importante tener en cuenta que el distrito de Omar en Minnesota es la diáspora somalí más grande del mundo. El distrito de Omar también tiene la distinción de ser el centro de reclutamiento para el Estado Islámico (ISIS) en los Estados Unidos.

El rabino Yeshayahu Hollander, ministro de Asuntos Exteriores del Sanedrín, reaccionó ante la cadena de catástrofes somalíes naturales con un descargo de responsabilidad.

“¿Puede ser una retribución divina, providencia todopoderosa?”, preguntó el rabino Hollander. “Es imposible saber qué hay en la mente de Dios, pero ¿no parece que estas personas que maldicen a los judíos están siendo maldecidas? Ciertamente es una posibilidad. Ciertamente no puedo saberlo, pero solo puedo tratar de interpretarlo basado en la Torá“.

Un estudio de la historia muestra que los países y las naciones que eran antisemitas sufrieron mucho por ello. Más alemanes murieron en la Segunda Guerra Mundial que judíos. Hoy son mucho menos antisemitas y tienen bastante éxito”.

“El odio a los judíos no es una política del gobierno de Estados Unidos … todavía“, señaló el rabino Hollander. “Hay antisemitas y el antisemitismo está en aumento, pero no es parte de su identidad o marco nacional. Es solo un problema en algunos sectores, ciertamente entre los musulmanes”.

“Desde los tiempos de la Biblia, Israel siempre ha sido el centro del choque de civilizaciones, ya sea Egipto y Babilonia o el Islam y Europa. No nos gusta, pero ahí es donde estamos. Israel es el pequeño Satanás en el conflicto con el Islam, pero Estados Unidos es el gran Satanás, el verdadero enemigo“.

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