Enlace Judío México e Israel – El Quinto Foro Mundial del Holocausto tuvo lugar el 23 de enero del 2020 en la Plaza del Gueto de Varsovia en la sede en Jerusalén de Yad Vashem (institución oficial israelí constituida en memoria de las víctimas del Holocausto).

El Dr. Moshé Kantor, presidente del evento, calificó de histórica y sin precedentes a la reunión del más alto nivel jamás celebrada en Israel sobre el tema del antisemitismo. El foro fue titulado “Recordando el Holocausto. Luchando contra el Antisemitismo”. Asistieron como invitados especiales 46 líderes de EUA, Reino Unido, Francia y Alemania, entre muchos otros países, así como presidentes, primeros ministros y líderes parlamentarios. El foro se realizó en un clima de odio contra los judíos en el mundo jamás visto desde la terminación de la Segunda Guerra Mundial. 

En el Quinto Foro Mundial del Holocausto también se conmemoró el 75 aniversario de la liberación del campo de concentración y exterminio de Auschwitz, construido por los nazis en Polonia, ubicado a 43 kilómetros al oeste de Cracovia, donde se calcula que fueron enviadas un millón trescientas mil personas, de las cuales murieron un millón cien mil, el 90.0% de ellos, judíos. En la década previa al Holocausto se observó un constante hostigamiento contra los judíos.

Las marcas del Holocausto no solo han sido visibles en los sobrevivientes del mismo. Fue una tragedia que trascendió y afectó sensiblemente a las siguientes generaciones. La insistencia en hablar sobre el Holocausto cuando ya quedan pocos sobrevivientes es porque pueden dar evidencia de los horrores del nazismo, que de alguna forma podría revivir. El genocidio nazi de los judíos fue único porque el nazismo alemán también fue único, aunque hay que destacar que los crímenes perpetuados por los nazis alcanzaron una dimensión de crímenes contra la humanidad. 

El escritor, documentalista, poeta y editor, Yaron Avitor, en su libro Escrito en la Ceniza, da cuenta del horror y de la crueldad del más alto nivel de brutalidad y de idiotez humanas que se engendró en la Segunda Guerra Mundial. “Fue la más horrorosa de todas las guerras de la historia de la humanidad, por lo menos 60 millones de víctimas, soldados y ciudadanos inocentes murieron en la contienda, entre ellos 6 millones de judíos. Los nazis decidieron exterminarlos en el marco de la Solución Final, que concibieron como parte de su teoría de la raza, teoría destinada a aniquilar a todas las razas del mundo consideradas como inferiores”.

El núcleo del nazismo alemán era su visión paranoica y trastornada del pueblo judío como una conspiración malvada de proporciones sobrenaturales, el cual por lo tanto tenía que ser borrado de la faz de la tierra. Este prejuicio e intolerancia estuvo y está reservado contra los judíos. En este sentido, el historiador del Holocausto Yehuda Bauer, de 93 años, profesor en la Universidad Hebrea de Jerusalén y que también se desempeña como asesor académico de Yad Vashem, menciona que existe un memorándum secreto que Hitler escribió a Hermann Göring (el segundo hombre más poderoso de Alemania) en agosto de 1936, en el que habló de la necesidad de que Alemania se preparara para la guerra en 4 años. De lo contrario, argumentó Hitler, el bolchevismo judío reemplazaría al pueblo alemán, “porque una victoria del bolchevismo sobre Alemania no llevará a un Tratado de Versalles [tratado de paz que se firmó al final de la Primera Guerra Mundial] sino a la destrucción final, de hecho, a la aniquilación del pueblo alemán”. Según Bauer ésta creencia fue alimentada en un discurso pronunciado ante el Reichstag (el parlamento alemán) el 30 de enero de 1939.

Bauer señala que el odio a los judíos ha existido desde los tiempos del helenismo (cuando los griegos dominaron al pueblo judío en el territorio que hoy es Israel), aunque subraya que se limita a las sociedades monoteístas. No hay antisemitismo en China o en India, solo una especie de “antisemitismo positivo”, la idea de que los judíos son muy importantes y quieren tener buenas relaciones con ellos. 

Bauer considera que en el presente el antisemitismo que existe en Occidente combina el antisemitismo clásico con un nuevo fenómeno político que tiene que ver con el declive de los derechos de nacimiento en el mundo desarrollado, lo que crea es una necesidad de inmigración: “la población está envejeciendo y si quieres mantener tu nivel de vida necesitas que alguien trabaje para ti, así que necesitas la inmigración”.

Bauer señala que la migración masiva desde África, Medio Oriente y América Latina hacia Europa y América del Norte, crea una reacción de la población que ve como su cultura, su idioma, sus tradiciones, cambian a causa de los nuevos inmigrantes, eso crea un resurgimiento nacionalista que en algunos países ha tomado formas radicales. El nacionalismo tiene que encontrar un enemigo, el enemigo tradicional son los judíos. Ese es el transfondo del ascenso del antisemitismo contemporáneo. Bauer no sabe qué va suceder en el futuro.

La epidemia de odio a los judíos existe en el mundo a pesar de los múltiples programas educativos sobre el Holocausto para que este no se vuelva a repetir. Ha faltado información sobre el régimen nazi y sus propósitos, sobre la cultura e identidad judía. “La historia del Holocausto ha sido presentado con agendas diferentes entre los países”. En Polonia por ejemplo, los políticos y autoridades presentan a los polacos como víctimas iguales del Holocausto, ignorando o negando el desempeño de los polacos contra judíos en la ocupación nazi de Polonia y después de la Segunda Guerra Mundial. En Gran Bretaña el Holocausto es enseñado con un enfoque al papel del país por derrotar al nazismo, mientras que poco se menciona que Gran Bretaña prohibió a los judíos de Europa refugiarse en Palestina, e incluso regresaron barcos con judíos de las costas de Israel para Europa, donde los judíos fueron enviados a campos de concentración para su exterminio.

Por otra parte, el Holocausto tiende a ser encasillado con otras matanzas masivas, lo cierto es que no hay competencia entre genocidios. Existe una falla básica en hacer entender la singularidad del pueblo judío como del antisemitismo. Occidente debió de haber enseñado acerca del pueblo judío y su historia, esa habría sido la forma de contextualizar el Holocausto. La lucha contra el antisemitismo debe generalizarse en el mundo. Recordar el Holocausto, pero no olvidarlo.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío