Enlace Judío México e Israel – Si estuviéramos en estas épocas por Jerusalén, notarías que el rocío de la noche es un poco menos esposo y las lluvias han bajado su intensidad. El frío aunque todavía poderoso, no te despierta ya por la noche y el sol sale más seguido. Sin embargo, lo primero que verías serían los árboles almendros en la carretera a Tel Aviv, floreados a reventar con puntos rosas y blancos por todas las ramas. La vara de ese árbol mítico tan bello fue la que guío a Moisés y Aarón por el desierto y con la cual D-os les dio el poder de hacer milagros; ese árbol fue el primer símbolo de las plagas y la Redención y hoy es el árbol que anuncia la llegada de Tu Bishvat, la preparación para la primavera. Hablaremos de ello a continuación.

¿Qué es Tu Bishvat?

Tu Bishvat es una festividad judía; hace varios miles de años cuando existía el templo en Jerusalén y se respetaban las leyes concernientes a la Tierra de Israel, los cultivos y el año sábatico, Tu Bishvat marcaba el inicio de un nuevo año para los árboles. Gracias a esta fecha uno podía saber cuántos años tenía su árbol y en base a eso se calculaba cuándo correspondía llevar los frutos al Templo. Sabemos de su existencia gracias a la Mishná y el Talmnud que lo registran.

Sin embargo, a diferencia de los otros “años nuevos” judíos Tu Bishvat no sólo tenía un origen legal, también se celebraba antes y se celebra hoy en día. Ya que su significado simbólico y su relación con el ciclo de fiestas judías es enorme.

El significado de Tu Bishvat ¿Por qué lo celebramos?

De todos los días del año, ¿por qué los sabios escogieron justo un día a la mitad del invierno para celebrar a los árboles?, ¿por qué hacerlo en la única época en que éstos están completamente pelones sin flores ni hojas? La respuesta es sencilla, por que es el día en que los árboles empiezan a renacer. Justo en Tu Bishvat después de varios meses de permanecer en la raíz, la savia vuelve a subir por el árbol y empieza a recorrer el tronco y las ramas de nuevo. Algunos árboles, como el almendro, conocidos como árboles de invierno, manifiestan ese renacimiento inmediatamente llenándose de un día a otro de flores coloridas; otros tardan hasta la primavera, sin embargo, todos empiezan a despertar al rededor de esta época. De tal forma que Tu Bishvat representa el inicio de una fuerza nueva en la naturaleza, que también se expresa en el hombre, el primer paso hacia la Redención, hacia el nuevo comienzo.

La festividad está íntimamente relacionada con Pésaj. Aunque no es claro el momento en que el pueblo judío presenció la primera plaga, por los midrashim y por fragmentos de la Torá sabemos que las varas de Aarón y Moisés fueron varas de almendros y que D-os las hizo florecer frente a pueblo para demostrar su autoridad. De esta forma pasaron a representar una señal de D-os para el pueblo incluso antes que su liberación de Egipto. Cuando leemos sobre la historia de Pésaj se nos dice que no todo aquel que lo presenció pudo salir de Egipto, hubo muchos israelitas que no tuvieron la fortaleza de carácter ni la determinación de espíritu para salir aún viendo los efectos de las plagas. ¿En que se diferenciaron los unos de los otros? En la fortaleza de la fe. Para poder salir de Egipto uno no sólo necesitaba creer en lo que había visto, sino también tener confianza en lo que no ve, en el futuro.

Tu Bishvat marca el inicio de esa fuerza que crece lentamente, las varas de Aarón y Moisés son de uno de los pocos árboles que florece en invierno, la única seña que tenemos de que se avecina la primavera y la cosecha de los cereales. Uno debe aprender a ver esas flores y creer que la savia crece fuerte bajo de la corteza para poder liberarse; debe estar abierto al cambio, dispuesto a recibir un futuro nuevo, un espacio nuevo para poder cambiar. Pésaj es el florecimiento de esa decisión, la salida final, sin embargo, el inicio está en Tu Bishvat, la disposición hacia el cambio. Por eso en Tu Bishvat celebramos el milagro de la Renovación, no sólo a nivel personal sino también a través de la naturaleza, ya que es el nuevo inicio para los árboles.

Los árboles, la tierra de Israel y el hombre

Además del milagro de la renovación en Tu Bishvat celebramos el milagro de la naturaleza. Alguna vez un rabino preguntó ¿por qué no celebramos el renacimiento de los vegetales? o ¿por qué el año nuevo del ganado aunque tiene un estatus halájico (legal) no se celebra hoy en día? ¿qué hace distintos los árboles del resto de las criaturas de nuestro mundo por qué ellos sí tienen un día especial?

La respuesta la encontramos en la Torá y el Tanaj directamente puesto que en numerosas veces se compara al hombre con “un árbol del campo” varios rabinos han tratado de explicar esta analogía diciendo que así como el árbol necesita de raíces sólidas, el hombre también lo requiere. Así como bien cultivado el árbol se llena de fruto, el hombre en un camino adecuado se llena de buenas acciones y tiene descendencia grande. Sin embargo, muchos rabinos también han señalado que las frutas muestran el milagro natural de la vida. Es muy difícil que una fruta se de si no se le cultiva. El árbol tiene que pasar por el estado durmiente para generar su cosecha y la gran mayoría de ellos tardan de tres a siete años en dar fruto. Tienen que tener el suelo adecuado, la temperatura en el tiempo adecuado y los años para poder dar, si uno no los cultiva, no dan. Se necesita tanto de D-os como del hombre para darse. Nos recuerda la unión del trabajo con la espiritualidad y el mundo que nos rodea.

A su vez un árbol genera arraigo, en la reconquista de la tierra se le prohíbe al pueblo judío talar árboles frutales “puesto que de ahí comerás”, también se dice que el árbol de la vida es la Torá. Esto es así porque el árbol te permite crear continuidad entre las generaciones, el padre puede heredar la huerta al hijo y el hijo al nieto. De esta manera las generaciones cuidan lo que sus antepasados dejaron a lo largo del tiempo. Ese es el sueño de la tierra prometida, la idea de tener una lugar que sea tuyo por la eternidad, que puedas cultivar para siempre y de cuyos frutos tus nietos gocen. Por eso los árboles en la tierra de Israel tuvieron un significado más poderoso que en cualquier otro territorio, porque muestran el cumplimiento de las palabras divinas, además de ser sagrada. En Tu Bishvat comemos de las siete especies que menciona la Torá precisamente por este motivo.

¿Cómo se celebra Tu Bishvat? El seder

Hay muchas tradiciones que se hacen para celebrar este día, en la antigüedad se solía plantar un árbol para celebrar el nacimiento de cada hijo. Hoy se acostumbra plantar árboles en el mundo como medida ecológica, probar una fruta nueva y hacer un seder (rito ordenado) elaborado por los cabalistas.

El seder es similar al de Rosh Hashaná y Pésaj con la diferencia que es mucho menos estructurado y varía de comunidad a comunidad, incluso de familia a familia. Uno empieza colocando todos los elementos sobre la mesa, debe tener vino, frutas de la estación, al menos una fruta que los comensales no hayan probado en el año, nueces y un alimento elaborado con cereales como trigo o cebada. Es preferible que las frutas que uno coloca pertenezcan a las siete especies sagradas de la tierra de Israel.

Para empezar el seder uno se lava las manos de la forma ritual y dice la bendición subsecuente. Después sirve la primer copa. Se dicen fragmentos de la Mishná donde se recuerda por qué se celebra Tu Bishvat y se recuerad el invierno, se hace la bendición del vino, y se toma de la copa. Después se bendice el producto elaborado con trigo o cebada y se come de él se leen pasajes de la Torá donde se hablan de estas especies.

Después se come de las frutas, se saborean y se habla de qué representan cada una de ellas. Se toma la segunda copa de vino. Se come de las nueces y se come la cena. Al acabar se toman las últimas dos copas.

También es una costumbre que las copas sean servidas don distintos tipos de vinos. La primera con vino blanco, la segunda con vino rosado suave (vino blanco con un poco de tinto), la tercera con vino rosado duro (vino blanco con una proporción similar de vino tinto) y la última con vino tinto. En todo caso lo más importante es bendecir las frutas y disfrutar de ellas. Esperamos tengan un gran Tu Bishvat.