Enlace Judío México e Israel – Aclamado como un alimento milagroso bajo en calorías y bajo en carbohidratos, el caldo de huesos se ha convertido en una opción nutricional moderna para muchas personas que buscan adelgazar.

Un estudio de la Universidad de Pennsylvania encontró que las personas que tomaban un caldo como snack o tentempié consumían después un tercio menos de calorías que quienes comían un snack sólido con un vaso de agua.

El caldo de huesos se prepara guisando huesos de animales y tejido conectivo durante más de 24 horas. El proceso descompone el colágeno en el tejido animal, creando una capa de gelatina con más proteínas y colágeno para consumir, que el caldo típico.

Algunos creen que esta capa de gelatina en el caldo de huesos proporciona aminoácidos que ayudan a reducir la inflamación y conducen a un mejor sueño.

Los fans del caldo de huesos también afirman que la ingesta de colágeno mejora el dolor en las articulaciones, al tiempo que alivia algunos síntomas de osteoartritis en las rodillas.

Todo esto suena bien, pero ¿hay pruebas científicas que lo respalden?

“No hay evidencia de que el caldo de huesos tenga mayores beneficios para la salud que cualquier otro caldo”, dice L. J. Amaral, dietista clínica en el Programa Samuel Oschin Comprehensive Cancer Institute Patient and Family Support en el Hospital Cedars Sinai Los Ángeles.

L. J. atiende a pacientes con cáncer en varias etapas de tratamiento: quimioterapia, radiación, inmunoterapia o cirugía. Su práctica se centra en asegurarse de que las personas tengan una nutrición adecuada durante sus tratamientos y, a veces, eso significa recomendar caldos.

“Recomiendo caldos a las personas que experimentan desequilibrios electrolíticos, especialmente después de vómitos, diarrea o sudoración excesiva. Para las personas que siguen dietas líquidas, el caldo de huesos puede hacerles sentir que están obteniendo un poco más de variedad, a pesar de que es esencialmente lo mismo que otros tipos de caldos”.

Si no hay beneficios apreciables para el caldo de huesos, ¿cómo se puso tan de moda?

L. J. cree que el caldo está transitando por un momento de fama. A nivel de sensación de salud, ella ve un posible efecto placebo en la ingesta de caldo. “Hay estudios que muestran cómo beber líquidos tibios tiene un efecto positivo en el cuerpo en relación a cómo nos sentimos”, dice L. J. “Mis pacientes reportan que se sienten mejor después de beber caldo de huesos, por lo que podría ser el líquido tibio y no tanto el caldo”.

L. J. comenta que algunas personas confunden el caldo de huesos con un sustituto de comida adecuado. “El caldo de huesos no es una fuente sustancial de calorías y proteínas. Diría que está bien complementar la nutrición con caldo de huesos, pero es importante tener cuidado con el sodio”.

 


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