Enlace Judío México e Israel – Las autoridades religiosas en el Muro de los Lamentos en Jerusalén han pedido a los devotos que acudan al sitio sagrado no besen las piedras de la estructura como medida preventiva contra el coronavirus.

Ateniéndose a las instrucciones del Ministerio de Salud de Israel, la Fundación del Patrimonio del Muro de los Lamentos, que administra el sitio, dijo haber instituido nuevas reglas que ordenan que solo pequeños grupos se puedan reunir a la vez e instó a los fieles a que mantengan una “distancia adecuada” entre ellos, como parte de las medidas de distanciamiento social, informó el sitio The Times of Israel.

Actualmente, el número de contagios de COVID-19 en Israel supera los 250 hasta este lunes, aunque la mayoría de ellos se tratan de casos importados, es decir, personas que contrajeron el virus en el extranjero y dieron positivo solo después de su llegada a Israel. Ante la situación, el gobierno de Israel ha instaurado medidas estrictas de cuarentena domiciliaria en ciertos casos específicos, así como de distanciamiento social, que implican el cierre de comercios, la suspensión de clases y la prohibición de reuniones o eventos de más de 10 personas.

“Decenas de eventos de Bar Mitzvá se llevan a cabo actualmente”, dijo la fundación el lunes, pero agregó: “Las familias han limitado en gran medida el número de participantes por evento”.

“Tras las consultas entre el rabino del Muro de los Lamentos, Shmuel Rabinovitch, y el Ministerio de Salud, se decidió pedir al público que no bese las piedras del Muro de los Lamentos para cumplir con las prácticas de higiene necesarias”, dijo el comunicado.

Las autoridades religiosas musulmanas también anunciaron restricciones en la vecina Mezquita de Al Aqsa.

El llamado Waqf, el órgano que administra el sitio, dijo el domingo que la Mezquita Al-Aqsa, el tercer sitio más sagrado en el Islam, estaría cerrada hasta nuevo aviso debido a las preocupaciones sobre el brote de coronavirus, con oraciones continuas en la extensa explanada exterior.

El jeque Omar Kiswani, director de la Mezquita de Al-Aqsa, dijo el domingo que el cierre de la mezquita y otros edificios en el complejo, incluido el Domo de la Roca, continuaría indefinidamente.

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