Enlace Judío México e Israel.- Se ha producido un salto de 178 personas desde el viernes por la noche; 19 figuran en condición moderada y el resto tienen síntomas leves, un día después de la primera muerte del país causada por el coronavirus
El Ministerio de Salud anunció el sábado por la mañana que 883 personas en Israel han sido diagnosticadas con el coronavius, un aumento de 178 desde el viernes por la noche.
El ministerio dijo que 15 personas estaban en estado grave, un día después de la muerte de un hombre de 88 años que marcó la primera muerte del país en la pandemia mundial.
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El ministerio también dijo que 19 personas estaban en condición moderada y que el resto tenía síntomas leves.
El Ministerio de Salud dice que ha aumentado las pruebas del virus de unas 500-700 pruebas al día a alrededor de 2,200 por día y las autoridades han dicho que el número de pruebas aumentará a 3,000 por día el domingo y 5,000 por día la semana siguiente, informa The Times of Israel.
El fuerte aumento en el número de personas diagnosticadas es al menos parcialmente atribuible al aumento de las pruebas en todo el país, aunque el ministerio ya no publica el número exacto de pruebas realizadas.
El jefe de la Asociación Israelí de Bioquímicos, Microbiólogos y Trabajadores de Laboratorio acusó el viernes al Ministerio de Salud de no permitir que los laboratorios médicos en todo Israel operen a plena capacidad durante el Shabat, limitando el número de pruebas de coronavirus que pueden realizar. El Ministerio de Salud negó la afirmación.
El aumento en el número de personas diagnosticadas se produjo un día después de la primera muerte por el virus en Israel. El nombre del hombre de 88 años no ha sido revelado.
El Centro Médico Shaare Zedek de Jerusalén dijo que había sido ingresado en estado muy grave con múltiples condiciones preexistentes. A pesar del tratamiento intensivo, que incluyó ser resucitado por insuficiencia cardíaca, su estado se deterioró rápidamente y murió, dijo el hospital.
Según los informes de los medios hebreos, el hombre, junto con una mujer de Jerusalén de 89 años que luchaba por su vida en el Hospital Hadassah Ein Kerem, se encontraban entre varios residentes de la casa de ancianos Nofim en Jerusalén diagnosticados con el virus.
La condición de otros tres israelíes tratados en el Centro Médico Wolfson en Holon por COVID-19 se deterioró el viernes, con todos ellos en estado grave o crítico.
Los tres pacientes son una mujer de 67 años con una condición médica preexistente, una mujer de 91 años y un hombre de 45 años sin problemas de salud anteriores, según la emisora pública Kan.
Poco antes de la medianoche del viernes, un hombre de 82 años fue trasladado al Centro Médico Hasharon en Petaj Tikva en estado crítico.
También el viernes, la condición de un hombre de 57 años con COVID-19 en el Hospital Hadassah Ein Kerem en Jerusalén empeoró. Ahora se encontraba en estado grave.
Mientras tanto, el Centro Médico Rambam en Haifa dijo que la condición de un hombre de 70 años con una enfermedad de fondo se había deteriorado y que estaba en estado grave, sedado y con un respirador. El hospital está tratando a otros dos pacientes en estado grave.
Israel ha tomado medidas de gran alcance para contener el virus y el viernes el gabinete autorizó restricciones más estrictas en el lugar de trabajo, ajustando el límite a solo el 30% de los trabajadores en los sectores público y privado en un intento por frenar la propagación del coronavirus.
Las nuevas restricciones en el lugar de trabajo se producen horas después de que el viernes entraran en vigencia nuevas regulaciones de emergencia que legalizan las estrictas restricciones personales sobre el movimiento, luego de recibir la aprobación del gabinete durante la noche.
Los ministros aprobaron por unanimidad las medidas, que hicieron que las limitaciones al movimiento anunciadas a principios de semana fueran legalmente vinculantes y exigibles.
Las restricciones dictan que los israelíes deben quedarse en casa en todo momento, a menos que para fines de trabajo esencial, abastecerse de alimentos, problemas médicos o un número limitado de actividades permitidas.
La enfermedad generalmente solo muestra síntomas leves en los jóvenes y sanos, pero puede causar problemas respiratorios graves y la muerte en adultos mayores y personas con afecciones subyacentes.
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