Enlace Judío México e Israel – Tres personas de 92, 94 y 84 años, murieron del COVID-19 este domingo, elevando a 15 la cifra de fallecidos por la enfermedad en Israel.

De acuerdo al sitio The Times of Israel, la última víctima fue identificada como Rosa Sherman Arbel de 84 años. La mujer fue hospitalizada en el Centro Médico Shaare Zedek en Jerusalén hace seis días en estado grave.

Anteriormente, el hospital reportó el deceso de un hombre de 92 años que fue internado hace una semana en aislamiento con graves enfermedades subyacientes.

Asimismo, se reportó el fallecimiento de una mujer sobreviviente del Holocausto de 94 años, residente de Rehovot en el centro de Israel. Su familia dijo al sitio de noticias Ynet que Perel Wiesel, fue trasladada hace dos meses a un asilo de ancianos en Bnei Brak luego de ser maltratada por su cuidadora de Nepal.

El Ministerio de Salud de Israel anunció que hasta la noche de este domingo (tiempo local), se contabilizan 4,247 casos acumulados de coronavirus en el país, de los que 132 se han recuperado de la enfermedad.

Del total de contagios activos, 3,944 se encuentran en estado de levedad, 82 en estado moderado, 74 pacientes se encuentran en estado grave y otros 59 también en estado grave pero con el agravante de estar conectados a un respirador artificial, entre ellas un joven de 22 años que inicialmente fue internado con síntomas leves y tras un deterioro pronunciado, los médicos en el Hospital Assuta de Ashdod decidieron entubarlo.

Hasta ahora, la mayoría de los pacientes con coronavirus en Israel (67.5%) tienen entre 20 y 29 años, informó la dependencia. El segundo grupo más grande de personas infectadas (56.7%) tiene entre 50 y 59 años, señaló el sitio The Jerusalem Post.

Además, unos 3,637 profesionales médicos están en cuarentena, entre ellos 892 médicos, 1,229 enfermeras y 141 que han sido diagnosticados con el coronavirus.

La Radio del Ejército reportó hoy que una mujer soldado de la Unidad 8200 de la Inteligencia Militar ha contraído el COVID-19.

Según el informe, la base secreta en el sur de Israel fue desinfectada y decenas de soldados fueron enviados a cuarentena.

La semana pasada, el ministerio indicó que aumentará el número pruebas de coronavirus a 30,000 por día durante un mes. El viernes se realizaron unas 6.000 pruebas, y se espera que aumenten a 10,000 a mediados de semana.

Mientras tanto, el primer ministro Benjamín Netanyahu consideró un endurecimiento de las medidas para detener la propagación del virus, especialmente porque algunos sectores de la sociedad, como comunidades ultraortodoxas en Jerusalén y Bnei Brak, siguen ignorando ciertas pautas.

“Lo que está sucediendo en Bnei Brak es como Italia”, señaló un médico de un hospital del centro de Israel. “Casi todos los jaredíes que se someten a la prueba del virus dan positivo. Hay familias con un 100 por ciento de infección. El Ministerio de Salud debe ir de puerta en puerta, y sacar a los enfermos de sus casas. De lo contrario, en unas semanas más, los veremos llegar en masa”.

En una entrevista al canal 12 israelí, el director general del Ministerio de Salud, Moshé Bar Siman Tov, explicó que se habían observado cambios de comportamiento tanto en el sector jaredí como en el árabe, pero que “el potencial de infección es mayor en los lugares con mayor densidad de población”.

Durante el fin de semana, cientos de personas asistieron al funeral del rabino Tzvi Shinker en Bnei Brak, en violación de las órdenes de la dependencia que limita las reuniones a 10 personas en un solo lugar.

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