Enlace Judío México e Israel – Todas las comunidades judías de las diásporas hace tiempo que han elaborado protocolos de acción ante amenazas a su seguridad, en temas específicos de antisemitismo y generales de terrorismo.

JORGE ROZEMBLUM

Lo que nadie tenía previsto era cómo actuar en una situación de pandemia global como la que estamos viviendo. Pese a ello, una Kehilá tan reducida como la española (que no sobrepasa seguramente el 1 por mil de la población del país) ha sabido responder de forma muy rápida y efectiva a las exigencias actuales, adelantándose en mucho (en los términos relativos de una velocidad de contagio vertiginosa) a las normas impuestas por las autoridades.

Ello no ha estado exento de problemas y debates internos.

Por ejemplo, el mismo fin de semana en que se habían convocado manifestaciones multitudinarias por el Día de la Mujer (el pasado 8 de marzo, que ahora parece que tuvo lugar hace muchos meses), estaba programado un campamento infantil de invierno de la comunidad judía de Madrid, además de un encuentro de la sociedad de socorro mutuo Ezra.

Ambas actividades, así como la asistencia física el Colegio Judío fueron canceladas, en algún caso apenas con horas de antelación, lo que provocó airadas protestas de los niños inscriptos y con sus mochilas preparadas, y de sus padres, que se enfrentaron con reproches a quienes habían tomado esas decisiones, cuando el propio gobierno minimizaba la incidencia de la enfermedad.

Según nos comentaba en una entrevista para Radio Sefarad el presidente de la Comunidad Judía de Madrid, León Benelbas, influyó de forma determinante en las decisiones tomadas por esta kehilá, en coordinación con la Federación de Comunidades Judías de España, la comunicación que mantuvieron con los dirigentes de la comunidad judía de Milán, en Italia, que les hicieron ver la urgencia de tomar medidas drásticas de aislamiento.

A partir de ese momento, pero de forma mucho más amplia a partir de la declaración del Estado de Alarma a nivel nacional una semana después, el sábado 14 de marzo, el Comité de Protección Comunitaria de la kehilá puso en marcha varias iniciativas que podrían servir de modelo a muchas otras comunidades (especialmente de tamaño reducido) en el resto del mundo.

Una de las más importantes ha sido la creación de un canal privado en Telegram a través del cual (y con publicaciones únicamente a cargo del Comité) se dan a conocer las informaciones veraces, libres de “fakes”, alarmas inútiles y otros mecanismos que en nada contribuyen a sobrellevar estos tiempos, además de consejos y propuestas para un aislamiento más productivo y colaborativo.

Una parte de ese mismo esfuerzo recae en Radio Sefarad, como órgano de difusión de la Federación de Comunidades Judías de España, que sigue emitiendo desde los respectivos confinamientos de quienes la hacemos.

Es interesante destacar que el Comité está dando respuestas en áreas muy amplias, desde la provisión de alimentos a los más necesitados (que antes se hacía a través de donaciones de productos y ahora se ha centralizado para repartir provisiones adquiridas mediante donaciones monetarias online), la asistencia telemática a los mayores e impedidos, e incluso un grupo de psicólogos expertos en situaciones de estrés traumático, como las que pueden surgir en encierros prolongados, además de recomendaciones de actividades para que los más pequeños soporten mejor el enclaustramiento.

También hay que destacar la respuesta de home schooling del máximo nivel del que desde hace días disfrutan los alumnos de las diferentes instituciones educativas judías del país, incluidos los adultos que pueden seguir las clases de varios rabinos.

Y seguimos avanzando, tejiendo redes asistenciales y de colaboración cada vez más tupidas y efectivas. Mi consejo es aprender de lo que ya han conseguido los demás y que no dudarán en compartir si así se les solicita.

Seguiremos separados, pero más juntos que nunca.

 

*El autor es director de Radio Sefarad.


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