Enlace Judío México e Israel – Tamar Hainman de 16 años, hija del subdirector general de United Hatzalah, Leizer Hainman, decidió mudarse a la casa de la familia Bujris en Tel Tzión, un barrio ultraortodoxo de Kojav Yaakov en Biniamín, Cisjordania para cuidar a las niñas que quedaron solas cuando sus padres fueron hospitalizados con COVID-19.

El padre está en estado grave y 3 de los 9 hijos, entre ellos la hija mayor de 13 años fueron contagiados y evacuados de la casa. La madre, que hace apenas dos semanas dio a luz a su noveno hijo fue trasladada a un hotel y sólo ahí pudo ver a su recién nacido que lo separaron de ella después de nacer, reportó el Canal 12 israelí.

“Sabía que seguramente me contagiaría”, comentó Tamar. “Tenía miedo por el coronavirus, pero soy joven y gracias a D-os estoy sana. Así que al final decidí que la ayuda se sobrepone al miedo”.

Tamar, que no conocía a los niños, ahora es para ellos como sus padres.

“Nos levantamos, les doy de comer, arreglamos la casa, los visto, jugamos y los entretengo, los baño, los acuesto, todo. Son niñas pequeñas, por lo que hay que entretenerlas y es difícil, más aún cuando no están sus padres. De todos modos, intento que no les falte nada, ya que sus padres están hospitalizados.

Por su parte, Leizer Hainman, se mantiene en contacto con la madre de los niños para todo lo necesario.

“Ahora somos los padres. No hay duda que existe un riesgo y mucho riego, pero está bien. La vida no es fácil. Es una decisión que tomamos con dificultad, pero sabemos que estamos haciendo lo correcto”, dijo.

Mientras tanto, fuera de la casa los paramédicos de Maguén David Adom se preparan para aplicar pruebas de coronavirus a las niñas.

“Cuando una chica de 16 años dice por su propia voluntad, yo entro, entiendo los riesgos y sé que después tendré que estar en cuarentena, incluso durante el Seder de Pésaj, pero voy a estar con la familia, es un acto maravilloso”, expresó el jefe del Consejo Regional Biniamín, Israel Gantz.

“Obviamente los servicios sociales de la localidad los ayuda”, agregó.

En dos días es el Seder de Pésaj y Tamar sabe que deberá pasarlo lejos de su familia, junto a los niños cuyos padres enfermaron.

“Sabía que pasaría el Seder aquí, pero pensé que es más triste que ellos lo pasen solos sin sus padres. Espero que todo esté bien. Si me enfermo, ya veremos con la ayuda de D-os”, concluyó Tamar.

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