Enlace Judío México e Israel – Una anciana jaredí en cuarentena no habría podido encender las velas de Pésaj de no haber sido por la ayuda de un residente musulmán de la ciudad de Yafo, dijo United Hatzalah en un comunicado.

Una mujer jaredí de 90 años residente de la ciudad de Bnei Brak fue evacuada a un hotel coronavirus en la vecina ciudad de Tel Aviv después de dar positivo por COVID-19 justo antes del último día de Pésaj.

Sin embargo, justo antes de que comenzaran las festividades, la mujer se dio cuenta de que no tenía velas y que en el hotel no habían.

Como Bnei Brak se encontraba bloqueada luego de ser declarada “zona restringida” por el gobierno, debido a la alta tasa de contagio de COVID-19 ahí, su familia no pudo proporcionar ayuda, por lo que se pusieron en contacto con Hatzalah, quien llamó a los voluntarios locales.

Un voluntario de Yafo, Ebrahm Ayuty, respondió, subió a su ambulancia y fue a comprar velas en una tienda que todavía estaba abierta antes de correr al hotel para llevarlas a la mujer.

La mujer, que había encendido velas en todas las ocasiones durante 70 años seguidos, pudo mantener su tradición gracias a Ayuty y la línea directa humanitaria establecida por Hatzalah, Lev Ejad y la Asociación de Centros Comunitarios de Israel.

“Estoy agradecido de haber podido ayudar”, dijo Ayuty en el comunicado reportado por The Jerusalem Post.

“Soy voluntario con United Hatzalah para poder ayudar a las personas, sin importar quiénes son o qué necesitan. Normalmente, respondo a emergencias médicas, pero desde el inicio del coronavirus en Israel, la vida de tantas personas se ha puesto patas arriba. Es un regalo poder ayudar a las personas a recuperar un poco de normalidad durante esta epidemia. Ayudar a alguien a mantener viva una tradición milenaria es increíblemente importante para esa persona y, por lo tanto, también es importante para mí”, comentó Ayuty.

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