Enlace Judío México e Israel – Por primera vez en 30 años, la Marcha de la Vida México será virtual: este 21 de abril a las 13:00 horas, vía Facebook Live, judíos mexicanos se unirán a la conmemoración de las víctimas del Holocausto y en honor a sus supervivientes. Moishe Punsky, Presidente de la Marcha de la Vida en México, nos cuenta los detalles. 

 

 

“No podemos dejar esta fecha tan significativa en la vida judía, que es en recuerdo a nuestros hermanos que murieron, y dejarla en el aire. Por eso nos empeñamos, junto con un precioso comité, a preparar esta marcha virtual, que se va a llevar a cabo mañana, a través de nuestra página de Facebook”, dice Moishe Punksy, organizador del evento, para Enlace Judío, en una entrevista telefónica.

Además de la marcha virtual, habrá “una reunión vía Zoom, donde queremos que todos juntos prendamos una veladora en nombre de los caídos y que todos juntos cantemos un Hatikva.” En la ceremonia estarán presentes “el rabino Shai (Frondlij) y el jazán Ari (Litvak), que nos acompañan y le dan vida a esta ceremonia”, adelanta Punsky, quien comparte con nosotros que esta será la segunda ocasión en que la delegación mexicana se ausente de la Marcha de la Vida.

“En el año de 2002 teníamos preparada una Marcha de jóvenes y arrancó la Intifada en Israel. Inclusive en algún kibutz, en un séder hubo un ataque, en fin, hubo ataques en restaurantes en Jerushalaim, en todos lados y por no poder brindar seguridad a nuestros participantes se tuvo que cancelar.” Así, esta Marcha de la Vida México celebrará su trigésima participación como se han venido realizando todos los eventos conmemorativos, las reuniones y las fiestas en los últimos meses: a distancia, en el resguardo domiciliario al que la epidemia de covid-19 ha obligado a amplios sectores sociales en México y el mundo.

El origen

Moishe Punsky recuerda los retos que ha debido enfrentar en estos 30 años de organizar la Marcha de la Vida México. “La primera marcha, en 1990, era preparar, era convencer a la gente de participar, a través de Vaad Hajinuj, llegamos a todas las escuelas… bueno, fue una primera Marcha (en la) que ya participaron 180 muchachos.” Si bien desde el comienzo había en los organizadores un compromiso, fue esa primera marcha la que terminó de convencer a Punsky de la importancia de seguirla realizando.

“Al regresar de esa Marcha, sentimos el efecto que tuvo en los muchachos, y esa es la razón por la que hemos seguido por otros 30 años. El efecto es una identidad muy reforzada, identidad con nuestro pueblo, con Israel, muy reforzada, y el reforzamiento de valores morales, compromiso de participar en la vida judía comunitaria.” Vivir la marcha detona “un impulso a participar, a ser, a dar por la comunidad, por la humanidad, por México, por Israel.”

Además, Punsky comparte con nosotros los motivos que lo llevaron a involucrarse en esta causa:

“Varios familiares de mis padres cayeron en Auschwitz, en otros lados… y desde chiquillo me iba yo enterando de todo eso. Después, yo estudié en el Colegio Israelita de México, en la Ídishe, y cada año se hacía un homenaje, una ceremonia, leíamos mucho al respecto, estudiábamos al respecto, y tuve oportunidad de ir a Polonia antes de la primera marcha, en 1988, con un grupo de Keren Hayesod (…).

“Alguien dijo, cuando estábamos allá, en Polonia, ‘estamos en presencia de lo ausente’. Y cuando me invitaron a formar parte de Marcha de la Vida, en 1990, recordé esas palabras y lo que pude pensar es ‘vamos a llevar a nuestra gente y van a estar presentes en vez de ausentes, va a haber presencia en aquellos lugares. Y eso es lo que hemos logrado.”

Este año, la presencia será virtual. El viaje se realizará por medios electrónicos y la numerosa delegación mexicana, que cada año suma a cerca de 400 personas, y que en total ha llevado a 6,000 miembros de la Comunidad Judía de México a participar, deberá mostrar su ímpetu a la distancia. Aún así, la invitación está abierta:

“Espero que participe mucha gente, todos los exmarchistas, todos los que iban a participar este año, toda la gente, pues es una expresión de nuestra presencia en esos lugares, a pesar de no estar en ellos.”

 

 

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