Enlace Judío México e Israel – El 35° gobierno de Israel tomó posesión hoy en el pleno de la Knéset poniendo fin a más de un año de estancamiento político luego de tres elecciones consecutivas.

Un total de 73 legisladores dieron su voto de confianza al nuevo gobierno, mientras que 46 votaron en contra, reportó el diario Haaretz.

El primer ministro Benjamín Netanyahu logró formar un gobierno que, con 34 ministros y 16 viceministros, es el más grande de la historia de Israel. Después de 18 meses en el cargo, será reemplazado por el líder del partido Kajol Laván, Benny Gantz, según el acuerdo de rotación para el cargo de primer ministro.

El juicio de Netanyahu por delitos de soborno, fraude y abuso de confianza comenzará en siete días, el 24 de mayo.

Durante la ceremonia de investidura, la Knéset también eligió a Yariv Levin del Likud como su nuevo presidente.

Levin, un cercano a Netanyahu, reemplazará a Benny Gantz, quien ocupó el cargo desde el mes de marzo, luego de la renuncia de Yuli Edelstein, quien fue presidente de la Knéset durante siete años.

Un total de 72 legisladores aprobaron el nuevo cargo de Levin, con una oposición de 43 miembros de la legislatura que votaron en contra.

Levin prometió en su discurso de aceptación servir a todos los sectores de la población.

Respondiendo a las preocupaciones de que se enfrentaría contra las decisiones de la Corte Suprema de Justicia de Israel, Levin dijo que todos los sectores del gobierno se respetarían entre sí y no cruzarían los límites del otro.

Antes de que cada uno jurara su nuevo cargo ante el pleno de la Knéset, Netanyahu presentó formalmente a los ministros y viceministros del nuevo gobierno. Se dirigió a su socio en el gobierno, el líder del partido Kajol Laván, Benny Gantz, quien lo remplazará como primer ministro el 17 de noviembre de 2021.

Netanyahu recordó al exjefe del Estado Mayor de las FDI que sirvieron juntos a los ciudadanos de Israel cuando Gantz comandó la Operación Margen Protector en 2014 y está seguro que colaborarán con éxito en el nuevo gobierno de unidad por el bien del país.

En respuesta a las acusaciones de que el nuevo gobierno es demasiado grande y costoso en un momento de crisis económica debido la pandemia de COVID-19, Netanyahu dijo: “Pasamos por tres elecciones que profundizaron las divisiones y cobraron un alto precio. Otra campaña electoral habría costado 2,000 millones de NIS más”. Por el contrario, afirmó, “el costo del nuevo gobierno será de 85 millones de NIS al año, mucho menos que nuevas elecciones, lo que también habría debilitado al país en su lucha contra el COVID-19”.

Netanyahu elogió la respuesta de Israel a la pandemia y señaló que el gobierno formará un gabinete especial para lidiar con el COVID-19, en previsión de una posible segunda ola de infecciones. Aseguró que el gobierno someterá a votación un presupuesto de “esperanza” que ayudará a los negocios a recuperarse del daño financiero.

Su discurso fue interrumpido repetidamente por legisladores de la oposición, recordándole que ha sido acusado de soborno, fraude y abuso de confianza. Algunos recibieron múltiples advertencias y dos fueron retirados por el vicepresidente de la Knéset, Eitan Ginzburg de Kajol Laván.

“Los nuevos miembros de la Knéset piensan que chocar conmigo les ayudará con el tiempo. De acuerdo a mi experiencia puedo decirles que eso no funciona”, respondió Netanyahu.

El primer ministro aseguró que el gobierno luchará contra los intentos de la Corte Penal Internacional de procesar a Israel por “la construcción de un jardín de niños en el barrio de Giló en Jerusalén y viviendas en Shiló. ¡Qué hipocresía!”, exclamó.

En cuanto a su promesa de anexar los asentamientos de Cisjordania y el Valle del Jordán con la aprobación de EE.UU., dijo que ha llegado el momento de aplicar la soberanía israelí a los asentamientos judíos de Judea y Samaria: “Estas regiones son la cuna del pueblo judío. Es hora de extender la ley israelí sobre estas zonas. Este paso no nos alejará de la paz, nos acercará. La verdad es, y todo el mundo lo sabe, que los cientos de miles de israelíes en Judea y Samaria siempre permanecerán allí en cualquier acuerdo futuro”.

Netanyahu elogió el apoyo de Estados Unidos a la medida, pero añadió que Israel debe confiar sólo en sí mismo.

Tras el mensaje de Netanyahu, Gantz dijo que Israel ha puesto fin a la “peor crisis política de su historia”, pidió el fin de “la era de la incitación” y el comienzo de una “era de reconciliación”.

Tras constantes interrupciones de sus antiguos aliados, ahora en la oposición, Gantz dijo que la alternativa al gobierno es “una especie de guerra civil”.

El gobierno de unidad terminará con el período en que Israel fue gobernado por un “gobierno de la mitad del pueblo”, destacó.

Se comprometió a hacer todo lo posible para que todos los ciudadanos de Israel – judíos, árabes, heterosexuales y miembros de la comunidad LGBT – se “sientan como en casa”.

Aseguró que “apoyará el estado de derecho en Israel”, una aparente referencia a los ataques de Netanyahu y sus aliados contra el sistema judicial, así como a los esfuerzos de promulgar reformas radicales.

“El gobierno es igualitario, con controles y equilibrios”, dijo Gantz. “Hemos elegido la unidad en un momento en que funcionarios públicos son amenazados y se cruzan líneas rojas, tanto de la izquierda como de la derecha”.

Este último comentario parecía aludir a las recientes amenazas contra el fiscal general Avijai Mandelblit, quien acusó a Netanyahu en tres casos de corrupción.

Gantz dijo que Netanyahu había dado un paso correcto y “valiente” al cooperar con él y fijar una fecha para su rotación en el cargo de primer ministro.

Dirigiéndose a sus antiguos aliados del partido Kajol Laván, Yair Lapid y Moshé Ya’alon, que se negaron a unirse al gobierno, dijo: “Escucho sus ataques, pero aún así los respeto. Me entristece que a la hora de la verdad, la alianza no se haya podido mantener”.

En un feroz discurso, el líder de la oposición, Yair Lapid, arremetió contra sus antiguos socios de Kajol Laván, Benny Gantz y Gabi Ashkenazi.

“Dos jefes del Estado mayor de las FDI se rindieron a un hombre con tres graves acusaciones penales”, señaló. “Hoy juran lealtad a un hombre que en una semana iniciará un juicio penal por soborno, fraude y abuso de confianza. En el mundo real no dejas que tus hijos jueguen con un hombre así. En este edificio, él es primer ministro”.

“Israel merece algo mejor que el mayor y más derrochador gobierno de la historia del país”, apuntó.

“Con 34 ministros y 16 viceministros y menos de 50 pacientes con COVID-19 sometidos a respiradores en Israel, tenemos más ministros y viceministros que pacientes con soporte vital”.

Lapid prometió que la oposición le recordará al pueblo que “hay una alternativa” al liderazgo “que sólo se preocupa de sus propios puestos y asientos”.

“Un liderazgo comprometido con los valores, con el cambio que queremos liderar. Amar el judaísmo pero luchar contra la coacción religiosa. Hacer frente al racismo. Luchar contra la corrupción. Proteger nuestra democracia de aquellos que buscan destruirla”, expresó.

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