LA PARÁLISIS DEL ENEMIGO

Luego del primer cese al fuego, cuando la guerra recomenzó, las fuerzas árabes estaban como paralizadas. A pesar de tener a Israel cercada por todos lados, no avanzaban. Era como que algo las detenía. Israel, por el otro lado, comenzó su contraofensiva, recuperaba territorios y conquistaba tierra más allá de las fronteras originales. Se cumplían las profecías que la Torá había anunciado en la Parashá que leímos este último Shabat, donde el Creador le promete a Su pueblo (Levítico 26:7-8) que estará con ellos cuando salgan a la guerra: “Tú perseguirás a tus enemigos, y ellos caerán por la espada ante ti. Cinco de ustedes perseguirán a cien, y cien de ustedes perseguirán a diez mil, y sus enemigos caerán por la espada delante de ustedes”.

“NO SERAS DESAGRADECIDO”

Los judíos debemos estar infinitamente agradecidos a HaShem por Su providencial intervención. Como lo escribió el rey David en sus Salmos, cuando se salvó de una muerte segura, ”porque cantaré Tus alabanzas y no me quedaré callado; HaShem, mi Dios, te agradeceré por siempre”.

Un Yehudí, que se entrena permanentemente para ver la Intervención Divina en su vida personal, que no ve o no declara su agradecimiento a Dios por el nacimiento y la supervivencia de Medinat Israel, en mi opinión, no sólo está espiritualmente ciego sino que también cae en el gran pecado de la ingratitud. Y no hay peor ingratitud que la ingratitud a Dios.

INGLATERRA Y LOS ÁRABES

De los 3 países mencionados el que más perjudicó a Israel fue Gran Bretaña. Que se mantuvo pasiva mientras pensaba que Israel iba a perder. Y comenzó a intervenir cuando se dio cuenta que Israel comenzaba a ganar.

Un par de ejemplos.

  • Jordania contaba con el apoyo directo de los ingleses. Los ingleses habían entrenado a sus tropas y supervisaban todas sus operaciones, especialmente en la lucha por Jerusalén, lo cual costó muchas vidas judías. Cuando Israel empezó a contraatacar y bombardeó la capital de Jordania, Amán, en reacción a los permanentes bombardeos a Tel Aviv, Inglaterra amenazó con destruir los aeropuertos de Tel-Aviv con su Royal Air Force. Israel tuvo que replegarse.
  • A comienzos de enero de 1949, Israel, contra todos los pronósticos, estaba ganando la guerra. Había bombardeado El Cairo y Damasco y su ejército seguía avanzando hacia al canal de Suez. En ese momento las Naciones Unidas se apuraron a exigir un cese al fuego y a declarar un armisticio. Israel, contra sus propios intereses, aceptó el armisticio. Pero Israel ya había conquistado Gaza, Rafah y gran parte de la península del Sinaí. Y de acuerdo a ley internacional los territorios conquistados en la guerra pasan a ser territorio del país que gana la guerra. TAL COMO OCURRIÓ CON TODOS LOS PAÍSES DEL MUNDO A TRAVÉS DE LA HISTORIA.

ISRAEL ES DIFERENTE

Ahora bien: en una acción que iba contra todos los precedentes históricos y conquistas militares, incluyendo las conquistas militares de las propias colonias inglesas, Gran Bretaña le negó a Israel este derecho. Y amenazó a intervenir militarmente contra Israel si el Estado judío no devolvía a Egipto el territorio conquistado, la península del Sinai, Gaza, Rafah (A history of Israel, Howard Sachar, página 346).

David Ben-Gurión se oponía enérgicamente a esta concesión sin precedentes. Ben-Gurión consideraba injusto e inconcebible que los árabes no pagasen un precio por la guerra que ellos mismos habían iniciado. Y nadie hubiera exigido a los árabes renunciar a sus conquistas militares, si hubieran derrotado a Israel.

Ben-Gurión dijo: “Vamos a devolverles a los árabes sus territorios cuando ellos nos devuelvan a los 6 mil judíos que murieron en la guerra que ellos comenzaron”.

¿COMO SE DICE PRESIÓN EN INGLÉS?

Pero la presión internacional fue tanta que Israel, completamente aislado, tuvo que ceder. Hasta el día de hoy Israel sigue pagando el precio por esta concesión.

¿Por qué?

En primer lugar porque la inexplicable impunidad internacional que goza cualquiera que ataque a Israel es el mejor incentivo para atacar nuevamente a Israel.

En segundo lugar, porque sin quererlo Israel sentó un precedente muy peligroso: !Israel este dispuesta a aceptar condiciones que no se le exigen a ningún otro país del mundo! Como “devolver” territorio militarmente conquistado, o repatriar a los enemigos (los refugiados palestinos) que huyeron voluntariamente de una guerra ¡que sus propios aliados comenzaron!

En lugar de “traer paz” las permanentes concesiones de Israel solo alentaron a los países árabes, con el beneplácito de las grandes potencias, a demandar más y más de Israel.

Hasta hoy en día, en las Naciones Unidas, Israel no es considerado como un país más. Israel es el único país del mundo al cual se lo puede amenazar de exterminio sin temor a represalias mundiales. E Israel es el único país que es condenando permanentemente, acusándolo de de los crímenes que sus acusadores perpetran con impunidad, con el silencio cómplice de las Naciones Unidas.

Como dijo proféticamente Bil’am: el pueblo de Israel (Bamidbar 23:9), “es un pueblo que vive aislado [por las naciones] y que los demás pueblos no lo consideran [como una nación más, es decir, normal]”. Olvidar que las grandes potencias nos abandonaron a nuestra suerte cuando más las necesitábamos: “Quién olvida su historia, está condenado a repetirla”.

 


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