Enlace Judío México e Israel – El nuevo coronavirus (COVID-19) se ha extendido por todo Estados Unidos a una velocidad récord, infectando a millones de estadounidenses y obligando a innumerables otros a quedarse en casa las 24 horas, los 7 días de la semana. La carrera para desarrollar una vacuna para frenar su propagación comenzó antes de que la pandemia golpeara a todo el mundo. Más de 100 vacunas y más de 80 productos farmacéuticos ya están en desarrollo.

“El tiempo que demora una vacuna desde su desarrollo hasta aplicarse en un consultorio médico es de cinco a 10 años”, comenta el Dr. Moshe Arditi, director académico de Enfermedades infecciosas e inmunología pediátrica en el hospital Cedars-Sinai Los Ángeles. “Sin embargo, Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, estableció una meta aspiracional, urgiendo a los científicos de hacer el trabajo dentro de 12-18 meses, lo que no tendría precedentes”.

Le pedimos al Dr. Arditi que nos explique cómo es el proceso de desarrollo de la vacuna y por qué las reglas están cambiando a medida que los científicos intentan desarrollar una vacuna para COVID-19.

¿Cómo se desarrolla una vacuna?

Dr. Arditi: Las vacunas están diseñadas para imitar la respuesta inmune que un individuo desarrolla naturalmente después de la exposición a la infección. Esto le enseña al sistema inmunitario a reconocer el patógeno, permitiendo que el cuerpo elimine la infección la próxima vez que se exponga a este.

Inicialmente, comenzamos a probar ideas en el laboratorio o en animales de laboratorio. El siguiente paso, es que el producto pase por varias fases antes de ser probado en miles de personas.

Con COVID-19, necesitamos observar a las personas que se han recuperado del virus para identificar la respuesta inmune adecuada y luego intentar replicarla. Todo este proceso puede llevar años, pero dada la escala de la pandemia, debemos agilizar nuestros esfuerzos.

¿Cómo confirmar que la vacuna sea segura?

Dr. Arditi: Entre todos los productos farmacéuticos, las vacunas pasan por las pruebas y escrutinios más rigurosos para garantizar la seguridad. Eso es porque aplicamos vacunas a personas sanas para evitar que se enfermen.

Tenemos que ser extremadamente cuidadosos para asegurarnos que las vacunas diseñadas para prevenir enfermedades no representen un riesgo para la salud. Por eso toma tanto tiempo. Las pruebas de seguridad de la vacuna son extensas y requieren múltiples fases que no se pueden omitir.

¿Qué métodos de vacunación presentan mejores perspectivas para COVID-19?

Dr. Arditi: En este momento, las posibilidades más prometedoras se centran en productos que desencadenan una respuesta inmune natural o sintética que puede eliminar el virus con éxito. Las grandes preguntas son: ¿Cuáles son las respuestas inmunes correctas que eliminan el virus de manera efectiva y segura? ¿Cuántas veces necesitamos administrar la vacuna y qué dosis son necesarias para generar esa respuesta?

Los científicos están adoptando un enfoque múltiple, tratando de desarrollar vacunas que usen ADN, ARN, adenovirus y versiones inactivadas o vivas atenuadas del virus, entre otros.

¿Cuáles son los mayores desafíos para producir una vacuna viable?

Dr. Arditi: Incluso cuando las vacunas superan las etapas de desarrollo, son notoriamente difíciles de producir y distribuir ampliamente. Los investigadores necesitan descubrir no solo qué anticuerpos son protectores contra el virus durante una respuesta inmune natural, sino también qué nivel de anticuerpo se requiere para lograr la inmunidad.

También necesitan probar la vacuna entre diferentes poblaciones: jóvenes, mujeres embarazadas y ancianos, y completar todos los ensayos de seguridad. Es por eso que las vacunas generalmente cuestan más de mil millones de dólares para fabricar y más de una década para desarrollar y distribuir.

¿Cómo podemos agilizar el proceso?

Dr. Arditi: Creo que existe una tremenda necesidad de crear una especie de “Proyecto Global Manhattan” para desarrollar una vacuna universal, así como tratamientos y mejores diagnósticos para COVID-19. Los investigadores de todo el mundo se están uniendo para colaborar y para el desarrollo de vacunas.

Si bien no existe un atajo para el desarrollo de la vacuna, algunas personas sugieren agilizar el desarrollo de la vacuna, por ejemplo, realizando “pruebas de desafío”, en las que los científicos vacunan a un pequeño número de voluntarios, esperan a que desarrollen anticuerpos y luego los exponen al coronavirus para probar la eficacia de la vacuna.

A diferencia de todo lo que hemos encontrado, incluidos MERS, SARS y H1N1, la pandemia de coronavirus cambiará para siempre la forma en que realizamos investigaciones científicas en todo el mundo, y la investigación de enfermedades infecciosas será una de las prioridades en las próximas décadas.

¿Qué debemos hacer para protegernos mientras aparece una vacuna?

Dr. Arditi: Todos deben seguir las órdenes de quedarse en casa, practicar el distanciamiento físico, seguir lavándose las manos con frecuencia y hacer todo lo posible para mantener un sistema inmunológico fuerte: comer sano, hacer ejercicio regularmente y dormir lo suficiente.

 


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