Enlace Judío México e Israel – El pueblo judío recibió las tablas de la ley precisamente en Shavuot, fiesta en la cual celebramos haber conocido las reglas del juego de la vida, los inquebrantables mandamientos que establecen cómo tenemos que comportarnos como seres humanos. En ellos, se estipula claramente lo que sí y lo que no debemos hacer. Es una guía moral, universal, vigente hasta el día de hoy.

En este mismo contexto, en vísperas de comenzar la festividad judía de Shavuot, trataré de resumir en un decálogo, la complejidad de nuestra  coexistencia con el coronavirus. Mi idea, es facilitar la visualización de esta inevitable relación, con la esperanza, de que tengas mayor certidumbre. Que al comprender con precisión las principales premisas que gobiernan el curso de la pandemia, puedas extremar precauciones, mientras retornas con mesura a tus actividades. 

Sabemos que el virus se quedará entre nosotros por un rato más, aparentemente no desaparecerá demasiado pronto, por lo que la destreza por evitarlo quedará en la habilidad de cada uno de los individuos. El éxito será resultado de la información que obtenemos, comprendemos, hacemos nuestra y llevamos a la práctica. Las herramientas que aquí presento pretenden ofrecerte precisamente eso: un mayor control en tu probabilidad de contagiarte, y que éste no quede sólo a la merced de la buena suerte.

Aquí entonces diez reglas para empoderarte. Para que sepas tú y los tuyos cómo minimizar las variables que podrían ponerte en situaciones de riesgo. En mi decálogo estableceré las conductas recomendadas a obedecer, según lo que sabemos al día de hoy. Importante recalcar que diariamente la ciencia alcanza nuevos descubrimientos. Por ello, subrayo la advertencia de que entre más estricto y conservador seas en seguir este decálogo, mejores serán los pronósticos. 

La pandemia dejó hace varios meses en claro que los seres humanos por más distantes que nos encontremos, estamos todos interconectados. Por eso, es importante aclarar que ante el COVID-19, lo que hagas tú afecta a todos. Pero que tus acciones impactan de forma más directa a quienes te rodean, quienes viven contigo o con quienes convives, los que comparten tu burbuja. Por lo que este decálogo debe ser obedecido de la misma forma entre los que comparten un mismo hogar; por los que conviven de forma cotidiana. En consenso. Deben acordar entre todos el nivel de riesgo que les da confianza sin condicionar su seguridad. Esta pandemia nos obliga a ser menos egoístas, a pensar que si cuidamos al otro, nos estaremos entonces cuidando a nosotros mismos.

  1. Conócete y conoce a los de tu burbuja. Primero debes entender perfectamente bien tu riesgo de desarrollar la enfermedad de COVID-19 grave si entraras en contacto con el virus. La edad, género, índice de masa corporal y condiciones como hipertensión, diabetes y enfermedades crónicas pueden hacer que el desarrollo de la enfermedad en ti sea de mayor severidad, y que incluso lleve a la muerte. También es imprescindible conocer a quienes viven contigo; los que comparten tu burbuja. Si hay alguien en casa con mayor riesgo, deberán todos de comportarse con mayor rigor para protegerlo. Lo que hagas tú afecta directamente a todos los miembros de tu burbuja.
  2. Limita la salida. Si bien deberemos eventualmente salir a trabajar, regresar a la “nueva normalidad”, trata de salir lo mínimo indispensable. Sólo para lo que consideres esencial. Y cuando lo hagas, aprovecha para realizar todos los pendientes de una sola vez. Debemos ser pacientes, aún no hay ni cura, ni tratamiento efectivo ni vacuna que prevenga el COVID-19, por lo que por el momento, sólo las medidas de aislamiento y distanciamiento social siguen siendo lo único efectivo para mitigar la propagación del virus.
  3. Elije el aire libre. Si sales trata de estar en lugares al aire libre. Hay evidencia de muchos menos contagios en espacios abiertos que en lugares cerrados. Si llegaras a estar en un espacio cerrado, hazlo por poco tiempo; considera que los aires acondicionados propagan fácilmente el virus, evítalos en la medida de lo posible. También, entre más tiempo estés en un lugar mayor es la dosis de virus que puedes recibir.  
  4. Higiene y protección. Cuando salgas de casa usa cubrebocas, de preferencia también careta, y no te los quites hasta regresar. Aprende a usar las mascarillas correctamente, tapando nariz y boca, y a quitártelas y desecharlas de forma segura. No las toques nunca por su parte exterior, es la región más contaminada. Evita llevarte las manos a la cara. Debes continuar con las prácticas de higiene como el lavado de manos con agua y jabón o con gel antibacterial, y la limpieza de superficies con las sustancias recomendadas. Especialmente hay que desinfectar constantemente aquellas que tocamos con mayor frecuencia, como manijas de puertas, teléfonos celulares y botones de un elevador.
  5. Asume que estás contagiado. Debido a que muchos cursan la enfermedad de COVID-19 de forma asintomática, sintiéndose perfectamente bien y sin saber que son portadores del virus, los expertos sugieren comportarte como si tuvieras el virus, evitando contagiar a los demás. Condúcete con precaución y usa tu sentido común. Protege al prójimo. Si todos se portaran así estaríamos blindados.
  6. Minimiza la unión de burbujas. Si te vas a encontrar con otras personas, trata de que sean de una misma casa y que lleven su estrategia de riesgo con el mismo grado de seguridad que tú. Se ha comprobado que la gente que vive bajo un mismo techo comparte el mismo estatus frente al virus; si uno se contagia, lo más seguro es que todos estén contagiados. Piensa en cada casa como si fuera una burbuja, si te acercas a otras estarás uniendo posibles núcleos de contagio. Aunque veas a sólo una persona de otra burbuja, estarás fusionándolas prácticamente por completo. Entre menos burbujas se junten, es mejor. 
  7. Evita lugares con mucha gente. La mayor forma de contagio es de una persona a otra, más que entrando en contacto con superficies contaminadas, por lo que entre más gente junta haya, mayor probabilidad de estar con algún portador del virus. Si vas a lugares con más gente, aumenta considerablemente tu riesgo de contagio. Evita eventos congregados, los lugares públicos y las horas pico. Especialmente si en ellos se ejecutan actividades de mucha convivencia, como cantar o platicar, si son en espacios cerrados o si vas a permanecer ahí por mucho tiempo.
  8. Conoce la situación local. Es importante saber qué tantos casos positivos hay en tu entorno, así como el estado del sistema de salud de tu entidad, para saber qué tan seguro es salir. Estar pendiente de la situación de la región donde vives te dará una idea de qué tan riesgoso es salir de tu casa; qué tan probable es que te encuentres con gente contagiada, en espacios contaminados y a su vez, cuál es la capacidad de atención médica si llegaras a requerirla.
  9. Decidiendo con pros y contras, en intervalos. Si crees que realizaste una actividad que pudo haberte puesto en contacto con el virus, aíslate al menos por el lapso de una semana a diez días para ver si tú o con quien estuviste, desarrollan algún síntoma. No hagas cambios constantes y repentinos en tus actividades cotidianas, espera unos días para conocer las consecuencias de los nuevos pasos, con la idea de proteger a los demás. Mejor regresar con cautela y de forma progresiva a la “nueva normalidad”. Para tomar una decisión, considera tanto lo positivo de hacerla como los riesgos que estarás asumiendo. Ponlos en una balanza y considera que a veces, al hablar de la salud, los costos pueden ser mucho mayores a los beneficios. Evalúa con toda la información disponible y planea tus salidas junto con los miembros de tu burbuja.
  10. Usa información confiable. Desgraciadamente estamos conviviendo esta pandemia paralela a una epidemia de información que muchas veces puede atentar contra tu integridad y tu salud. Para evitar confusiones debes usar información basada en la evidencia científica así como las recomendaciones oficiales. No hagas caso a los mensajes de pseudociencia que tratan de convencerte con soluciones aparentemente simples, que parecieran mágicas. Esta pandemia nos tiene a todos con mucha ansiedad y frustración, los cuales son los ingredientes ideales para creer en falsos remedios basados en especulaciones. Debemos mantener una mente crítica y verificar lo que escuchamos. La pandemia eventualmente llegará a su fin, la idea es llegar todos juntos. Con inteligencia y prudencia. Ante la duda, más vale ser exageradamente precavido.

Si bien este decálogo es una guía que cubre los aspectos más relevantes y que espero te ayude a tomar mejores decisiones, a clarificar dudas, no es exhaustiva. Cuenta con los aspectos necesarios, pero no cubre todas las variables suficientes para garantizar el éxito en forma absoluta. Replicando los anuncios de televisión: siempre consulta a tu médico.

Como dijo la secretaria de salud del estado de Illinois, Ngozi Ezike: “estamos construyendo el avión mientras tratamos de volarlo”.

Espero este decálogo sea buen mapa para tu vuelo.

Jag Sameaj.

 


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