Enlace Judío México e Israel –  Los humanos modernos prehistóricos primero abandonaron África para inmigrar al norte durante la Edad de Hielo y pudieron adaptarse al clima frío que persistía en Israel y el Medio Oriente en ese entonces, según una nueva investigación realizada por académicos de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI) y de la Universidad de Haifa.

El estudio, cuyos hallazgos fueron publicados el domingo en el Journal of Human Evolution, analizó los fósiles desenterrados en la llamada cueva Misliya en el Monte Carmelo que data de hace unos 200,000 años, informó The Jerusalem Post.

Los restos de especies específicas de roedores típicos de las regiones del norte y más frías se identificaron cerca de una mandíbula humana, la evidencia más antigua conocida de la presencia de homo sapiens fuera de África, que se encontró en la cueva hace unos dos años.

Los resultados ofrecen nuevas ideas sobre el viaje y la presencia de humanos modernos en la región.

“Es sorprendente aprender sobre la evolución humana moderna a partir de los restos de un pequeño roedor”, comentó el Dr. Lior Weisbrod de la AAI en un comunicado. “Entre las especies descubiertas durante la excavación, también nos sorprendió mucho descubrir animales capaces de vivir solo en climas fríos, especialmente una especie llamada Ellobius lutescens, que vivió aquí durante la Edad de Hielo y desapareció de nuestra región hace más de 150,000 años. Esto significa que, aquí en Israel, prevalecieron las condiciones de frío que permitieron la supervivencia de tales animales. ¡Encontrar la mandíbula humana en la misma capa donde vivía el roedor sugiere que estos humanos primitivos sobrevivieron en estas condiciones!”

Antes de que se descubriera la mandíbula del Carmelo, Los humanos modernos prehistóricos primero abandonaron África para inmigrar al norte durante la Edad de Hielo y pudieron adaptarse al clima frío que persistía en Israel. Se creía que el duro clima de la Edad de Hielo los había desanimado a avanzar más al norte. La nueva investigación sugiere que este no fue el caso, lo que fortalece la creencia de que la capacidad de adaptación ha caracterizado a la humanidad desde sus albores.

“Los descubrimientos prehistóricos en Israel, y en otras regiones del norte de África y el sureste de Europa, están cambiando las percepciones existentes sobre la evolución humana”, explicó en un comunicado la profesora Mina Weinstein-Evron, del Instituto de Arqueología Zinman de la Universidad de Haifa.

Estos descubrimientos arrojan luz sobre los orígenes de los humanos modernos y el desarrollo de sus capacidades fisiológicas y de comportamiento. Estas capacidades nos permitieron llegar a cada uno de los continentes en un tiempo relativamente corto, en términos evolutivos, aceleraron la extinción de especies humanas anteriores y en realidad llevaron a nuestros antepasados ​​a dominar el mundo”.

También señaló que si el clima no fue el factor que retrasó inicialmente a nuestros ancestros ancestrales, surgen nuevas preguntas sobre posibles explicaciones alternativas, incluidas las características demográficas de la población, las interacciones con otras especies humanas y el papel de las innovaciones tecnológicas.

“Los pequeños restos de los animales que examinamos son de suma importancia para el estudio de la evolución humana”, concluyó Weisbrod. “Con la ayuda de los fósiles, uno puede determinar en qué condiciones los humanos antiguos podrían haber sobrevivido en diferentes épocas prehistóricas, y a qué velocidad evolucionó la adaptabilidad humana para adaptarse a diversas condiciones climáticas”.

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