Enlace Judío México e Israel – Un nuevo estudio realizado en Wuhan, China ha descubierto daños patológicos de pulmón en las tomografías de pacientes completamente asintomáticos.

Daño pulmonar silencioso

De acuerdo a médicos que han tratado pacientes de COVID-19, muchos pacientes en estado avanzado de la enfermedad  no tenían ninguno de los rasgos distintivos de la enfermedad respiratoria grave hasta que colapsaron repentinamente y murieron.

La ciencia detrás de esta temprana lección está emergiendo ahora, con un estudio de Wuhan, China, que describe los cambios patológicos del pulmón en las tomografías de pacientes completamente asintomáticos.

La falta de síntomas no es infrecuente en otras infecciones virulentas, como el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina o SARM y C diff (Clostridioides difficile), pero lo que llama la atención con el SARS-CoV-2 es que puede estar acompañado de daño orgánico subyacente.

Los investigadores encontraron lesiones consistentes con inflamación del tejido pulmonar subyacente (opacidades de vidrio esmerilado y consolidación, para usar la jerga médica), que no son específicas a la infección de SARS-CoV-2 y pueden verse en muchas otras enfermedades pulmonares.

Lo que sigue siendo un misterio es por qué, a pesar de estos cambios, los pacientes no muestran síntomas típicos de neumonía, como falta de aire severa.

Alrededor de una cuarta parte de los pacientes en el estudio desarrollaron fiebre, tos y dificultad para respirar, pero muchos no.

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La respuesta idiosincrásica a la infección es uno de varios misterios que plantea la COVID-19, como es por qué ataca a ciertos grupos y no a otros, dos personas con exactamente la misma demografía y salud pueden expresar la enfermedad en los extremos opuestos del espectro.

El estudio refuerza que la ausencia de síntomas no implica la ausencia de daño, de acuerdo a John Kinnear, Jefe de la Facultad de Medicina, Universidad Anglia Ruskin para The Conversation.

Los riesgos

La falta de síntomas frente a una patología activa conlleva un riesgo tanto para las personas infectadas como para el público.

Las recomendaciones actuales alientan a los pacientes a quedarse en casa si son asintomáticos, lo que hace que la presentación tardía al hospital y la muerte súbita se conviertan en un riesgo.

Y también está la pesadilla de la salud pública, ya que cerca del 40-45% de la gente infectada con SARS-CoV-2 es asintomática, con una carga viral igual de alta que la de aquellos que están activamente enfermos.

Si a esto se le añades el significativo índice de falsos negativos de hasta un 20% en cribados, la estrategia aplicada sobre una población para detectar una enfermedad en individuos sin síntomas de esa enfermedad, donde a la gente se le dice erróneamente que no tiene la infección, la escala del problema se magnifica, de acuerdo a los expertos.

Estos son los propagadores encubiertos que continuarán expulsando el virus por hasta 14 días, y esto plantea serias preguntas sobre la efectividad de las estrategias de pruebas o el uso de herramientas de detección como la medición de la temperatura.

La imagen completa se irá armando a medida que la calidad y cantidad de evidencia expanda y refine nuestra comprensión del SARS-CoV-2.

Sin embargo, la ciencia aún no informa a los médicos sobre la mejor manera de manejar a sus pacientes.

Las lesiones en una tomografía determinan qué tratamiento se necesita. Todavía hace falta una decisión personalizada basada en el juicio clínico para determinar una estrategia de control de la pandemia.

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