Enlace Judío México e Israel – El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu aseguró hoy ante el gabinete de coronavirus que la tasa de contagios en el país es de las más altas del mundo.

“Esta es la mala noticia. La buena es que en las últimas dos semanas, la tasa parece haberse estabilizado”, señaló Netanyahu.

“La cifra de pacientes graves está aumentando lentamente, de manera que por el momento no está sobrecargando al sistema como escuchamos de los expertos de salud”, añadió. “Sin embargo, el número de muertes va en aumento también. La semana pasada, se mantuvo en 68 y podría elevarse a cifras mayores”.

Diez pacientes fallecieron debido a COVID-19 en las últimas 24 horas, lo que eleva a 541 las víctimas de la pandemia en Israel, según los datos publicados este lunes por el Ministerio de Salud.

Actualmente se han registrado 334 pacientes en estado grave, 100 de ellos con respiradores. Desde el comienzo de la crisis, un total de 73,231 han contraído la enfermedad, mientras que los casos activos ascienden a 25.167, informó The Jerusalem Post.

Un total de 741 personas dieron positivo al virus este domingo, siendo este el segundo día consecutivo en que el número de nuevos casos es inferior a 800. El profesor Roni Gamzu, comisionado especial contra el COVID-19 en Israel, destacó que por primera vez desde el comienzo de la “segunda ola”, se ha reducido la tasa de infección, lo que significa que las personas con contagio activo están infectando menos a otras personas.

Sin embargo, se realizaron menos de 10,000 pruebas diarias el sábado y el domingo, en comparación con más de 20,000 de los días anteriores. Anteriormente, hasta 30,000 pruebas se realizaban cada día.

Según el Ministerio de Salud, las pruebas realizadas diariamente han disminuido debido a pequeños cambios en los criterios para aplicarlas.

En la reunión del gabinete, Netanyahu destacó la necesidad de contener la tasa de contagio y romper la cadena de infección, teniendo en cuenta también que el regreso a las escuelas en septiembre podría aumentar la tasa de morbilidad.

Netanyahu enfatizó que el objetivo sigue siendo evitar un confinamiento generalizado, mientras que los cierres locales o restricciones específicas son herramientas que pueden emplearse para este fin. Añadió que es necesario transferir más fondos a los ciudadanos para apoyar la economía de Israel.

Por su parte, el primer ministro alterno y ministro de Defensa, Benny Gantz dijo que pretende establecer un cuartel general para gestionar la crisis y especialmente para reducir la tasa de infección. Gantz añadió que, entre otras cosas, las FDI están ayudando a ciudadanos e instituciones de las “zonas naranjas” para evitar que se vuelvan rojas.

El comité de coronavirus de la Knéset debatió la cuestión de las instituciones culturales, que se cerraron a principios de julio poco después de que se autorizara su reapertura.

“Queremos transmitir un mensaje al gabinete: el hecho de que lo único para lo que no podemos encontrar una solución es el sector cultural no se ve bien”, expresó la presidenta del comité, Yifat Shasha Biton, y agregó que las instituciones son capaces de organizarse eficazmente para cumplir con las directivas.

“Según la tasa de contagios deberíamos haberlas abierto ayer, no mañana”, añadió.

“Queremos reanudar los eventos culturales tan pronto como la tasa de contagios lo permita. El índice sigue siendo alto y la cifra de pacientes graves sigue aumentando”, señaló el subdirector general del Ministerio de Salud, Itamar Grotto e indicó que mañana habrá un debate sobre el tema dirigido por el Ministerio de Cultura y Deporte.

Varios legisladores de la oposición criticaron duramente al gobierno por permitir que los estudiantes extranjeros y especialmente los estudiantes de la yeshivá ingresen a Israel en los próximos meses, mientras que no se toma ninguna decisión con respecto a las instituciones culturales.

El plan y las condiciones para permitir el ingreso de estudiantes extranjeros al país fue aprobado por Gamzu esta mañana.

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