Enlace Judío México e Israel – Tikún Olam significa “reparar al mundo” y uno de sus principales sentidos es enseñar que el pueblo judío tiene la responsabilidad de trabajar todo el tiempo para sanar el mundo en el que vivimos.

Hoy enfrentamos una nueva prueba, una de muchas en nuestra historia, que tal vez tiene una diferencia con otras experiencias difíciles por las que hemos atravesado por generaciones: podemos ayudar a sanar y a cuidar a otros si decidimos quedarnos en casa, no reunirnos y mejorar nuestros hábitos cotidianos de salud e higiene.

A diferencia de las persecuciones, las olas de odio, los momentos de precariedad, incluso de otras enfermedades altamente contagiosas y mortales, en esta ocasión nuestra supervivencia depende del aislamiento voluntario, de la distancia familiar y de la prudencia sobre cómo resolver costumbres y ritos que merecen y nos piden estar juntos.

Pero eso no es posible si lo que buscamos es seguir el principio de Tikún Olam. Y si nuestra conducta, nuestra fe, son guías de vida y de familia, no podemos dejar de hacer lo que nos ha permitido que la mayoría de nuestras comunidades estén sanas y en buenas condiciones.

Queda claro, gracias a esta terrible pandemia, que nuestro bien más valioso es la salud, porque permite la vida, por eso debemos asumir el compromiso de mantenerla a toda costa, la nuestra y la de nuestras familias, para continuar como comunidad, como sociedad, mejorando el entorno que habitamos.

Sé que estamos cansados, nerviosos y hasta molestos por estar en una realidad que no se parece a nada de lo que considerábamos normal; sin embargo, este peligro que nos acecha demanda de nosotros tranquilidad, solidaridad y, lo más importante, la voluntad que nos ha permitido prevalecer como pueblo.

Tendremos tiempo, si tenemos vida y salud, solo así. Para ello debemos reflexionar unidos, desde el hogar, escuchando a quienes son líderes familiares y comunitarios, con el fin de hacer lo que a cada quien nos corresponde para salir de esta crisis lo más pronto posible.

Y llamo a que nadie piense que no estamos en una crisis; no obstante, hemos pasado por muchas, de diferente forma y nada parecidas a ésta, que nos han enseñado que somos personas que nos levantamos las veces que sea necesario para continuar hacia adelante. Es parte de nuestro espíritu y, en consecuencia, de nuestra fortaleza.

Las y los convoco a no dejarse vencer por la urgencia de estar juntos en lo físico; permanecer sanos por medio de seguir alejados un lapso más es la manera en que podemos ayudar y prácticamente representa un esfuerzo mínimo, aunque hacerlo es un acto muy poderoso.

Otro de nuestros principios como judíos es hacer lo que esté en nuestro poder para ayudar, a los nuestros y a todos los demás, porque de esa forma salvamos cada espacio en donde habitamos.

Este es el momento en que tenemos el poder de estar bien de salud y de convivencia, y regresar mejor en todos los sentidos. Tal y como ha sucedido en cada momento que la historia nos ha exigido unión, perseverancia y colaboración, todas cualidades de nuestras familias y comunidades.

Hagamos lo correcto.

Atentamente,

Luis Wertman Zaslav


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