Enlace Judío México e Israel.- Albania fue el único país de Europa que puso fin a la Segunda Guerra Mundial con más residentes judíos que antes de la guerra, y fue en parte gracias a hombres como Kadri Cakrani

Kadri Cakrani /Facebook)

Su nieta, Elizabeth J. Vrato le dedica un texto en The Jerusalem Post, donde comenta que este mes, su destacada actuación recibió un reconocimiento con la inauguración de un nuevo memorial del Holocausto en Tirana, la capital de la nación.

El memorial honra no solo el sufrimiento de los judíos de Europa bajo los nazis, sino también a los musulmanes y cristianos albaneses que lo arriesgaron todo para proteger a hombres, mujeres y niños que eran diferentes a ellos, y en muchos casos, completos desconocidos.

Kadri Cakrani era el líder del Frente Nacional, que luchaba contra los nazis. Se desempeñó como comandante general de la ciudad de Berat y, en 1943, pidió ayuda para proteger a los judíos refugiados en su zona.

“Necesitamos transportar urgentemente a un gran número de personas desde Berat. Me refiero a los judíos que están por cientos aquí, y si los encuentran, todos serán sometidos a bala. Nunca se sabe lo que les podría pasar, y no puedo confiar en nadie porque incluso si los escondo con … documentos entre nuestras familias, no sé cómo se correrá la voz y entonces habré puesto a todo Berat bajo la bala. No deberían caer en manos del ejército nazi que está en camino hacia aquí, porque sabemos lo que los nazis harán con ellos … envíen a alguien de regreso inmediatamente con mi mensajero”, cita a Cakrani su nieta en el Jerusalem Post.

En un artículo de la edición de abril de 2020 de la revista Memoria del Museo de Auschwitz se reconoce su papel. En él se cuenta cómo reunió a la gente de su región para luchar contra los alemanes y trabajó para proteger a los judíos. Sometido a repetidos interrogatorios, mintió a los funcionarios nazis, diciendo que no tenía información sobre judíos en su zona mostrando con ello un gran valor dado que mentir se castigaba con la muerte.

Cuando tuvo conocimiento de las redadas nazis en busca de judíos  refugiados en Berat, muchos de los cuales provenían del centro y sur de Europa, los trasladó de una parte de la ciudad a otra, logrando mantenerlos a salvo de las patrullas.

Pero también se involucró en lo personal asumiendo el enorme riesgo de esconder judíos en su propia casa, lo cual también estaba castigado con la muerte.

Más de 70 años después, están saliendo a la luz muchas historias similares porque el antisemitismo floreció durante el gobierno totalitario del líder comunista Enver Hoxha (1945-1991). La religión en sí estaba prohibida y la pequeña nación no tenía relaciones diplomáticas ni con Estados Unidos ni con Israel para proteger a sus familias de las frecuentes redadas policiales. Inevitablemente, la gente destruyó documentos que demostraban cómo habían ayudado a los judíos.

Durante los 20 años transcurridos desde la caída del comunismo en Albania, el profesor Simon Vrusho realizó más de 150 entrevistas y recopiló nombres, documentos, cartas y fotos que ahora se exhiben en el Museo Solomon en Berat, inaugurado en 2018, donde cuelga el retrato de Kadri Cakrani en la pared.

Su lugar en la historia de la Segunda Guerra Mundial se comparte allí con el público.

Tras proteger a los refugiados judíos, Kadri Cakrani se convirtió él mismo en refugiado. El líder político Enver Hoxha había ordenado su muerte, por lo que huyó de Albania. Otros miembros de la familia no tuvieron tanta suerte. Se refugiaron en Italia y luego en Siria, lejos de la casa familiar en el país donde su propio abuelo firmó la Declaración de Independencia del Imperio Otomano de 1912.

Estados Unidos le concedió asilo político. Trabajó con los servicios de inteligencia estadounidenses durante el resto de su vida, luchando por restaurar la democracia en Albania, hasta que murió en Filadelfia en 1972.

Hoy se le recuerda por salvar la vida de cientos de personas durante la guerra, sus descendientes se cuentan por miles.

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