Enlace Judío México e Israel- Un documental, “El secreto del Dr Grinberg”, primer largometraje  de su director, Ida Cuéllar, pronto se presentará en el Festival Cervantino. ¿El personaje? El científico judío mexicano Jacobo Grinberg. La trama? Su desaparición en 1994, sin dejar rastro. La figura del autor de más de 50 libros y de la teoría sintérgica resurge hoy con más fuerza. Se habla incluso de una serie inspirada en este misterio, que producirá Gato Grande, la productora de “Luis Miguel, la serie”.

“No tenemos nada de él, no tenemos cuerpo, no tenemos sangre, huellas digitales, alguna evidencia de que haya pasado un delito”, dice el responsable de la investigación en torno a su desaparición. Aún así, las teorías son muchas. En una de ellas, recuerdan que el trabajo de Grinberg acerca de la conciencia y del funcionamiento del cerebro llamaron la atención de agencias del gobierno norteamericano las cuales, tras la negativa de Grinberg para colaborar voluntariamente con ellas, pudiesen haber optado por el rapto. Otra apunta a su entonces esposa Teresa, quien desapareció unos meses tras el suceso. Otra más gira en torno a una probable “iluminación” o a una especie de exilio espiritual voluntario al cual Grinberg decidió replegarse tras alcanzar algunas verdades trascendentales.

Para Estusha Grinberg, la hija de Jacobo, no importa qué sucedió, lo importante es salvaguardar y difundir el legado de su padre.

Su primera esposa, Lizette Arditti, dice con tristeza:”Teniendo en México tantos desaparecidos, también podríamos pensarlo como uno más. Nos duele porque era entrañable para nosotros… Cuando desaparece alguien así, hay que inventar algo a la altura de su vida”.

Y es que la vida de Jacobo Grinberg no fue una vida común.

Jacobo Grinberg y Benjamín Troyse en la Idishe
La foto es de 5o de primaria en el Colegio Israelita de México. El niño señalado por la flecha azul es Benjamín Troyse y por la flecha verde, Jacobo Grinberg. Ambos tenían 10 años.

Quién fue Jacobo Grinberg

Nacido en el seno de una familia judío mexicana, Grinberg fue alumno del Colegio Israelita de México. Se dice que a los 12 años Grinberg decidió estudiar la mente humana a raíz de que su madre falleciera de un derrame cerebral.

Su vena científica se manifestó desde su infancia, pues tendría esta edad aproximadamente cuando casi logra incendiar su casa. En “La Batalla por el templo”, su autobiografía, narra: “En aquel entonces… hacía experimentos con mezclas explosivas. Un maestro nos había explicado la forma de hacer pólvora y yo la había mejorado. Construía pequeños cohetes que encendía en mi cuarto y lanzaba por la ventana. Una tarde, cayó una chispa dentro de un recipiente que contenía un kilogramo de la mezcla. Todo explotó…Yo logré salir del desastre arrastrándome hacia la puerta”.

Grinberg participó en movimientos juveniles sionistas, como lo relató en entrevista Lizette Arditti. Incluso vivió un año en un Kibutz israelí (granja colectiva) en Israel. En esta ” Shnat hajshará” conoció a Lizette, se enamoraron y luego se casaron.

En el kibutz, Grinberg tuvo una de sus primeras experiencias paranormales, pues asistió a sesiones de espiritismo en las cuales se usaba la Ouija.

Grinberg egresó de la Facultad de Ciencias de la UNAM, donde cursó la carrera de Psicología, y entre otros estudios de posgrado obtuvo un doctorado en el New York Medical College, durante el cual se dedicó principalmente a llevar un registro electrofisiológico del cerebro humano expuesto a estímulos geométricos.

Una de las etapas más populares de la carrera profesional de Grinberg fue el trabajo realizado junto con la legendaria curandera mexicana Pachita, a quien conoció cuando fue a pedir fondos para su Instituto a Margarita López Portillo, hermana del presidente López Portillo.

Con ella trabajó, desde una perspectiva científica, en la evaluación metodológica de las manifestaciones de conciencia en el ser humano. A partir de estas experiencias escribió el más popular de sus libros, “Pachita, Milagro Mexicano”.

La pasión de Grinberg fue el laboratorio. Lizette lo siguió allí, y éste fue el escenario de la infidelidad que acabó con su matrimonio.

Otra teoría especialmente interesante, entre las logradas por Grinberg, es la que se refiere a la visión dermoóptica, una habilidad “extrasensorial” que el científico estuvo trabajando con niños mexicanos (particularmente en la ciudad de Toluca). La dermoóptica “consiste en hacer una lectura sin necesidad de tocar absolutamente nada, solamente con las variaciones dermográficas, con los sensores que tenemos en los pulpejos de los dedos”.

Grinberg, la leyenda

Tanto Lizette Arditti como su hija, Estusha, desean que no se construyan leyendas falsas alrededor de su padre. Que no le llamen chamán, ni iluminado, que no se vuelva objeto de culto. Para ellas, Jacobo Grinberg es un hombre inquieto que dedicó su vida al estudio científico, y por lo tanto experiencial, de la conciencia.

Al término de la entrevista, en alusión al documental y a la serie, Lizette confiesa con unas lágrimas: “A veces pienso que todo eso se está abriendo porque, a lo mejor, él anda por ahí… a lo mejor aparece. Hay una parte por la cual es imposible darlo por muerto. Nunca puedes. Y esa, esa es la dificultad”.