Enlace Judío México e Israel – A pesar de la pandemia, el fútbol israelí continúa fortaleciéndose, particularmente con talentos jóvenes que proceden de la diáspora latinoamericana, como es el caso del volante de ascendencia judía Eitan Kaim, procedente de Venezuela.
Kaim, proviene del Deportivo caraqueño Petare Fútbol Club, de la Segunda División venezolana. Donde debutó en 2018 en el torneo nacional de la Copa Venezuela, y fue convocado para los módulos de entrenamiento de la selección venezolana, conocida como la “Vinotinto”, Sub-17.
Kaim tiene apenas un año viviendo en Israel, y a pesar de su ascendencia judía, comentó a Israel Internacional estar adaptándose a un nuevo estilo de vida, de costumbres y hasta de manera de entrenar.
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Al llegar a Israel en agosto de 2019, su ficha de traspaso no podía concretarse, debido a que era menor de edad y sus padres no viven en Israel. Fue en marzo del 2019 al cumplir dieciocho años que la firma se hizo efectiva, pero llegó la pandemia y, de nuevo, le tocó esperar.
El volante ofensivo destacó en los Juegos Macabeos Panamericanos de México en 2019, por lo que los dirigentes del fútbol israelí decidieron traerlo como integrante de la selección Sub-17 para sesiones de entrenamiento en el país.
En el ínterin, gracias a la gestión de su agente, el venezolano Karim Asafo, y el argentino-israelí Ricardo Kanterevich, fue llevado al Maccabi Petaj Tikva e incorporado luego al plantel de Hapoel Nir Ramat Hasharon, donde está jugando actualmente en la Super Liga Juvenil para adolescentes entre 18 y 20 años.
En fechas recientes se reanudaron los encuentros futbolísticos, Kaim se lució como enganche ofensivo con su equipo en los dos recientes partidos de la temporada.
Kaim destacó que se adapta poco a poco al estilo israelí es más físico, más rápido y de mayor contacto, donde priman los resultados, señaló que en Israel hay mayor infraestructura deportiva y mayor movimiento de jugadores hacia Europa.
Nacido en Tel Aviv y vivió en Raanana, la familia Kaim viajó, cuando Eitan contaba con solo dos años a Caracas, por lo que debió aprender hebreo e integrarse a la sociedad como un nuevo inmigrante a su regreso a Israel.
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