Enlace Judío México e Israel – Todo momento en la vida se puede considerar histórico, siempre habrá algo que lo diferencie de otros.

Hoy los especializados en analizar política se dividen entre quienes hablan de un “nuevo” Medio Oriente, y quienes más cautos o menos optimistas hablan de “grandes cambios”, pero no de que haya aparecido uno nuevo.

Mi posición personal está en la segunda opción. Estamos viendo grandes avances en cuanto a tratados de intercambios comerciales, tecnológicos, etc. Quiero analizar algunos temas puntuales.

1 – Se firman tratados bilaterales. Es cierto, ya son dos países firmantes y hay otros que están en la cola viendo qué ventajas podrán tener si firman tratados similares.

Me pregunto si los delegados de las naciones incluídas en la ONU están enterados de esto. Porque los votos acusando a Israel de faltas ridículas siguen siendo los mismos.

El solo hecho de firmar acuerdos significa, aunque no esté escrito, un reconocimiento a la existencia del Estado de Israel. Por ahora los que firmaron jamás habían negado eso. Estaban en desacuerdo con determinado puntos, los dejarán momentáneamente de lado, los minimizarán. Pero la situación no cambia, solamente salen a la luz actitudes que ya existían.

2 – Desmenuzando las notas que aparecen en la prensa de países musulmanes se nota claramente que no cambió la actitud de exigir que Israel vuelva a las fronteras de 1967 y que Jerusalem Este sea la capital del nuevo país palestino. Nada cambió, solamente se escribe con otras palabras, la exigencia es siempre la misma.

3 – Cada país que se acerca a conversaciones tomando como ejemplo a los Emiratos, al hacer preguntas claves evidencian que quieren saber qué van a ganar si firman. Lo dijo claramente un importante periodista saudí, que la firma no es una declaración de amor, que son negociaciones para beneficio de las partes o por lo menos beneficio de la parte musulmana, y que no perderán de vista las exigencias de un estado palestino independiente, etc. etc.

4 – Está totalmente al descubierto que todos los acuerdos son firmados por presión directa del gobierno de Donald Trump. Es muy evidente que lo hizo no por amor sino por tener puntos a su favor en las últimas semanas previas a las elecciones norteamericanas donde se juega la reelección. Ni vale la pena mencionar los beneficios personales de Netanyahu.

5 – Qué observamos en el gobierno de Israel? En primer término no es costumbre diplomática que cuando se firma un tratado por una parte lo haga un ministro de la cartera correspondiente (no el mandatario principal) y por la otra vaya nuestro primer ministro mostrándose al mundo con una amplia sonrisa. Esto solo de por sí ya es un punto en contra de Israel. Además el viaje urgente a Estados Unidos del ministro Gantz es otra demostración de que es cierto que -sin estar escrito- Netanyahu autorizó a Estados Unidos a armar una “bomba de tiempo” contra Israel, que es la venta de armamento de última generación a países de esta zona que nunca se sabe si no será usado contra Israel en un futuro no lejano.

6 – El presidente Trump precisaba de alguna forma disminuir la presencia militar de EEUU en el Medio Oriente. La mejor forma es equipar muy bien a otros países que compartan su enemistad con Irán y el peligro de extremismo islámico en Irak y alrededores. Así con un cinturón formado por Israel y países del Golfo, en caso de conflictos armados no serán soldados norteamericanos quienes caigan. Todo parece muy hermoso, pero no se toma en cuenta que en el día de mañana, vencidos los eventuales enemigos, Israel estará rodeado de países muy bien pertrechados y que tienen un largo historial de odio a los judíos y a Israel. Y libros sagrados donde claramente se incita a los creyentes a eliminar de la tierra a los “infieles”.

Me pregunto también qué actitud tendrá Estados Unidos si no es Trump el ganador en las próximas elecciones.

Por todo esto pido disculpas pero no puedo salir a bailar de alegría a la calle, y no es debido a la cuarentena. Es que vivo en el centro del país vulnerable y todos mis descendientes también.


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