Enlace Judío México e Israel – En la preparatoria, una de las cosas que más me gustaba al sacar libros de la biblioteca era ver las fechas y los nombres de la última persona en agarrarlo. A veces el libro había sido sacado hace unas semanas por un compañero como yo y a veces treinta años antes. Me encantaba pensar que hay ciertos libros y cierto tipo de conocimiento que nunca muere sigue entre nosotros a través de los años y las décadas. Además me sorprendía el simple conocimiento de cada uno de los lectores por simple tiempo y situación era sumamente distinto al otro y sin embargo, de una forma u otra habíamos leído las mismas ideas, compartíamos algo por distintos que fuéramos.

Y la realidad es que no estamos aislados los unos de los otros, por distintos que seamos el mundo en donde vivimos impacta la forma en la que pensamos y la forma en la que vemos. Dicha correlación que tenemos con el resto de los seres humanos no existe sólo a un nivel individual, sino a uno cultural también. Por más que un grupo quiera aislarse siempre tendrá contacto con el mundo y la cultura que lo rodea y así es como los mitos las leyendas, la filosofía y la buena literatura se desarrolla, entre las mezclas de ideas y contactos que existen entre la gente de diversas culturas.

El judaísmo y la cultura judía han existido por más de tres milenios, y así como se enriquecieron de las culturas que lo rodean, ha ofrecido un legado muy vasto a las mismas. El mundo occidental no sería lo que es sin su fuerte influencia judía y el flujo de ideas que hubo entre griegos y judíos o romanos y judíos en cada momento. El sistema legal, la forma de comercio y las tres principales doctrinas religiosas preponderantes en nuestra era fueron el fruto de dicho diálogo. Y a la fecha muchas de las premisas tanto morales como lógicas siguen impactando en la forma que vemos el mundo tanto a judíos como a no judíos por igual.

Existen ciertos arquetipos (modelos filosóficos o literarios) que tienen milenios de existencia y siguen influyendo hoy en día; se encuentran en nuestra literatura, el cine y la filosofía. Algunos de ellos son griegos, pero muchos también son judíos y son tan antiguos como la Torá misma; unos son símbolos de bondad y esperanza, mientras que otros aluden a un aspecto humano más terrible. Sin embargo, sin duda son bellos. En unos días muchos países estarán celebrando Halloween y en México se festejará Día de Muertos, aunque son dos festividades muy controvertidas al interior de las comunidades judías (El dilema de Halloween y el Día de Muertos para los judíos) hay quienes han decidido unirse a ellas y claramente son dos días importantes para la cultura actual predominante. Por ello decidimos hablar de algunos arquetipos judíos que influyeron en la concepción de monstruos o demonios típicos de la cultura actual y la diferencia entre la versión actual y la judía. Esperamos les guste.

Lilit, la madre de demonios

Uno de los personajes más enigmáticos de la literatura judía se llama Lilit, al ser un espiritú malvado que convoca fuerzas oscuras, su nombre no puede ser pronunciado. Es aludida en el libro de Isaías y aparece en el Talmud de Babilonia, los midrashim (relatos) de la Torá oral y los libros cabalísticos. Se le asocia con una sexualidad descontrolada que infesta la mente de los hombres, lastima a mujeres embarazadas y se apropia de recién nacidos. Sin embargo, su poder es limitado; en el judaísmo los malos espíritus y demonios en realidad son controlados por D-os mismo, son pruebas frente a las cuales el hombre se enfrenta y que logra vencer con el dominio de sus propias emociones y deseos o a través de la obediencia a la ley divina.

El origen de estos seres es discutido por distintas fuentes y se le asigna a distintos elementos. Hay quienes lo ven como el resultado de deseos humanos no controlados, la representación material y existente de aquellas veces en que los hombres desean separarse de D-os; otras fuentes lo asignan como que fueron creados al atardecer del sexto día en el inicio del Primer Shabat, narrado en la primera Creación de D-os y algunas los ven como metáforas más que seres reales o impulsos, tentaciones.

El caso particular de Lilit se tienen varias versiones sobre su creación. Se describe como la primera mujer de Adán, antes de la creación de Eva, que por un pleito de naturaleza sexual lo abandona no sin antes procrear a todos los demonios existentes, y en otras partes también se le asocia con la esposa del ángel de la tentación o con uno de los espíritus creados esa primera tarde del Shabat. En cualquiera de los casos se destaca su bestialidad representada a través de una sexualidad nociva.

Esta imagen de la madre de demonios o de la mujer de las sombras no sólo impactó en la imaginación y el pensamiento de los judíos de la antigüedad, sino que trascendió a los cuentos populares de la Edad Media y los lugares donde habitaban judíos. Lilit se convirtió en una figura aceptada por todas las culturas como un personaje mítico y hasta la fecha aparece en comics o libros de succubus y demonios.

El Gueinom, el lugar donde las almas sufren tras la muerte

El Gueinom o Guehená, como a veces se le llama es descrito como el lugar en el que las almas expían sus pecados tras la muerte del cuerpo. Es un lugar temporal, en el cual un alma no puede pasar más de un año; en el judaísmo además se ve como la preparación para la vida eterna. Hay incluso posturas judías que no ven el sufrimiento del Gueinom como un sufrimiento físico o material, sino que lo describen como la vergüenza que el alma siente frente a D-os; el fuego es dicha vergüenza que el alma siente frente a los pecados. Sin embargo hay textos que si describen el Gueinom como un lugar físico que se encuentra cerca del Valle de Hinom donde los idolatras sacrificaban a sus hijos, o en el desierto donde se abrió la tierra para tragar a la congregación de Koraj.

La idea de que nuestras acciones siguen teniendo influencia sobre el mundo tras la muerte, y que el alma puede expiar sus pecados incluso al carecer de cuerpo es uno de los íconos más fuertes de la cultura predominante actual. El lugar en el que las almas sufren pronto pasó a tener un significado muy distinto para las culturas y religiones que tomaron esta imagen como motivo filosófico.

El Leviatán, la serpiente marina

El Leviatán es una criatura marina que es mencionada en los libros de Job, Isaías y los Salmos, además la literatura rabínica se explaya en ella. Es descrita como una serpiente, un cocodrilo o una ballena gigante para la mitología judía existe desde principios de los tiempos y será asesinada en la época mesiánica para construir la Sucá de paz donde habitarán las naciones y su carne será comida por los justos del mundo. En las leyendas a veces, este monstruo tiene una contraparte terrestre (Behemot) masculina de la el Leviatán es la hembra o es el monstruo masculino cuya hembra idéntica a él fue asesinada por D-os para que no destruyera el mundo al reproducirse. En cualquiera de sus formas habita en el fondo del océano y se convierte en la imagen del tiempo que se acaba con la nueva era.

La imagen de este monstruo marino inspiro terror a los viajeros en todas las épocas y numerosas novelas, poemas o cuentos de viajes lo incluyen. Muchos filósofos también retomaron la imagen como una figura clave y una metáfora de la maldad que se conserva en la parte más bestial del hombre.

La esquina no terminada del mundo

En varios midrashim (relatos de la tradición oral) y en los textos cabalísticos se menciona una esquina del mundo que D-os dejo sin terminar, para que el hombre tuviera constantemente la prueba de su falta de divinidad o muy por el contrario para que el hombre terminará esa creación. Esta esquina es descrita como el punto más lejano del mundo al Norte y es habitada por todo tipo de criaturas y espíritus que existen en condiciones ínfimas para la vida.

Al igual que el Leviatán, los viajeros marinos temieron durante siglos de encontrarse con un lugar de esta naturaleza y el punto más lejano del mundo, el lugar sin terminar tomó connotaciones distintas a lo largo del tiempo tanto así que hasta la fecha es una figura literaria de gran peso.

El Satán

La tentación para el judaísmo tiene la cara de un ángel un serafín para ser precisos. Éste está en concordancia con D-os y es mandado por Él todo el tiempo, es a la vez el ángel del juicio, de la tentación y de la muerte. Es mencionado en la Torá y el Tanaj, sin embargo es en los textos agádicos (compilaciones de leyendas y disertaciones filosóficas) y en la Cabalá que realmente se define su naturaleza y su rol en el mundo. Constantemente se le compará con el yetzer hará o el instinto hacia la maldad en el hombre.

Aunque el Diablo como se conoce en la cultura occidental dista mucho de el Satan judío, encuentra su génesis en éste. El siguiente artículo explica las diferencias y parecidos que hay entre ambos.

Otras criaturas

Si bien en este artículo nos dedicamos a describir y delinear aquellas criaturas míticas judías que tuvieron un gran impacto en Occidente, no son las únicas criaturas que existen en la mitología judía. También hay figuras literarias que han surgido en todas las culturas como gigantes, fantasmas y dragones que sin embargo, aunque su génesis no necesariamente sea judía sí tienen su contraparte judía. Los gigantes se nos mencionan por ejemplo, dentro de la generación que fue exterminada por el Diluvio, los fantasmas encuentran su expresión en los dybukim judíos, entre muchas otras criaturas que surgieron popularmente y se encuentran en los textos judíos. El siguiente artículo menciona algunos de ellos.