Enlace Judío México e Israel – El cirujano que atendió a Yitzhak Rabin relata por primera vez los acontecimientos de la noche del asesinato, así como los desesperados intentos de salvar al primer ministro, la débil esperanza de que sobreviviera y el momento en que tuvo que declarar su muerte, informó The Times of Israel.

“A medida que pasa el tiempo la pérdida es más difícil”, expresó el Prof. Joseph (Yossi) Klausner en una entrevista al Canal 12 israelí con motivo del 25 aniversario del asesinato del ex primer ministro Yitzhak Rabin. “Esos son momentos que quedarán conmigo toda mi vida”.

Yigal Amir mató a tiros al primer ministro Yitzhak Rabin tras una manifestación por la paz en Tel Aviv el 4 de noviembre de 1995.

Klausner, entonces jefe de cirugía del Hospital Ijilov comentó que había visto la manifestación por televisión y había escuchado el discurso de Rabin.

“Estaba leyendo material médico. Nunca olvidaré la llamada telefónica. A eso de las 10.02 p.m. mi ayudante, el Dr. Motti Gutman, llamó y dijo que Rabin fue trasladado al hospital, está gravemente herido, quizá muerto… tiene heridas de bala”. recordó el cirujano.

Klausner corrió al hospital y luego al quirófano, que ya estaba lleno de médicos.

“Hubo intentos desesperados de reanimarlo. Los monitores mostraban ondas como si el corazón estuviera trabajando, pero eso fue porque su pecho estaba abierto y estaban masajeando su corazón”, dijo.

Manifestación por la Paz en la Plaza Maljei Israel de Tel Aviv-Asesinato de Yitzhak Rabin
Manifestación por la paz en la Plaza Maljei Israel de Tel Aviv, el 4 de noviembre de 1995. (Foto: AP/Nati Harnik)

“Hubo unos minutos en que monitor mostraba signos de vida. El corazón realmente bombeó e incluso produjo algo de presión sanguínea. Había una ligera sensación de esperanza… pero fue artificial debido a los enormes esfuerzos para reanimarlo”, recordó el cirujano.

“Estaba claro en ese momento que no había realmente ninguna posibilidad de salvar a Rabin, pero seguimos intentándolo. Nadie tuvo el valor de declararlo muerto”.

A las 11:07 p.m., poco más de una hora de haber recibido la llamada telefónica, Kalusner tuvo que declarar la muerte del primer ministro.

“Tuve que levantarme y decirle a todo el mundo que lo siento mucho, pero tenemos que anunciar su muerte. Porque habíamos agotado todos nuestros recursos. Agradecí a todos. Fue un momento terrible, terrible. Nunca lo olvidaré”.

“Vi a gente – cirujanos, anestesistas, personal de cuidados intensivos – desmayándose en el suelo. Nunca he visto algo igual. Gente tirada en el suelo; algunos de ellos llorando desgarradamente”, dijo.

Israelíes tras el anuncio del asesinato de Yithak Rabin
Israelíes reaccionan al anuncio de la muerte del primer Ministro Yitzhak Rabin frente al Hospital Ichilov en Tel Aviv, el 4 de noviembre de 1995 (AP PHOTO/Eyal Warshavsky)

Klausner agregó que intentó consolar a la gente alrededor, pero también había medidas prácticas que debían tomarse ante un evento tan trascendental, incluyendo la firma del certificado de defunción de Rabin.

“Me acerqué a dos personas, puse una mano sobre su hombro, la cabeza – sin palabras. Cuando estás en servicio, no puedes dejarte llevar por esa situación… hay cosas que debes hacer; tienes que hacer el papeleo”, dijo.

Klausner también participó en la autopsia que se realizó más tarde esa noche, cuando se descubrió que el asesino Yigal Amir había usado balas de punta hueca para maximizar el daño.

Dijo que si el tiroteo hubiera ocurrido hoy, con todos los avances en la tecnología y técnicas médicas desde 1995, Rabin tampoco habría sobrevivido. “De ninguna manera. No tenía ni una milésima de probabilidades de sobrevivir”.

El cirujano enfatizó que 25 años después, el significado de la pérdida de Rabin parece aún más pronunciada.

“Han pasado 25 años, toda una generación. Mientras más tiempo pasa, más se comprende el significado, la dimensión de la pérdida”, expresó.

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