El enviado de las Naciones Unidas para Oriente Medio, Nickolay Mladenov, expresó el lunes su preocupación por el proyecto de expansión de un barrio judío en Jerusalén Este y pidió a Israel cancelar la licitación, informó Haaretz.

La Autoridad de Tierras de Israel abrió este domingo la licitación para la construcción de 1,257 en el vecindario de Givat Hamatos en Jerusalén Este, ubicado más allá de las fronteras anteriores a 1967.

Los planes para la construcción, que aislaría el barrio árabe de Beit Safafa, se elaboraron hace varios años, pero se congelaron tras la oposición internacional.

“Si se construye, el barrio consolidaría aún más un anillo de asentamientos entre Jerusalén y Belén en la Cisjordania ocupada”, manifestó Mladenov.

“Dañaría significativamente las perspectivas de un futuro Estado palestino contiguo, y de una solución negociada de dos Estados basada en las líneas de 1967, con Jerusalén como capital de ambos Estados”, agregó.

“La construcción de asentamientos es ilegal según el derecho internacional y pido a las autoridades que den marcha atrás en este paso”, concluyó Mladenov.

Durante el mandato del expresidente Barack Obama, Estados Unidos se opuso firmemente a la construcción en Givat Hamatos, situado en el sur de Jerusalén, argumentando que haría imposible una futura división de Jerusalén.

La licitación publicada el domingo incluye 180 unidades más de las que se planearon originalmente para la primera fase de la construcción del vecindario, y actualmente se han planificado 1, 357 viviendas.

La mayoría de las viviendas planeadas en Givat Hamatos están destinadas a residentes judíos, y unas pocas para una expansión de Beit Safafa.

La Organización para la Liberación de Palestina denunció la construcción planeada por Israel de 1,257 unidades entre las ciudades de Jerusalén y Belén.

“Israel está tratando de beneficiarse del apoyo ilimitado de la actual administración de Estados Unidos, que le ha proporcionado todo el apoyo posible en aras de la expansión de los asentamientos y la toma de más tierras palestinas”, manifestó Nabil Abu Rudeineh, portavoz del presidente Mahmoud Abbas.

La ONG israelí Shalom Ajshav (Paz Ahora) comentó que la construcción en esta zona impediría la continuidad territorial de un futuro Estado palestino y por tanto es un “golpe mortal” a la perspectiva de una solución de dos Estados.

Haaretz informó la semana pasada que se le pidió a funcionarios del municipio de Jerusalén y la Autoridad de Tierras acelerar el proceso de aprobación de la construcción más allá de la Línea Verde para adelantarse a la anticipada presión de EE.UU. contra tales planes de una nueva administración.

Después de que el presidente Donald Trump asumió el cargo en 2017, la presión de EE.UU. contra la construcción en Givat Hamatos cesó y continuaron los planes para la expansión del barrio. En febrero, la Autoridad de Tierras de Israel anunció que estaba lista para emitir licitaciones, pero pospuso el proceso varias veces por motivos desconocidos.

La derecha acusó al primer ministro Benjamín Netanyahu de retrasar el proyecto debido a objeciones internacionales.

En 2010, durante una visita de Biden, entonces vicepresidente de EE.UU. bajo la administración de Obama, la aprobación de cientos de viviendas en el barrio Ramat Shlomó en Jerusalén Este provocó un incidente diplomático que llevó a una larga congelación de la construcción en la zona.

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