Enlace Judío – Dror Benshetrit, Avi Schiffmann y Jason Silva engalanaron con su creatividad e ingenio el segundo día del XIII Festival de Mentes Brillantes la Ciudad de las Ideas 2020, en el que también se celebró de manera oficial la inauguración protocolaria del evento anual por parte del curador Andrés Roemer, el gobernador poblano Miguel Barbosa Huerta y el empresario Ricardo Salinas Pliego.

La naturaleza en el pedestal del futuro

El diseñador israelí Dror Benshetrit aseguró que no se necesitan hacer sacrificios entre optar por vivir en altas densidades humanas y en medio de la naturaleza al presentar su visión para recrear el futuro con una armonía ecológica en el mundo.

Las ciudades, señaló, son establecimientos artificiales que nos cortan nuestro acceso a la naturaleza, que nos impiden vivir en conexión con ella, a pesar de todos los beneficios que nos aporta a nivel cultural y social.

Por ello, no se puede vivir más de esa forma, de acuerdo con Benshetrit, ya que tener acceso a la naturaleza es una necesidad para todos nosotros. Por un lado se tienen que mejorar los centros urbanos que existen, y por el otro, detener el crecimiento como se ha dado hasta ahora.

El titular de Studio Dror enfatiza que para poder avanzar en este futuro conjunto con la naturaleza se debe darle importancia a cinco puntos: unidad en lo vital, conexión con la tierra, flujo en la naturaleza, pertenencia con el entorno, florecimiento de nuestra comunidad.

Para sus proyectos de construcción de armonía ecológica, Benshetrit detalló que su origen proviene de un vistazo hacia la vida en la naturaleza y sus estructuras, partiendo de la composición de las células. De esta manera, ha pensando en abandonar los esquemas tradicionales de diseño urbano estáticos, por los que se encuentran en la naturaleza, más libres.

Una construcción por la naturaleza también implica, según Benshetrit, utilizar materiales locales, establecer estructuras que se pueden adaptar al ambiente de manera permanente, reducir las emisiones contaminantes y aprovechar la energía disponible en el lugar, además de aprovechar la automatización.

Esto también implica cambiar de los planes maestros de construcción tradicional hacia lo que llama la bioplaneación, un compromiso más eficiente, saludable y armonioso entre el mundo natural y el construido.

Benshetrit, quien piensa que no se trata solo estar cerca de la naturaleza, sino en la naturaleza, hizo un atento llamado a gobiernos, artistas y diseñadores para pensar en un futuro diferente al que vivimos.

El potencial de un autodidacta

Avi Shiffmann, el joven judío estadounidense que se ganó los reflectores a nivel mundial a inicios de año, relató el paso a paso del desarrolló de su página web sobre datos de COVID-19 como un intento de hacer más accesibles para la gente los datos que para entonces eran de complejo acceso.

La audiencia de la Ciudad de las Ideas se decantó en aplausos a Schiffmann cuando este recordó un artículo del The New York Times en el que un funcionario gubernamental destacó sus esfuerzos por visibilizar de manera más efectiva los datos sobre COVID-19 que la propia administración estadounidense.

Según Schiffmann, algunas de las cosas que aprendió ante el cúmulo de información recopilada en su sitio web es cómo el cumplimiento del distanciamiento social y del uso del cubrebocas es efectivo, mirando países donde se ha efectuado al punto esto, como Corea del Sur.

Schiffmann, quien planea dejar para libre acceso todos los datos de su página sobre COVID-19 cuando decida cerrarlo, destacó cómo todo su conocimiento sobre la programación la aprendió en línea y aconseja a todos aquellos que estén interesados en ello a que no inicien su camino con cosas muy ambiciosas, sino sencillas, como una simple página web.

De resolver problemas a los problemas que nos resuelven

El conflicto entre la realidad y lo no real, entre lo que debería de darnos miedo y lo que no, indicó el futurista Jason Silva, un estadounidense de origen venezolano y madre judía, ha tomado lugar de manera relevante en este año de pandemia, sobre todo ante lo que llamó una “pandemia de miedo” potencializada por las redes sociales.

Por el momento, afirmó, estamos transitando por una época de irrupción, de transformación, de cambio y en la que no sabemos exactamente en dónde nos encontramos debido a esto.

Sin embargo, precisó que estos cambios están ocurriendo a un nivel más acelerado debido a la tecnología exponencial, a diferencia de la tecnología linear que ha ocurrido a lo largo de la historia humana en el pasado.

La tecnología, según Silva, “es la encarnación de la creatividad humana en el humano, es la imaginación humana literalizada en el mundo, es la mente humana puesta al revés en el mundo, la mente humana exteriorizada en el mundo”.

El cambio exponencial, como el de las megacomputadoras de hace décadas a los smartphones de nuestro tiempo, de acuerdo con Silva, lleva a cambios exponenciales en nuestra vida, adaptabilidad y resiliencia, e incluso a que nos convirtamos en “pensadores exponenciales”.

Estos cambios exponenciales están llegando a diversos ámbitos, como la medicina o la biología, que eventualmente son ideas externadas en el mundo real.

Jason Silva, citando a E. O. Wilson, instó a cambiar nuestros “cerebros paleolíticos, leyes medievales y tecnología semidivina” para poder aprovechar al máximo la tecnología y todos los beneficios que nos puede proporcionar.

El también conductor de National Geographic también instó a que se desarrolle una nueva narrativa “posnacional, más orientada hacia lo global”, hacia el concepto de la palabra bantú de ubuntu, “yo soy porque tú eres”, con el fin de establecer un sentido mayor de unión con otros y con el entorno.

Para Jason Silva, retos como la pandemia de COVID-19 o los problemas del cambio climático no deben hacer caer a la humanidad en un sentido de resignación y derrota, sino que deben significar un momento para manifestar nuestras mayores capacidades y superar las amenazas, ir “de resolver problemas a los problemas que nos resuelven”.

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