En este nuevo mundo, de besos prohibidos, de labios ocultos.

En este planeta, donde la lejanía de la piel, se volvió amarga ley.

Te invitó a la revolución del abrazo, a la rebelión de los besos, a que mueras en mis brazos, herida irreversiblemente por ráfagas infinitas de sensaciones .

Te invitó, que me dejes declarar tu cuerpo, zona liberada, de temores, fobias y miradas ajenas, de prejuicios , edad, estado Civil y clase.

Ya llegó la hora de liberar a esos compañeros presos, la pasión y el deseo, para dejar los gobernar de una vez y para siempre, nuestro cuerpo y alma.

Solo así la risa será nuestra bandera hasta la última batalla y habrá válido la pena, haber vivido, aun cuando estuvo prohibido.

 


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