Enlace Judío – Miles de ultraortodoxos se congregaron este domingo en Jerusalén para la procesión fúnebre de un prominente rabino que murió por COVID-19, horas después de que otro funeral en la capital atrajera a una multitud masiva de alrededor de 10 mil personas, ambos eventos, en violación del confinamiento nacional por la pandemia.

Aunque los funcionarios dijeron anteriormente que se esperaba que asistieran menos personas al funeral del rabino Yitzhok Scheiner, imágenes tomadas en la procesión fúnebre mostraron a miles de personas.

Según el Canal 13 israelí, unos 8,000 ultraortodoxos se presentaron en el barrio de Bujarim de la capital, donde Scheiner, de 98 años, era el jefe de la Yeshivá Kamenitz, recogió The Times of Israel.

Las imágenes se produjeron a pesar de que el propio Scheiner desalentó las grandes reuniones entre los ultraortodoxos en esta época de pandemia y pidió a sus seguidores el estricto cumplimiento de las restricciones sanitarias emitidas por el gobierno.

 

 

 

https://twitter.com/Rafi_Rodnik12/status/1355968013757894656

El primer funeral masivo de este domingo fue el del rabino Meshulam Dovid Soloveitchik, el líder de la Yeshivá Brisk en Jerusalén y descendiente de la dinastía rabínica Soloveitchik, quien murió el domingo por la mañana a la edad de 99 años, tras meses de luchar contra los estragos del COVID-19.

El masivo funeral de Soloveitchik y la ausencia de cualquier intento por parte de las fuerzas del orden de intervenir generó críticas públicas contra el gobierno de Benjamín Netanyahu, acusado de ser indulgente con los ultraortodoxos y mostrar una aparente aplicación discrecional de la ley. Se estima que acudieron 10 mil personas a la procesión fúnebre.

Ofer Shumer, un alto oficial de policía de Jerusalén, defendió la decisión de las fuerzas del orden de usar la fuerza y evitar la participación masiva de ultraortodoxos en el funeral de Soloveitchik, y le dijo al Canal 12 israelí que “ciertamente habría habido un derramamiento de sangre” si la policía hubiera intentado dispersar a los miles de congregados.

“Sí, el funeral fue grande, no deseado”, dijo el funcionario de la Policía. “Pero recuerden, la gente tiene una responsabilidad; sus líderes tienen una responsabilidad… En última instancia, la policía no puede abordar a todos los que violan las restricciones”.

“Hoy hemos evitado el derramamiento de sangre”, dijo. “Si hubiéramos actuado con fuerza [sobre los ultraortodoxos]… ciertamente habría habido derramamiento de sangre. Yo personalmente vi a 1,000 niños pequeños de entre 10 y 14 años [en el funeral]”.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío