Enlace Judío – Las vacuna contra COVID-19 administrada en Israel ha resultado ser eficaz para frenar las tasas de infección, la incidencia de casos graves y protege contra la variante británica de coronavirus, según nuevos estudios realizados por los Servicios de Salud Leumit.

El primer estudio, realizado en base a datos recogidos desde el inicio de la campaña de vacunación el 20 de diciembre, proporciona una información muy valiosa sobre la eficacia de la vacuna, a diferencia de los índices medidos en estudios controlados en laboratorios. El segundo estudio indica que la vacuna de Pfizer es eficaz contra la variante británica también, informó Haaretz.

Los hallazgos de los estudios son especialmente alentadores en Israel, donde el índice de infección sigue siendo alto a pesar de la masiva campaña de vacunación y tres confinamientos nacionales, en medio de un malestar social cada vez más intenso, nuevas variantes de rápida propagación y una división entre los que quieren vacunarse y los que eligen no hacerlo.

“Diez días después de la segunda dosis casi no se han registrado nuevos casos confirmados”, comentó el profesor Shlomo Vinker, director de la división médica de los Servicios de Salud de Leumit.

Vinker señaló que “en los primeros días tras la primera dosis hay un aumento en la cifra de casos confirmados, ya que la vacuna aún no es efectiva. Pero a partir del décimo día, se empieza a ver un descenso. Cuando se pasa a la segunda dosis, se observa otro descenso, con una nueva caída una semana después”.

“Los resultados del estudio demuestran que la vacuna es eficaz, aunque no ofrece una protección del 100% y es menos eficaz cuando hay muchas personas infectadas alrededor porque uno está constantemente expuesto al virus”, explicó.

Leumit recopiló y analizó datos de cuántas personas habían contraído el virus después de haber recibido la primera dosis de la vacuna, si lo habían contraído después de la primera o la segunda dosis, y los días transcurridos desde la última vacuna recibida. Se analizaron los resultados de las pruebas de coronavirus, así como la trayectoria de cada caso confirmado, si el paciente enfermó gravemente o fue hospitalizado.

Según Vinker, “2,300 miembros de Leumit contrajeron el coronavirus después de la primera dosis, hasta la fecha. Revisamos la cifra de enfermos y vacunados cada día después de aplicar la primera dosis, y luego hicimos lo mismo con la segunda dosis. Luego construimos una gráfica que muestra la incidencia de enfermos por cada 1,000 personas inoculadas en función del número de días posteriores a la vacunación”.

La vacuna de Pfizer es eficaz contra la variante británica del coronavirus, según el segundo estudio realizado en colaboración con el Dr. Ariel Yehuda, director de investigación de Leumit.

Aunque a primera vista parecía que la mayoría de las personas que habían contraído el virus después de haber sido vacunadas habían sido infectadas por la variante británica, lo que sugería que la vacuna es menos eficaz contra esta cepa, Vinker explica que, tras un análisis más detallado de las diferentes poblaciones, edades y ubicación concluimos que la vacuna protege contra la mutante británica con la misma eficacia que el virus original”.

El estudio analizó unas 9,000 muestras tomadas de pacientes que habían contraído el virus desde que comenzó la campaña de vacunación en Israel.

“De las 9,000 personas infectadas, 800 habían sido vacunadas”, dice Vinker. “Eso no es sorprendente, ya que durante los primeros días después de la vacuna no hay protección. Cuanto más tiempo pasa, hay una mayor protección”.

Leumit asegura y presta servicios sanitarios a unas 730,000 personas. Según Vinker, 153,000 miembros han recibido la primera vacuna y más de 100,000 obtuvieron la segunda dosis.

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