Enlace Judío – Después de posponerse debido al COVID-19, una esperada audiencia en el juicio penal por presunta corrupción del primer ministro Benjamín Netanyahu tendrá lugar a las 9 a. m. del lunes 8 de febrero en el Tribunal de Distrito de Jerusalén, a la que acudirá personalmente.

La audiencia se centrará en la respuesta de la defensa legal de Netanyahu a la acusación penal en su contra y lanzará la etapa probatoria del juicio penal, de acuerdo con el portal The Times of Israel. Será la segunda vez que Netanyahu asista personalmente a una audiencia de su sonado juicio, que comenzó en mayo del año pasado.

Netanyahu, el primer primer ministro israelí que es acusado penalmente mientras está en funciones, niega los cargos en su contra y ha criticado a los tribunales, a la fiscalía y los medios de comunicación de inventar las acusaciones en su contra para acabar con su gobierno.

Se espera que durante la audiencia se le solicite que confirme verbalmente la defensa presentada por sus abogados, quienes presentarán una serie de argumentos además de su extensa respuesta escrita presentada ante la corte el mes pasado.

Se tiene previsto que los abogados se centren en argumentos procesales como la supuesta falta de aprobación suficiente para iniciar las investigaciones iniciales y emitir órdenes de registro de material.

El tribunal también discutirá el calendario para la etapa probatoria del juicio, incluyendo si su inicio se pospondrá hasta después de las elecciones del próximo marzo y si Netanyahu tendrá que asistir físicamente a las tres largas audiencias por semana que se esperan, en vista de su ocupado cargo como primer ministro de Israel.

Se han combinado dos salas de audiencias para que se realice el juicio. La seguridad se intensificará en la sede del juzgado y será similar a otros eventos a los que asistió el primer ministro.

El público no podrá ver los procedimientos en línea. Las imágenes por video de circuito cerrado se transmitirán a periodistas en una sala adyacente, quienes informarán de los eventos de la audiencia en forma escrita.

Netanyahu enfrenta cargos de soborno, fraude y abuso de confianza en el llamado Caso 4000, que implica sospechas de que habría otorgado favores regulatorios en beneficio de Shaul Elovitch, exdueño del consorcio de telecomunicaciones Bezeq, a cambio de una cobertura positiva del primer ministro y su familia desde el portal Walla! News. Elovitch y su esposa, Iris, también enfrentan cargos de soborno en el caso y también asistirán a la audiencia del lunes.

Netanyahu también enfrenta cargos de fraude y abuso de confianza en los llamados Caso 1000 y Caso 2000. El primero implica sospechas de que Netanyahu habría aceptado ilícitamente unos 200,000 dólares en obsequios como puros y champaña de dos multimillonarios: el magnate israelí Arnon Milchan y el magnate australiano James Packer.

En el Caso 2000, Netanyahu está acusado de intentar un presunto quid pro quo con el editor en jefe del periódico Yedioth Ahronoth, Arnon Mozes, para obtener una cobertura mediática positiva a cambio de una legislación que debilitara al periódico rival Israel Hayom. Mozes fue acusado de soborno en el caso y asistirá a la audiencia.

Los abogados del primer ministro se han movido repetidamente para retrasar y desacreditar el proceso, presentando denuncias contra la fiscalía, argumentando que se han efectuado malas acciones en su contra, pidiendo que se cambie la acusación contra el primer ministro e indicando que los investigadores de la policía han utilizado medios ilegítimos para la recolección de pruebas.

Según reportes, Netanyahu ordenó a los legisladores de su partido Likud que no asistan a la audiencia del lunes, debido a la situación por COVID-19 en el país, que recién hoy comenzó un nuevo proceso de desconfinamiento de forma gradual.

En la primera audiencia a la que asistió en mayo pasado, Netanyahu pronunció un discurso largo y feroz criticando al sistema de justicia israelí y diciendo que los cargos eran “fabricados”.

Netanyahu repitió esa afirmación el domingo, pidiendo a sus partidarios que no acudan al tribunal por más que intenten mostrarse solidarios, debido a los contagios por coronavirus en el país.

“Sé que quieren darme fuerza a la luz de los casos fabricados y falsos en mi contra”, dijo Netanyahu. “Pero estamos en un momento en que una [variante] se está extendiendo por todo el mundo, y también en Israel, así que por el bien de su propia salud les pido: no vengan mañana”.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío