Enlace Judío – El ministro de Salud de Israel, Yuli Edelstein, afirmó este miércoles que estaba considerando proponer que se permita a los empleadores evitar que los trabajadores que no están vacunados contra el coronavirus vayan a trabajar, y advirtió que también podría aplicarse a los maestros de escuela.

Edelstein dijo en una conferencia de prensa que los trabajadores del sistema educativo que rechacen la vacuna podrían tener que pagar una prueba del virus cada 48 horas si quieren seguir dando clases, recogió The Times of Israel.

Sus comentarios se produjeron cuando la campaña nacional de vacunación COVID-19 se desaceleró recientemente, con alrededor de 130,000 inyecciones administradas el martes, según cifras del Ministerio de Salud, muy por debajo de la capacidad del país alcanzada en semanas anteriores, de más de 200,000 inyecciones en un día.

En los últimos tres días, solo alrededor de 65,000 israelíes al día han sido vacunados con la primera dosis del biológico de Pfizer-BioNTech, a pesar de que las vacunas ya están disponibles para todos los israelíes mayores de 16 años.

“Estamos verificando la legislación que evitará que las personas que no estén vacunadas o que no hayan pasado por una prueba en las 48 horas anteriores trabajen con el público, por ejemplo, ante una clase llena de estudiantes”, dijo Edelstein.

“Es posible que los maestros que se nieguen a vacunarse tengan que pagar de su propio bolsillo las pruebas cada 48 horas”, continuó. “No voy a despedir a nadie, pero si alguien no está vacunado, ese es su problema”.

Al instar a la población a participar en el programa de vacunación masiva, Edelstein dijo que pronto se introducirán los llamados “pasaportes verdes”, documentos que permitirán a las personas vacunadas asistir a ciertos lugares y eventos públicos y potencialmente viajar al extranjero sin necesidad posterior de cuarentena.

Si bien ciertos servicios esenciales siempre deben permanecer abiertos para toda la población, dijo, hay lugares que estarán disponibles solo para aquellos que estén vacunados o que se hayan recuperado del COVID-19. La intención es evitar que esos lugares se conviertan en focos de infección.

“Recomiendo encarecidamente que cualquiera que quiera disfrutar de hoteles, gimnasios y algunos eventos culturales vaya y se vacune”, dijo Edelstein, refiriéndose al propuesto plan del Ministerio de Salud para la reapertura económica, que estableció el 23 de febrero como posible fecha de apertura para esos lugares.

Edelstein también habló sobre la próxima festividad de Purim, que generalmente se lleva a cabo con desfiles, fiestas y otras celebraciones públicas y privadas.

“Para que Purim no se convierta en un día negro por contagios, las celebraciones deben reducirse”, dijo Edelstein.

Sin embargo, aún no se ha tomado una decisión final sobre Purim, dijo, y las instrucciones sobre las limitaciones se emitirán más cerca del día 25 de febrero, teniendo en cuenta las tasas de contagio para ese momento.

El ministro también emitió una advertencia a las empresas y autoridades municipales que han amenazado con rebelarse contra las restricciones aún vigentes, que mantienen cerrados numerosos negocios y lugares públicos, así como casi todo el sistema educativo. Aunque algunas restricciones se eliminaron al comienzo de la semana, la mayoría de las tiendas y centros comerciales permanecen cerrados.

“Les recomiendo a todos aquellos dueños de negocios y jefes de autoridades que piensan que son profesores de epidemiología y medicina, tengan cuidado”, dijo Edelstein, y señaló que la Knéset aprobó recientemente una legislación que duplica las multas para los infractores.

“No dudaremos en hacer cumplir esta ley”, enfatizó.

Empresarios se han quejado de que el gobierno los ha obligado a cerrar durante períodos prolongados sin proporcionar suficiente apoyo financiero. Miles han cerrado durante la pandemia.

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