Enlace Judío – Un importante laboratorio de pruebas de COVID-19 en Israel afirma que la vacuna de Pfizer-BioNTech reduce significativamente la posibilidad de transmitir el coronavirus, informó The Times of Israel.

En un artículo publicado en línea, los expertos afirman que pacientes de 60 años en adelante tenían una carga viral hasta un 60% menor que el grupo de 40 a 59 años, a partir de mediados de enero, cuando la mayoría de la población israelí de más de 60 años ya había recibido al menos la primera vacuna.

Los datos fueron publicados por el laboratorio MyHeritage, que maneja más de 10,000 pruebas al día, en un estudio realizado por varios académicos destacados, entre ellos el estadístico de COVID-19, Eran Segal, del Instituto de Ciencias Weizmann.

Los resultados se basan en datos parciales, ya que no se sabía si las muestras individuales pertenecían a pacientes vacunados o no. Pero en general, parecen mostrar que una vez que alguien se vacuna, incluso si es portador del virus, es menos probable que lo transmita porque tiene menos gotitas infecciosas de SARS-CoV-2 alrededor de la nariz y la garganta.

“Nuestro resultado refleja grandes datos, porque proporciona exactamente lo que queremos de una vacuna, es decir, que reduzca la transmisión”, explicó el profesor Yaniv Erlich, director del laboratorio MyHeritage. “Demuestra, hasta cierto punto, que reduce la carga viral en nariz y garganta, que es el principal canal de transmisión del virus”.

Si bien el laboratorio encontró una reducción del 60% en la carga viral de mayores de 60 años, Erlich sostuvo que podría disminuir aún más una vez que más personas de este grupo se vacunen. Hizo hincapié en que su investigación se encuentra en una fase temprana, y el tema requiere mayor investigación.

Aunque los ensayos de fase 3 de la vacuna de Pfizer-BioNTech demuestran que los vacunados tienen menos probabilidades de convertirse en portadores de COVID-19, los ensayos clínicos no produjeron resultados sólidos sobre si seguirán propagando el virus.

El estudio israelí es sobre todo relevante para las empresas fabricantes de la vacuna que se ha aplicado en Israel. La semana pasada, AstraZeneca dio a conocer una investigación basada en el índice de pruebas positivas de PCR. Según el Dr. Doug Brown, director ejecutivo de la Sociedad Británica de Inmunología, el estudio “insinúa” que la vacuna puede ser eficaz para evitar la transmisión el virus, pero los resultados se consideraron lejos de ser definitivos, y el nivel de relevancia para otras vacunas no está claro.

Si los vacunados aún pueden contraer y propagar el virus, incluso sin enfermar, entonces los no vacunados, como los niños, seguirían corriendo un riesgo elevado, lo que haría casi imposible volver a la rutina. La importancia de los datos de transmisión ha aumentado con el incremento de nuevas variantes más contagiosas.

Erlich planteó la hipótesis de que, una vez vacunada la mayor parte de la población de más de 60 años, observaría un descenso de la carga viral en comparación con el grupo de 40 a 59 años, en el que se registra un menor porcentaje de personas vacunadas.

Antes del 15 de enero, se observaron diferencias insignificantes en la carga viral entre los grupos de edad, pero después de esa fecha empezó a descender en personas de 60 años o más.

“Comprobamos los datos de principios y finales de diciembre, pero la carga viral entre los mayores de 60 años no había cambiado”, indicó Erlich, profesor de biología computacional en el Centro Interdisciplinario de Herzliya. “Vimos lo mismo cuando lo comprobamos a principios de enero. Pero de pronto, durante las dos últimas semanas de enero, que es cuando muchos israelíes de más de 60 años habían terminado la vacunación, las cargas virales de este grupo descendieron”.

Erlich creó modelos detallados que abarcan los meses de enero y febrero para comprobar que no está sacando conclusiones precipitadas ni pasa por alto otros cambios, como la edad de los vacunados, el género y las nuevas variantes, que podrían estar influyendo en la carga viral.

No se cree que el aumento de la variante británica haya afectado a la carga viral, y se descartaron otras posibles influencias. El único factor que explica el cambio es que la mayoría de la población de más edad está vacunada, pero la mayoría de los jóvenes no lo están.

Erlich insiste en que se requiere más investigación para calcular el impacto directo exacto de la vacunación en la carga viral, pero su modelo sugiere que podría estar reduciéndola.

“Los resultados reflejan una reducción estadísticamente significativa de la carga viral, y sabemos por muchos estudios de virología que las personas serán menos propensas a transmitir el virus si su carga viral es menor, aunque es difícil estimar en este momento hasta qué punto”, concluyó.

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