Enlace Judío – Los ministros del gabinete de gobierno de Israel aprobaron este lunes la reapertura de centros comerciales, gimnasios, hoteles y otros lugares para la próxima semana, en una importante flexibilización de las restricciones por COVID-19 en el país, informó The Times of Israel.

El gabinete de alto nivel sobre el coronavirus también aprobó la reapertura de las sinagogas para la próxima fiesta de Purim, al tiempo que impulsa una decisión sobre si permitir que todos los estudiantes regresen a la escuela en localidades con bajas tasas de contagio, según filtraciones de la reunión reportadas por medios israelíes.

La decisión se produce en medio de una disminución continua de los contagios, particularmente entre los grupos de alto riesgo, gracias a la rápida campaña de vacunación en Israel.

Según el plan informado aprobado por los ministros, las restricciones se reducirán el domingo 21 de febrero, en un aparente compromiso entre el deseo de los funcionarios de salud de esperar el martes 23 de febrero y la demanda del partido Kajol Lavan de reabrir desde esta misma semana.

Las tiendas en calles, centros comerciales, mercados, museos y bibliotecas frente a la calle estarán abiertos a todos los israelíes, mientras que solo aquellos que hayan sido vacunados o se hayan recuperado de COVID-19 podrán usar gimnasios, ingresar a eventos deportivos y culturales, hoteles y piscinas.

Muchos de los lugares que reabrirán el domingo han estado cerrados durante la mayor parte del año pasado debido a la pandemia.

Se permitirá que las sinagogas y otros lugares de culto vuelvan a abrir el viernes, con una asistencia limitada a 10 personas adentro y 20 afuera. El gabinete prohibió las festividades y otras reuniones durante Purim el próximo fin de semana, al tiempo que restringió la asistencia a comidas con motivo de la fiesta a los miembros de la familia inmediata.

Los funcionarios de salud han expresado su preocupación de que las reuniones festivas provoquen otra ola de contagios. Se cree que el Purim del año pasado fue uno de los principales contribuyentes a la primera ola de COVID-19 de Israel.

Los estudiantes de los grados quinto a sexto y undécimo a duodécimo en las localidades “verde” y “amarillo”, según el semáforo epidemiológico israelí, podrán regresar a las clases presenciales el domingo. Los ministros se reunirán nuevamente más adelante en la semana para decidir si permitir que los grados que restan regresen al salón de clases.

Casi cuatro millones de israelíes han recibido al menos una dosis del biológico de Pfizer-BioNTech y 2.5 millones, más de una cuarta parte de la población, han recibido ambas inyecciones. Sin embargo, ha habido una notable renuencia entre los israelíes menores de 50 años a ser vacunados, incluso entre el personal docente.

Antes del inicio de la reunión del lunes, el ministro de Salud, Yuli Edelstein, arremetió contra los maestros que aún no han sido vacunados.

“Un maestro que no se vacuna está abandonando el bienestar de los estudiantes y fallando en su trabajo”, tuiteó Edelstein.

Continuó enfatizando que el gobierno está buscando aprobar un proyecto de ley que requerirá que todos los trabajadores que tengan una alta exposición al público se vacunen o se realicen una prueba de virus cada dos días.

“No vamos a comprometer el bienestar público”, escribió Edelstein.

De acuerdo con los datos del Ministerio de Salud de Israel, al menos 3,565 nuevos casos de coronavirus se confirmaron este lunes, un día después de registrarse 3,450. Los casos acumulados en Israel son en total 729,373 y los contagios activos son 53,957.

Los pacientes graves se han reducido a 979, de los que 389 están en condición crítica y 307 están intubados a ventilación mecánica.

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