Enlace Judío – En cierta oportunidad, dos judíos acudieron a un rabino a plantearle un problema halájico respecto a los 10 mandamientos.

“Rabino”, dijo el primero de ellos, “Yo creo que hay que ponerse de pie cuando se leen en la sinagoga los 10 mandamientos”.

“Sí. Tiene razón”, dijo el rabino.

El otro judío argumentó a su vez por qué no hay que ponerse de pie.

“Sí. Tienes razón”, dijo el rabino.

Un tercer judío que observaba el litigio le pregunto al rabino cómo es que los dos podían tener razón en un mismo tema.

“Tú también tienes razón”, dijo el rabino.

Salvando las distancias, algo parecido esta sucediendo entre las autoridades de DAIA y AMIA respecto a los sendos comunicados emitidos luego de la muerte del polémico ex presidente Carlos Menem. En ambas partes, en nuevo litigio, hay verdades.

El comunicado de DAIA es duro pero denuncia literalmente la herencia que Menem dejó como cómplice de encubrimiento. Claro que el comunicado creo que adolece de dos cosas: fue emitido cuando Menem aún no estaba enterrado y hay una referencia incompleta a los indultos: no solo indultó a los militares sino también a los montoneros, causantes principales de la llegada de los militares al poder. Algunos de sus herederos ideológicos y familiares hocican en el poder.

El comunicado de AMIA es respetuoso con lo que es el luto en la tradición judía pero es poco incisivo en las responsabilidades del expresidente, claramente demostradas.

También hay una expresión poco feliz al hablar de “señalamientos poco oportunistas“ en lo que es leído como un tiro por elevación hacia la DAIA.

En épocas no tan lejanas, la máxima dirigencia institucional no solía dirimir sus diferencias en los medios masivos de comunicación. Desde la voladura de la AMIA la grieta institucional no ha dejado de ampliarse y ello no es bueno porque es aprovechado por algún oportunista como Jorge Yoma.

Y es precisamente en este tipo de sujetos donde las dirigencias deben orientar sus críticas más severas y acciones prácticas. Yoma apeló a todo el léxico descalificatorio de los judíos usando términos medievales y del antisionismo moderno.

Al igual que en su momento lo hiciera el diputado Moreau contra la DAIA y el diputado Wolf, tildó a los judíos de traidores y poseedores de doble lealtad. Es de esperar que ambas dirigencias bajen sus rencillas —por el bien de nuestra comunidad— y que exijan rápidamente al INADI, ese ente fantasmal y selectivo a la hora de juzgar discriminaciones, que actué con la celeridad que el tema merece.

No descubro nada si termino diciendo “cuando los hermanos se pelean los devoran los de afuera”. ¿Todavía no aprendimos?

 

*El autor es director de Comunidades Plus y corresponsal en Argentina de Enlace Judío


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