Enlace Judío – Un extracto de algas puede ayudar a prevenir la reacción inmune exagerada que a menudo causa una enfermedad grave por COVID, dicen investigadores israelíes.

Su estudio fue publicado en la revista Marine Biotechnology sobre experimentos en los que el extracto redujo la gravedad de las tormentas de citocinas inducidas artificialmente en un laboratorio.

Este es un término que se utiliza para describir la sobreproducción de pequeñas proteínas, llamadas citocinas, que impulsan a las células inmunitarias a actuar de acuerdo a información de The Times of Israel.

Los investigadores monitorearon la producción de la proteína TNF-α, pronunciada TNF alfa, una de las proteínas clave que causa las tormentas de citocinas, en diferentes tubos de ensayo. Algunos incluían solo células del sistema inmunológico y un patógeno que desencadena una tormenta de citocinas.

Otros tubos de ensayo también incluían un extracto de una versión especialmente modificada de la espirulina, un alga que está atrayendo el interés de los académicos por una variedad de posibles beneficios para la salud, pero aún no comprobados.

“Cuando el extracto de algas se incluyó en cantidades óptimas, hubo una reducción del 70% en la liberación de proteínas TNF-α, lo cual es muy alentador”, dijo el Dr. Asaf Tzajor, investigador de biotecnología en el Centro Interdisciplinario (IDC) en Herzliya y autor principal del estudio.

“Esto indica que el extracto de algas puede usarse para prevenir tormentas de citocinas si se administra a los pacientes poco después del diagnóstico”, agregó.

Los ensayos clínicos comenzarán pronto, con el objetivo de producir gotas orales, pero Tzajor enfatizó que la investigación se encuentra actualmente en una etapa temprana.

Dijo que se espera que el hecho de que la espirulina ya se considere segura en la producción de alimentos y como suplemento dietético, incluida la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de EE. UU., permita que los ensayos clínicos progresen rápidamente.

El extracto de algas es producido por una empresa islandesa, VAXA, que durante mucho tiempo ha defendido sus cualidades cuando se toma como complemento alimenticio para mejorar las actividades antioxidantes, antiinflamatorias y antitumorales.

La empresa ha recibido financiación de la Unión Europea para explorar y desarrollar tratamientos para COVID-19. Para ello, está alterando las condiciones de crecimiento de las algas utilizando iluminación LED para controlar su perfil metabólico y “potenciarlo”.

Tzachor dijo que su Escuela de Sostenibilidad y sus colaboradores, el instituto Migal Galilee financiado por el Estado israelí,y el MATIS islandés, han estado explorando el potencial de las algas de forma independiente y no están recibiendo financiación de VAXA.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío