Enlace Judío México e Israel – ¿Podría una sustancia extraída de algas marinas comestibles evitar que el coronavirus infecte células humanas? Un tipo de alga marina (Ulvan), el principal polisacárido soluble en agua extraído de la pared celular de las algas verdes, podría ayudar a evitar que el coronavirus infecte células humanas, de acuerdo con un equipo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv, reporta The Jerusalem Post.

“La falta de acceso a las vacunas se cobra la vida de muchas víctimas e incluso acelera la creación de nuevas variantes”, dijo el profesor Alexander Golberg, de Tel Aviv University, quien dirigió el estudio sobre Ulvan, publicado recientemente en PeerJ, una revista científica revisada por pares.

“El estudio aún se encuentra en sus primeras etapas, pero esperamos que el descubrimiento se utilice en el futuro para desarrollar un fármaco accesible y eficaz que prevenga la infección por el coronavirus.”

Los hallazgos en esta etapa despiertan un optimismo cauteloso, dijo el científico.

Golberg y su equipo han estado trabajando con algas durante los últimos ocho años, buscando diferentes compuestos, principalmente para la industria alimentaria. Pero señaló que comenzaron a pensar en cómo podrían desempeñar un papel para ayudar a encontrar soluciones para la pandemia.

A través de otras investigaciones, sabían que ciertos compuestos de algas tenían propiedades antivirales y decidieron que querían evaluarlos contra COVID-19.

Comenzar resultó ser un desafío, recordó Golberg, principalmente porque necesitaban acceso al virus, que no estaba disponible en Israel.

Ulvan evita que las células se infecten con coronavirus

Dijo que solo el Instituto de Investigación Biológica de Israel lo tenía, por lo que tuvieron que buscar fuera del país. Finalmente, se asociaron con una universidad en Alabama.

Luego decidieron probar el Ulvan porque podía extraerse de las algas marinas comunes.

“Ulvan se extrae de las algas marinas llamadas Ulva, que también se llama ‘lechuga de mar’, y es alimento en lugares como Japón, Nueva Zelanda y Hawai”, explicó Golberg. “Se informó anteriormente que Ulvan es eficaz contra los virus en la agricultura y también contra algunos de los virus humanos, y cuando llegó el coronavirus, pedimos probar su actividad”.

Cultivaron algas Ulva, extrajeron el ulvan y lo enviaron al Instituto de Investigación del Sur en Alabama. Allí, el equipo de Estados Unidos construyó un modelo celular para evaluar la actividad de la sustancia producida en el laboratorio de Golberg.

Las células se expusieron tanto al coronavirus como al ulvan. Se encontró que, en presencia de ulvan, el coronavirus no infectaba las células. “En otras palabras –dijo- ulvan evita que las células se infecten con coronavirus”.

El científico destacó que lo mejor sería vacunar al mundo. Sin embargo, ha quedado claro que es poco probable que esto suceda, al menos rápidamente.

Por esta razón -advirtió- es muy importante, por el bien de toda la humanidad, encontrar una solución barata y accesible que se adapte incluso a las poblaciones económicamente débiles de los países en desarrollo.

Señaló que el ulvan que utilizó el equipo era en realidad una mezcla de muchas sustancias naturales y, por lo tanto, se necesita más trabajo para determinar específicamente cuál es el que previene la infección.

Además, las pruebas deben realizarse en animales pequeños, monos y luego, por supuesto, en humanos.

Goldberg concluyó que llevar esta solución al mercado llevará tiempo, incluso con financiamiento ilimitado. “Pero si se puede llegar rápido, sería increíble”.

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