Enlace Judío.- El pasado 13 de febrero, en las proximidades del cementerio de La Almudena en Madrid, el colectivo Juventud Patriota celebró un homenaje a la División Azul que concluyó con el saludo nazi y proclamas antisemitas. Era una marcha neonazi con motivo del aniversario de una batalla en la que participaron voluntarios españoles a las órdenes de Hitler. Haciendo el saludo nazi elevando la mano al frente, entonaron canciones de temática fascista. “El judío es el culpable. El enemigo siempre va a ser el mismo”, decía una joven oradora. 

SERGIO FARRAS EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

Dicen que el odio y la rabia son sentimientos de personas débiles y cobardes. Y a pesar de que sólo hablamos del 0,1% de la población española, los ataques antisemitas no han dejado de crecer en nuestro país dentro de la ola de desprecio y ultraje que camina hoy en toda Europa.

Y eso es tan triste como poco evolutivo socialmente y desdichado por la desidia que conlleva a reflexionar, siempre madurando para mostrar la veraz crónica de la veracidad de la narración verdadera y no desvirtuar la certeza apoyados en el embuste. Y lo que más nos conviene; el futuro de nuestra juventud, que ha de entender la historia como algo de lógica empírica y no de odios perversos y envenenados con la alquimia de la sinrazón; pues esta, a veces, actúa como una cuerda de piano que no entona al compás de su condición pretérita como instrumento de cuerda percutida. Igual, estos odios antisemitas vienen avalados muchas veces por un tinte o maniobra política de intereses fascistas y déspotas. Servidor no cree que España sea un país antisemita excesivamente, pero sí hay importantes focos de antisemitismo hoy en día presente. Y los vemos cada amanecer tristemente como espectadores mudos.

Como fue el día del homenaje a la División Azul en Madrid que fue evento fatídico y de populares falacias, donde una falangista con cara de adolescente llamada Isabel Medina, se sumergía en una bacanal de delirios y peores entendimientos de rabias y demás inquinas de tintes falangistas. Pues señaló la criatura desafortunada del evento a: “el judío” como “el enemigo de una Europa débil y liquidada”. Todo expuesto con mucha verborrea insolente y cínica hipocresía durante el acto de homenaje a dicha División Azul, un contingente militar que combatió junto a la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. A la “niña pregonera de hirientes insolencias” se la escuchaba arder en sus entrañas acuchilladas de odio por su discurso fascista. Aquello fue una misteriosa cita con el nazismo, que es la insegura huella pretérita del mal y la crueldad lejana que jamás hemos de olvidar.

Como en una jungla al asfalto más estrujado y pisoteado de jauría de coyotes, característica principal de los asistentes a tal evento absolutista y tiránico acto se desarrolló la “mascarada”, pues preocupa la respuesta de su amañado público y audiencia que la podríamos enhebrar al cuestionario del perfecto “facha”, de los seguidores de la ultraderecha más rancia y de añejos tiempos españoles que jamás han de volver.

Especialmente con el discursito xenófobo de la “niña” imprudente de tan solo 18 años, que bajo la ignorancia de su propia escasa lucidez propagó una peligrosa mecha iniciadora de un conflicto que debería de estar remachado y sellado por el tiempo que dicen que todo lo cura. A estos fanáticos fascistas -que a poco que se entre en su alma- se percibe más con humedad rancia que con frescura dadivosa de la evolución social del siglo XXI. Y en su discurso, que relató con una peligrosa y adulterada frescura en una bacanal de delirios irracionales y manipulativos, fueron orquestados al son de la excusa más irracional que se desploma por sí sola en el fondo del barranco: “judeofobia”. Y este mensaje de fraudulento e impostor envenenamiento del rencor en contra del pueblo judío, no es más que la impotencia de las ultraderechas que se mueven e instigan a las almas más rabiosas últimamente confiados por su propia torpeza política.

Y que preocupa que ande entre la juventud como una canción de “moda” o Fashion Show. La juventud a veces desorientada, a veces confundida en estos tiempos tan inestables y movedizos que corren preñados de odios.

Enhebrando va la ultraderecha su mugrienta y contaminada esvástica como una especie de símbolo vetusto alzada por una cuadrilla encarnada en una cultura facha y antisemita que nada bien va a este Siglo XXI, que aprieta con desinformaciones y discursos del odio por senderos que se desploman por su falta de empatía y el distorsionar de la verdad. Pero la ignorancia, que suele ser mal de vieja y trágica leyenda de la ineptitud, no ayuda en nada en estas imprudentes epístolas que puedan llegar contaminadas a la cartografía del alma sana. Pues por la sed de la inquina y el desprecio infinito acuden los individuos más analfabetos de sesera y necios de empatía. ¡Licor hirviente esto del odio! ¿Podemos hablar de “judeofobia” en España?

Era yo niño cundo vi la serie “Holocausto”: la serie de TV estadounidense que cambió la visión de los alemanes sobre el genocidio nazi. (1978) Y entrando en mis retinas infantiles aquellas imágenes, algo en mí se encendió por dentro como una llama de piedad y tristeza que no entendía muy bien aquella impactante serie. Pues se mostraban en ellas los márgenes de la depravación y crueldad más depravada y degenerada del ser humano. Mientras, también veía a mis padres cómo les recorrían lágrimas vidriosas y deslumbradas, casi ciegos de emociones por la faz de sus rostros bajo el césped que tapiza la bondad infinita del que comprende la terrible exterminación de todo un pueblo, donde fueron asesinados casi seis millones de judíos europeos. Aquella miniserie llevó los horrores de los crímenes nazis a las salas de estar y demás habitáculos caseros de todo el mundo con un toque cruel e inhumano, pero también con una misericordia y empatía infinita recibida por los telespectadores. Aquello del “Holocausto” nazi fue una locura de crímenes monstruosos, exterminio y genocidio que jamás se debiera repetir en los tiempos de esta humanidad tan adulterada de nacionalsocialismos que siempre hemos de despreciar.

De generación en generación y, como la espuma del agua del mar que se lleva los recuerdos, no se debería olvidar jamás aquellas atrocidades cometidas por el Nazismo: el régimen más despiadado e inhumano de todos los tiempos. Pues la sociedad actual necesita, más que nunca, esta mirada hacia atrás de la historia pero desde un presente poliédrico muy real y transparente para que todo aquello no quedara en el recuerdo desierto y mudo, sino que deberemos recordar muy a nuestro pesar aquello que avergonzó a la especie humana por su naturaleza malévola y vil que sucumbieron tales hechos. Y si es necesario deberíamos llamar la atención como bengalas para que se aviste el recuerdo de la verdad de un genocidio que jamás debió acontecer de ningún modo jamás.

Mientras, la adolescente Isabel Medina, el nuevo rostro del nazismo español, ataviada con su camisa azul de recuerdos más que horribles llevará también marcada en su alma, con el peso de los años y de los tiempos, una misteriosa cita consigo misma. Debiendo hacer reflexión e introspección del mal que habita en su mente acompañado de entendimientos desorientados y venenosos como la saliva tóxica de una serpiente. ¡Ojalá haya cura para ella!

“No es la liberación del miedo, sino el equilibrio del miedo lo que ha hecho posible la supervivencia de nuestra civilización”. (Golda Meir)

(Dedicado al pueblo judío)
Sergio Farras, escritor tremendista.